Capítulo 15

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POV Allison Foster

Me desperté sintiendo un terrible dolor de cabeza, odiaba esta sensación del día después de haberme tomado algunos tragos, sabía perfectamente donde estaba, no era como si no tuviera conocimiento de lo que hago cuando estoy ebria, sabia que el muy tonto de Will se empeñó en traerme con Erick, es como si se hubiese puesto de su parte.

Vi la cama vacía y agradecía a Dios por eso, Erick al parecer se había marchado a su trabajo, me puse en pies para tomar una ducha y tratar de desayunar.

Luego de ducharme fui hasta la cocina, pero no encontré a la cocinera lo cual era muy extraño, tome un vaso para abrir el refrigerador en busca de algo frio para mi estómago cuando la silueta de Erick apareció en mi campo de visión pegándome un susto provocando que soltara el vaso que tenía en mis manos.

El sonido del cristal al contrallarse con el piso me hizo retroceder de manera maquinal.

—¿Estas bien? —, preguntó rápidamente Erick acercándose a mí.

No respondí y me dispuse a recoger el cristal roto en el suelo.

—Déjalo yo lo hago—, respondió Erick tomando por la mano para ponerme en pies y tomarme por la cintura para quitarme de en medio, me removí incomoda bajo su agarre, llevándome una mirada de reproche por parte de él.
—Buscare la escoba—, añadí para escapar de su mirada.

Aparecí en la cocina con la escoba y el recogedor de basura para ayudarle, ninguno de los dos dijo nada, deje todo en su lugar para salir de la cocina, no podía estar donde se encontraba el, pero en mi intento de huir Erick me tomo por mi cintura sentándome sobre le encimera colocando sus brazos a cada lado de mi para mirarme fijamente.

—¿Me puedes explicar que te sucede? —, indagó el de forma inocente.
—¿Acaso eres estúpido? —, escupí.
—A veces debo serlo para comprenderte Allison—, susurró.

Abrí mi boca para volverla a cerrar sin encontrar las palabras necesaria con las cuales poder contraatacar.

—Retira tus brazos—, el ordené, fue lo único que se me ocurrió.
—No hice nada malo con Emma y nunca me he acostado con ella, y si lo hubiera hecho sabes que te lo diría, así como lo hice con Meave. No tengo porque mentirte—, manifestó.

No sabia cuan ciertas eran sus palabras, pero Erick nunca me ha mentido en cuanto a sus putas.

—No puedo decirte que no me acosté con una o dos putas cuando te marchaste, pero sabes que mientras estuve contigo siempre te fui fiel, e igual será ahora, para que debo conformarme con eso cuando te tengo a ti—, confesó contundentemente.
—Mírame—, demandó él, levanté mi mirada la cual se encontraba en todo lugar menos en él.
—Sé que no soy el mejor hombre, juego rudo en el juego de ser empresario, no me importa a quien debo arrebatarle algún proyecto para mi compañía, a quien deba comprar o sobornar, no soy el mejor hijo y tampoco hermano, no considero a nadie mi mejor amigo, investigo a las personas sin su consentimiento, te arrastre a ti a esta vida, quizás te he dado mil y una razón por la cual desconfiar de mí, pero si me conocieras aunque sea un poco , sabría que me tienes loco por ti Allison—, declaró sosteniéndome la mirada, en este momento siento mi corazón latir frenéticamente sin poder controlarlo.

Cómo le explico a Erick lo celosa que me encuentro por la zorra de Emma, nunca lo había estado tanto, ni siquiera por Meave.

—No quiero que ella te toque—, indiqué sintiéndome estúpida por mis palabras. —No sé cómo suene en este momento, si parezco una desquiciada, pero no puedo verte con ella—, anuncié con desdén.
—¿Entonces todo era por celos? —, indagó el mirándome con gracia.
—Borra tu maldita sonrisa, ¡te burlas de mí! —, grité bajándome de la encimera, pero Erick no me permitió salir de sus brazos a pesar de que ya me encontraba tocando suelo, al contrario, solo logré que nuestros cuerpos se pegaran aún más.
—¿Es tan difícil para ti admitir cuánto me amas? —, interrogó sonriendo.
—¿Así es que una pareja resuelve sus diferencias? —, dije con caras de pocos amigos.
—Si quieres podemos resolver nuestras diferencias en mi cama, mientras te tengo debajo de mi gritando mi nombre—, sugirió seductoramente.

Erick me soltó de su agarre para tomar una manzana del frutero, caminé alejándome de él mientras él esperaba una respuesta de mi parte. Me dirigí a la habitación para buscar mi bolso, necesitaba salir del apartamento, aunque sea para caminar.

—¿Por qué no me contaste de tu nuevo empleo? —, dijo Erick desde la puerta de nuestra habitacion, dejé mi bolso en la cama el cual estaba organizando para analizar lo que diría, no se en que momento empezamos tener todos estos problemas.
—¿Me sigues persiguiendo aun estando debajo de tu techo? —, sostuve.
— Me hubiera gustado darme cuenta de esa manera, pero tuve que darme cuenta de que le tienes más confianza al imbécil de Will que a mi—, gruño él.
—Will solo quiere molestarte—, opiné.
—¿Entonces es mentira? —, interrogó.

Sabia que era una mala excusa, en realidad no sabía por qué lo oculte.

—Es cierto, pero yo solo…—, comenté para ser interrumpida por él.
—Tu solo confías en otros más que en mí, lo sé—, comunicó.
—Erick, no es así. Es una tontería—, le aseguré.
—¿Te puedo preguntar algo? —, dijo él, pero yo me quedé en silencio mirándolo rabiar de ira.
—¿Confías en él?—, preguntó, yo me quedé en silencio.

—¡Responde maldita sea! —, vociferó.
— Si—, respondí sintiéndome triste.
—¿Cómo te sentiste cuando te lo propusieron? —, indagó él.
— Erick…—, susurré.
—Solo quiero saber eso—, dijo él.
—Me sentí sorprendida, no sabía si podía estar a la altura de la academia, pero era un gran paso para mí y mi carrera como bailarina—, confese mirándolo.
—¿Entonces era algo importante para ti?, ¿Y así me dices que piense que es una tontería?, ¿Cómo puedo pensar que algo que amas es una tontería Allison?, si algo te importa a mí también me importa—, aseguró Erick haciéndome sentir aún más culpable.
—Creo que esto no va a funcionar—, solté sin más llamando su atención.
—¿Qué dices? —, soltó.
—Que somos un desastre como pareja Erick—, confesé, todo esto me tenía abrumada.
— Quien dijo que sería perfecto—, respondió el.
—No nos conocemos, no sabemos poner limitaciones entre nosotros, te conocí e inmediatamente me mude aquí contigo, ni siquiera me has propuesto que sea tu novia, estamos corriendo en vez de caminar, no…, no quiero que corramos—, pedí nerviosamente.

Nota de la autora:
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