Capítulo 11

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POV Erick Walton

—¿Qué hacemos aquí? —, me preguntó Allison.

Había invitado al idiota de Bastián Davis a desayunar para ver que podíamos hacer con el seguro de la madre de Allison.

—Desayunaremos con un amigo—, comuniqué.
—¿Con un amigo?, ¿Desde cuando tienes amigo? —, dijo sonriendo Allison.
—Es abogado, no se como tu padre esta tomando tu dinero, pero lo averiguaremos—, contesté.
—¿Mi dinero? —, interrogó ella sin comprender.
—El seguro de la señora Foster—, informé.
—No lo se Erick, no quiero tener nada que ver con mi padre, no quiere este dinero, no quiero verlo—, sostuvo.
—¿Por qué primero no escuchamos lo que tiene que decir el abogado?, luego decides que quieres hacer, yo apoyare tu decisión—, afirmé.

No me importaba el dinero, ni tampoco presionar a Allison con esto, a ella nunca le haría falta nada conmigo, pero lo que si me importaba era que su padre no siguiera haciéndole mas daño, la abandono y ahora tomaba lo que era de ella, el señor Foster había utilizado la parte que le correspondía como conyugue de su esposa y ahora se robaba la parte que le corresponde a Allison como hija.

—Buen día Señor Walton—, saludaba Bastián Davis, me puse de pies para darle la mano como verdaderos hombres y “amigos”.

Luego de tomar asiento den frente de mí, Allison estaba a un lado.

—Tan rápido el dinero suplanto los buenos modales. ¿No piensas presentarme a tu “novia” ?, supongo que por algo está aquí o no—, indicó el Lobo de Minnesota.
—¿Novia? —, indagué por curiosidad.
—No traerías a una puta aquí—, opinó sacando una carpeta de su portafolio.

Allison me miró con recelo por un momento, pero coloque mi mano sobre su pierna, temiendo por mi mano a sinceridad.

—Investigué sobre la cuenta, al parecer el señor Foster ha tenido ayuda de una abogada fraudulenta, pero me reservare el nombre para que tus hombres investiguen no hare el trabajo de ellos—, comunicó Bastián.

En ese momento me acordaba de las palabras de Hugo << Usted puede llegar a ser despiadado cuando se lo propone, pero el Sr. Davis es despiadado de por sí, se pudiera decir que disfruta serlo>>, y ahora lo confirmaba.

—¿Podemos de tenerlos? —, pregunté.
—Y llevarlos a prisión, tendrán que pagar una indemnización por el robo, mas devolver lo que se han robado. ¿Eso le parece bien a la señorita Foster? —, preguntó Bastián poniéndome en alerta.
— ¿Cómo…? —, pero fui interrumpido por él.
—No eres el único que investiga y tiene hombre accediendo a informaciones confidenciales. Mi firma no defiende a cualquiera, debo investigar mis clientes antes. ¿Por qué crees que siempre ganamos? —, espetó Bastián.
— Eres un maldito idiota—, escupí haciéndolo sonreír.
—Somos, querrás decir. Pero este maldito idiota ahora pertenecerá a los Walton—, sentenció.
—¿De qué hablas? —, expresé sin entender.
—Tu tío Rob Walton me convenció o prácticamente me vendió unas de sus hijas, la mayor—, informó él.
—Esperare a fuera—, anunció Allison de forma incomoda.
—No, quédate preciosa, quizás los dos tengan que ser los padrinos de mi boda—, bromeó Bastián, y el nunca bromeaba.
—¿Piensas casarte con Kate?, pensé que eras mas inteligente para caer la trampa de un viejo zorro—, solté sin más.
—Rob me necesita, y cree que casándome con su hija mayor logrará introducirla en la firma, pero no será así—, aseguró.
—¿No le harás eso a Kate? —, reté.
—Ella al final será la heredera de Rob, ¿porque dejaría que Kate dejara de representar a su padre en las mesas de negociaciones?, tiene un talento innato para eso, solo será mi as bajo la manga cuando me introduzca como inversor en tus hoteles—, comunicó él.
—Ella hará lo que diga su padre—, afirmé.
—Ella hará lo que diga su esposo—, aseguró él.
—Que la señorita Foster piense lo que hará con su padre un poco, estaré al pendiente de su caso. Le saldrá gratis, por nuestras futuras uniones—, ironizó Bastián poniéndose en pies para marcharse.
—Es un imbécil—, susurró Allison mirando a Bastián a los lejos.
—Pero ese imbécil está jugando bien sus cartas—, le dije.

El celular de Allison comenzó a sonar incesablemente en medio de nuestro desayuno.

—Disculpa debo tomar esta llamada—, se excusó levantándose de la silla para alejarse.

Aproveché que Allison se alejó por un momento para comunicarme con Hugo, necesitaba saber si había investigado algo sobre el nombre que le di en mi oficina y debía agregar otra persona a lista, el idiota de Bastián me había dejado con la duda del abogado que asesora al padre de Allison.

—Hugo—, anuncié.
—Señor Walton—, respondió.
—¿Tienes la información que solicite? —, le pregunté inmediatamente.
—Si, señor—, respondió.
—Perfecto, quiero que agregues otra persona al informe, es el abogado del Sr. Foster, alguien esta haciendo los procesos fraudulentos en todo esto por el—, informé.
—¿Puede recibirme en su oficina señor? —, indagó Hugo.
—Si, pero primero quiero que vengas hasta donde estoy y lleves a Allison al departamento—, ordene para terminar la llamada, mirando a Allison acercarse a la mesa.
— Tendré que dejarte—, informó Allison sentándose nuevamente.
—¿Por qué?, Hugo viene hacia acá, te llevara al departamento—, le dije.
—El puede llevarte a tu oficina y yo conducir tu automóvil—, sugirió ella inocentemente, como una niña pidiendo un dulce.
—Ni en tus sueños te dejaría tocar mi auto—, susurré para darle un beso.
—Mi entrenadora me necesita en la academia, no sé qué sucede, pero debo ir—, expresó ella.
—Sabes que debemos hablar sobre eso, sobre nosotros—, le indiqué.
—Lo sé, pero creo que estoy reconsiderándolo otra vez—, manifestó Allison seductoramente.

Me acerqué amenazadoramente a ella, luego de escucharla decir la palabra <<reconsiderar>>.

—Eso no fue lo que dijiste anoche mientras te follaba en mi cama—, sentencié mirándola, Allison se mordió los labios provocándome, la muy tonta quería jugar conmigo en mis propios terrenos.
—Pero ya no estamos follando, ahora desayunamos, creo que quiero cambiar de opinión—, susurró sexualmente, sentía mi verga endurecerse dentro de mi pantalón.
—Si no dejas de hacer esto te meteré a unos de los baños y te cogeré para hacerte reconsiderarlo otra vez—, reté.
—¿Dejar de hacer qué? —, dijo ella volviendo a morderse su labio en frente de mí.

Tomé la mano de Allison dispuesto a llevarla a un maldito baño y follarla rudamente hasta que deshiciera lo que estaba haciendo con mi verga.

—Señor, su cuenta—, anunció el camarero justo en el momento que me disponía a llevarme a Allison al baño.
—¡Maldicion! —, gruñí.

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