Capitulo 37

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Amelia

Me acerque rápidamente al inodoro, las grandes arcadas hacían que mi cuerpo se estremeciera, desde hace una semana Gilbert había salido de viaje, me sentía muy mal habían pasado 3 semanas y mi salud se había ido en picada

Trate limpiar mi boca y volverme a levantar pero otra vez mi estomago se revolvió y volví a dar grandes arcadas

Escuche la puerta abrirse

- ¿Que tienes Amelia? - su voz sonaba preocupado, volví a acercarme al baño volviendo con las grandes arcadas

- ¡¡oh por Dios!!- dijo con voz preocupante tomándome mi pelo para no mancharlo y sobandome mi espalda

Al terminar me limpie di un gran suspiro, sentí su mano quitándome los mechones de mi cara hasta que tocó mi frente

- tienes mucha fiebre- dijo rápidamente parandome

- solo necesito, necesito descansar- confesé, mi voz salía más como un murmullo, trate de agarrarme de cualquier cosa que estuviera a mi lado pero de un momento a otro todo se oscureció

....

Al despertar me encontraba en mi cama Mateo estaba en una silla sentado al lado mío,  al verme despertar se paro

- ¿como te sientes? - dijo quitándome el pañuelo de mi cabeza exprimiendo y volviéndolo a remojar para ponerlo en mi frente 

- nada bien- aclare sintiendo lo adolorida que estaba

- trato de analizar esta situación- dijo preocupado - pero descarto toda enfermedad- aclaro tomando mi mano vendada

Quito la venda y mi herida aun con los puntos no se miraba nada bien estaba roja e inflamada

- amelia talvez sea una infección por eso tienes fiebre pero no se cual sea el motivo de tus vómitos y desmayos - dijo hirritado

-creo que no es necesario que lo oculte ya que e llegado a este estado - exclame tratando de arecostarme

- ¿que cosa?- pregunto

- el día que me viste en el laboratorio con Gilbert, accidentalmente se quebró una muestra con la sangre de Lía- dije viendo como el engrandaba sus ojos

- por eso la herida en tu mano - dijo realmente sus ojos reflejaban miedo, asentí

- ¿no puede ser ? Como fuiste tan descuidada amelia Lía esta grave la hemos tenido semanas en observación y cada día lucha por su vida, viendola sufrir cada maldito día sintiéndome tan mal porque desearía ser mil veces yo el que este en esa cama y no ella y ahora tengo que verte a ti - dijo entre lágrimas caminando al rededor de la cama

- lo lamento, fue un accidente - dije haciendo una mueca de dolor  al sentir un gran dolor en el estomago

- ¿que tienes? - dijo preocupado acercándose a mi

- mi estomago- dije tratando de levantarme pero era imposible el me ayudo a levantarme para de nuevo ir al baño

- ¿Gilbert lo sabe? - pregunto tomándome el cabello cuando deje de vomitar

- no- dije limpiándome nuevamente

- sabes que le tendremos que decir- aclaro - también tienes que ir al consultorio para tenerte en observación

- lo se- exclame irritada me desesperaba saber que esto solo era el principio de todo un desastre- lo lamento, solo no me siento bien

- tranquila si, buscaré a Maya para que te de un baño y podamos darte medicamento y ir al consultorio

......

Me desperté en la camilla

Mateo se acercó a mí con una libreta - como te sientes- pregunto

- que me diste- pregunte

- solo medicamentos para aliviar el dolor no tan fuertes- aclaro anotando - le envié una carta a Gilbert- confeso

Iba a regañarlo pero rápidamente me interumpio - es tu esposo tiene que saber, así que no digas nada ahora eres mi paciente

- sabes que el fue para llevar las muestras de Lía para examinarla a detalle - aclare

- lo se, pero también se que se sentiría mal al saber que se lo ocultarte además a mi me mataría y créeme tengo al amor de mi vida y no quiero dejarlo disponible- aclaro acomodándose mi cabello

-te crees mucho no- le di una pequeña sonrisa

- claro - dijo giñandome

....

Mateo

Me encontraba haciendo el turno de noche observando a Lía sin duda una hermosa niña tan fuerte, sabía que por mi trabajo todos mis pacientes tenía que tener profesionalismo para no encariñarme, desde que llegué a Avonlea mi primer paciente fue Cole y nos fuimos enamorando mutuamente con cada cita y la segunda fue Lía desde que la conocí quedé muy encariñado con ella, al ver como se volteaba para acomodarse mejor al dormir, sonreí ante tal tierno momento

Me levante a quitarle su cabello de la cara y la volví a tapar con la manta le puse un pañuelo mojado para que la poca fiebre que tenia desapareciera

Sin duda me gustaría tener hijos

Escuche como la puerta abría dejando ver a una preocupada Maya

- tienes que venir, amelia se piso grave- hablo rápido,

- quédate aquí- dije caminando deprisa para entrar a la habitación de amelia

DESTINO | GILBERT BLYTHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora