"Cuando el sol vuelva sangrienta la luna, nacerá bajo ella una niña. Será la séptima hermana, primera dama tras seis varones. Sus cabellos serán de todos los colores que se puedan imaginar, así como sus ojos, que jamás se han de cerrar por el peso d...
Mayette se levantó a la mañana siguiente de hacerse amiga del poltergeist con dos sorpresas por delante. No estaba segura de cuando, pero durante la noche había llegado dos lechuzas con cartas de sus hermanos. Y también alguna más que ya debía de haber emprendido el vuelo, para dejarle otra carta más. Una carta envuelta en un sobre blanco como la nieve, sellada de negro y dorado, con la "M" de los Malfoy en el sello de cera.
La chica tragó saliva con fuerza, pues la ponía nerviosa lo que podía contener la correspondencia que acababa de recibir. Rogó para que las cartas de sus hermanos no la rechazaran como las cartas de su madre. E incluso más fuertemente aún, rogó para que la carta del señor Malfoy no tuviera nada malo que decirle.
Decidió empezar por la de Bill, que era el más calmado de sus hermanos y el que mejor la comprendía siempre.
"Querida May:
Me alegra mucho que no te olvidases de escribirme cuando llegaste a clases. Perdona que te conteste tan tarde después de la llegada de la carta, pero es que no tenía demasiado tiempo, con todo eso del trabajo. Pero sé que me lo perdonarás.
En fin, yo quería hablar contigo sobre las inseguridades que expresas en tu anterior carta, pero por las cartas que me han llegado del resto de la familia, parece que ya estás más tranquila.
A pesar de todo, estoy enterado de lo de la howler de mamá. Y quería decirte que no tienes que sentirte mal. Pase lo que pase, Charlie y yo vamos a seguir queriéndote y apoyándote, ya lo sabes. En fin, que no estás sola y que intentaré calmar a mamá.
Espero que te esté yendo lo mejor posible en las clases, y para que te sea más fácil comunicarte con nosotros, me he permitido hacerte ahora tu regalo de cumpleaños. Lamento no haber podido hacerte uno en tu cumpleaños.
En fin, si miras en tu habitación, supongo que verás un búho muy pequeño. Es una especie mágica. No te preocupes, de pequeños no hacen nada, vienen a ser búhos comunes. Pero cuando son mayores, les cambia el color de las plumas a negro y el de los ojos a azul y empiezan a tener control sobre el clima. He pensado que te iría bien, porque es precioso y te gustan mucho los animales.
Espero que me respondas pronto a esta carta, contándome qué nombre has elegido para el pequeño y hablándome sobre cómo va tu curso.
Bill Weasley"
Mayette estuvo a punto de saltar de la cama para buscar al animalito, temiendo que pudiera haberle pasado algo cuando vio que el pájaro se había acurrucado sobre sus piernas, y estaba profundamente dormido. La imagen la enterneció y decidió simplemente abrir la siguiente carta, la de Charlie.
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"A mí querida hermanita:
¡Hola May! Me alegró muchísimo recibir tu carta, de verdad que ni te imaginas cuánto. Pero quiero ir al grano, porque tengo poco tiempo. Nos acaba de llegar un nuevo dragón, y ¡no veas si es difícil calmar a ese bicho! Así que no puedo quedarme a escribirte mucho, aunque me encantaría enviarte una carta larguísima.
