Capítulo 62

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|AMELIA|

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Siempre buscamos el motivo por el cual pasan las cosas, sin embargo hay momentos, circunstancias que no pueden tener una explicación simplemente pasan.

Siento mis ojos abrirse lentamente, siento mi cuerpo adolorido y entumecido pero lo que me llama la atención es el leve peso en mi pecho contando con la calidez que emana

Intento abrir mis ojos pero la luz me ciega obligandome a cerrarlos tan rapido como los abri trato la manera de adaptarme cerrando y abriendo los ojos con lentitud, al ver que mis ojos soportan la luz llevo mi mirada a ese peso en mi pecho, mi corazón palpita al ver la pequeña cabecita entre medio de mis pechos  automáticamente lo envuelvo en mis brazos mientras una sensación de extrañeza hace que mis lagrimas caigan

Acarició su pequeña cabecita veo que se mueve, sus pequeñas manitas se entienden y su espalda se encurba haciendo que su pequeño glúteo se exsalten mi mirada no puede apartarse de él, por un momento su cabeza se levanta haciendo que quede frente a mi

— mi pequeño — sollozo  mientras mi vista está puesta en esos ojos que son iguales a los míos

Se que es mi hijo, no tengo dudo pero no logro entender el como pudo haber crecido tanto, sus facciones del rostro están mejor marcadas y sus ojos se abren como si nada, algo muy temprano para ser un recién nacido

El sonido de algo metálico  hace que salga de mis pensamientos, veo a mi madre  en el marco de la puerta,  el recipiente ondo deja el agua esparcida en la entrada de la habitación no comprendo su rostro ya que esta sorprendida

— mamá — la llamo al ver que se queda allí sin menearse — ma

No logro terminar mi garganta siente desgarrarse mi madre comienza a llorar con intensidad

— ¿Qué te pasa?— preguntó preocupada por su extraña reacción ignorando mi dolor

Veo a Stacy entrar para ayudar a recoger el recipiente y en sus manos trae toallas de mano que deja a un lado

— ¿te sientes bien?— pregunta mientras se incorpora — si no puedes hacerlo no te preocupes puedo hacerlo yo

No se que están hablando pero mis ojos vuelven a mi madre quien a paso apresurado se acerca a mi mientras me toma con ambas manos mi rostro

—¡ Oh Dios!— dice entre lágrimas

— ¿Qué te pasa hoy Juliet? — habla Stacy acercándose a nosotras al verme sus ojos se abren más de lo normal y por segunda vez el sonido del metal impactando en el piso se escucha

Mi pequeño comienza a llorar haciendo que mi madre se separe de mí

— Gracias a Dios — habla Stacy entre lágrimas —  Esto... esto tiene que saberlo Gilbert  — dice rápidamente saliendo de la habitación

— me puedes decir que esta pasando — le digo confundida

Nadie dice nada solo me ven...

-mamá- suplico, mientras mi preocupación y miedo me recorre todo el cuerpo

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|GILBERT|

Siento mi cuerpo arder, es como si cada que respiro me quemará.. aunque mi mente diga que pare y que ya no puedo dar un paso más solo puedo ver como mis movimientos siguen. El alivio me recorre al entrar a la casa siento que mis movimientos son lentos pero no tardo nada en llegar a nuestra habitación mi corazón palpita hasta más no poder

La puerta está abierta y mi corazón palpita con dureza haciendo que cada latido me duela

Allí está... el amor de mi vida...

Esta sentada en medio de la cama sus piernas quedan colgando por su corta estatura, veo su cabeza agachada al acercarme mis piernas fallan y estoy incado delante de ella. Escuchó sus sollozos y su cabello alborotado no me deja ver su rostro

— amor mío — mi voz sale como una suplica

Mi corazón sigue igual y no cambia cuando sus ojos llenos de lagrimas ahora están fijos en mí. Su rostro es de completa tristeza y dolor algo a lo contrario de mi que le agradezco a él destino por devolvermela

— Gilbert — susurra entre llanto, no puedo describir lo que volver a escuchar su voz me hizo sentir ¡Dios.. que falta me hacia!— Dime que no es cierto — niega con desespero la cabeza y mi corazón se siente tan culpable

— cariño — la llamo para que se detenga

— como pude hacerte eso.... — dice ahora viéndome — como pude hacerle eso a mis bebés— estalla en llanto

— no es tu culpa..— afirmó pero ella estalla en llanto nuevamente

— no me imagino lo que tuvieron que pasar... — habla con desespero— lo lamento... siento como si solo dormí un momento... como pude dormir por más de un mes....

— solo se que agradezco que nuevamente pueda verte cariño — digo rápido parandome para tomar su rostro

Me desago de cualquier rizo rebelde y uno de otro que por las lagrimas se pego a su rostro, mi corazón palpita y esta desbordado de felicidad

— no sabes.... cuanto te extrañe — digo entre lágrimas mientras la lleno de besos en cada parte de su rostro

— lo lamento — se disculpa

Niego mientras mi frente está junta a la suya

— no te disculpes nadie tuvo la culpa cariño... solo importa que estés bien— el llanto del pequeño se hace presente seguida el llanto del segundo bebé también

Me siento a lado de Amelia para que Stacy y Maya nos den a nuestros hijos

– Dios – dice al ver a la pequeña mientras yo agarro al varón – mis pequeños — sus lágrimas salen como río fluido—son tan hermosos

Voltea a verme y no puedo evitar no besarla nuevamente

— ¿les diste nombre? — pregunta viendo al pequeño en mis brazos

— no. Quería que tú les pusieras nombre. — aclaro, ella solo asiente

— Emma — dice acariciando el rostro de la pequeña — ve al nene y sonríe al ver que sus pequeños ojos están fijos en ella — Elliot — y dirige su mirada a mí — ¿te gustan?

— todo lo que venga te ti me gusta— digo haciéndola sonreír

DESTINO | GILBERT BLYTHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora