Capitulo 40

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Los pasos apresurados en el pasillo hicieron que los presentes voltearan a ver en diferentes  lados pensando así hacerse invisibles ante la mirada de tan molesta mujer

-¿donde esta?- pregunto con el ceño fruncido deteniéndose entre ambos hombres

- ¿quien?- pregunto Dylan tratando de aligerar la situación

- Quieres morir- amenazo agarrandolo de su corbata

- en su consultorio - dijo asustado mientras su compañero tapaba su boca para contener su risa, su vista siguió a la mujer  hasta perderla de vista 

- No es gracioso Mateo- regaño al ver como soltaba una gran carcajada

- no te rías, la señora Blythe estaba muy molesta - dijo Maya acercándose junto con Elena

- es divertido a ustedes no les parece - hablo sonriente

- acaso no te da miedo, tiene una mirada matadora- hablo Dylan dando un gran suspiro

- si pero la conozco más que ustedes, además es como si nunca hubiera estado enferma y ahora que esta saludable me da felicidad verla comportándose como una niña - hablo divertido haciendo que los demás lo vieran

- sin duda esto es mucho mejor que verla en esa cama- dijo Maya sonriendo - aunque después de 1 mes de su mejora le alegra volver a verla caminando 

-no hay duda maya, fueron días difíciles, ahora hay que disfrutar estos momentos - aclaro mateo 




Amelia




Al llegar al frente de la puerta escuché risas, puse mi oído cerca de la puerta para poder escuchar bien su conversación 

- me encanta su voz señor Blythe es muy encantadora y suave 

-se lo agradezco por tal alago, pero me gustaría que empezara su entrevista 

-o por su puesto señor Blythe pero antes me encantaría comentar que investigue mucho sobre usted y ahora con este tan grande logro de la cura de una enfermedad debe de ser un hombre muy ocupado

al escuchar la risa incomoda de mi pareja abrí la puerta sin tocar viendo la impresión de las dos personas, entre y deje un documento en el escritorio de mi esposo

- cómo le decía señor Blythe ame lo que hizo en su investigación- hablo la mujer coquetamente muy sonrojada ignorando mi presencia

- claro es algo que a nuestro grupo nos hace sentir orgullosos- aclaro mi esposo viéndome dándome una pequeña sonrisa antes de volver a ver a la mujer 

Observe como discretamente trataba de que su busto reluciera en tan escotado vestido, Suspiré a tal descaro, al notar tal descaro delante de mí me puse al lado de mi pareja viendo como los ojos de esa mujer me prestaban al fin atención

-¿y usted es?- pregunto mirándome con desdén

-me parece a ver escuchado que había investigado sobre el señor Blythe - sonreí sarcásticamente viendo como ella se trataba de acomodar bien en su silla 

DESTINO | GILBERT BLYTHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora