GILBERTAcomodo el frasco de algodones en mi escritorio y una que otra cosa para mantener mi consultorio limpio
— ya voy mi niña — le digo a mi hija quien a comenzado a llorar
Un olor me da la respuesta para saber el motivo de su llanto, así que la pongo en su cuna, la cual traje para que ella se sintiera cómoda ya que estos días e estado trabajando, claro que solo en investigación y uno que otro herido por caídas o dislocaciónes para no poner en riesgo la salud de mis hijos. Bueno más de la nena ya que ella es más apegada a mí
El varón es más de estar pegado a su madre y no puedo traerlo conmigo ya que la primera vez que lo traje lloró sin parar, han pasado un mes y medio desde el parto. Desde que mi esposa aún no despierta trato de mantener mi mente ocupada y enfocada en mi pasión y mis hijos claro que no es fácil pero trato la manera de no rendirme y luchar, una lucha física es dura pero una emocional es aún más
— listo mi niña — digo acomodándo su vestido blanco mientras la tomó cuidadosamente en mis brazos para cargarla
— Que buen padre eres —alaga una voz femenina a la cual ni volteo a ver —vamos Gilbert,¿ sigues molesto?
—Sabes que no eres bienvenida en mi consultorio— la volteo a ver con molestia
—¡ay vamos!, solo fue un beso— minimiza lo que me irrita ya que me beso cuando estaba distraído
— no, no solo fue un beso fue una falta de respeto hacia mí — reclamo — pensé que después de la entrevista te irías no se porque vuelves a buscarme
estoy cansado de su insistencia en querer tener una oportunidad conmigo desde hace 5 días a estado fastidiandome no se ni quien le dijo la condición de amelia a venido aquí desde toronto solo para fastidiarme
— porfavor Gilbert — chilla en un tono extraño acercándose a mi para tomar mi antebrazo con delicadeza
Por el acto mi hija comienza a llorar nuevamente y rápidamente me distanció de ella arruyando a mi hija para calmar su llanto
— agradecería que te fueras, a mi hija no le gustas y a mí tampoco — hablo con firmeza — no quiero verte ni aquí ni en otro lado que frecuente
— sin tan solo me dieras una, una oportunidad para demostrarte que seria perfecta para ti — habla en un tono un poco elevado
—no lo necesito entiendelo — hablo cansado — no me interesas y no necesito a nadie más que no sea mi esposa comprendelo, no te quiero y nunca lo haré e sido comprensivo contigo pero ya estoy arto de tu insistencia
— tu esposa Gilbert, ella está....
— ¡no te atrevas!— la interrumpo para advertirle, mi hija llora a gritos por haber gritado — ¡de tu boca no saldrá alguna ofensa o falta de respeto hacia mí mujer!
Aclaro con autoridad
— ahora lárgate que no quiero volver a verte en mi vida— digo dándole la espalda
— ya escuchaste lárgate— escucho la voz de prissy haciéndome voltear — largo, o ¿quieres que te enseñe la salida?
La reportera sale a regañadientes empujándola al salir
— ya mi niña ya paso, perdóname no debí gritar delante de ti... te asuste mi princesa, perdóname— le susurro haciendo que su llanto comience a calmarse
— Que hermosa es la pequeña amelia— alaga mientras acaricia su pequeña cabecita
Es verdad un mes y medio y mi hija tiene rasgos tan bellos. Su cuerpo gordito y su pelo es tan rebelde que aún sus rizos parecen pequeños resortes revueltos
— ¿Quieres cargarla?— pregunto al ver que mi pequeña está observando a Prissy
— enserió puedo — chilla de emoción —¡ ay es tan... tan increíble! — se limpia las manos en su vestido y yo se la pongo en sus brazos con cuidado
No llevo mucho siendo padre pero trato la manera de mejorar en varios aspectos, y aunque todo este mundo de la paternidad es nuevo para mí. Nunca pensé que podría amar a alguien más con tanta intensidad como amo a Amelia pero desde la llegada de los gemelos, mi amor se expandió y no me veo una vida sin ellos 3 son todo para mí
Los pasos apresurados hacen un fuerte sonido en el piso de madera haciendo que salga de mi pensamiento. Veo a bash apoyándo sus manos en sus rodillas para descansar, parece que corrió todo Avonlea
—¿ Qué pasa bash?— preguntó acercándome a él, al ver que no puede hablar al parecer camino mucho ya que su voz esta seca
—es... es... Amelia — toma una bocanada de aire
Solo lo observo y las peores cosas pasan por mi mente, siento como mi cuerpo se acelera y un escalofrío recorre mi cuerpo haciéndome sentir débil
— ¿Que pasa Bash?— preguntó desesperado pero lo ignoro y salgo de la habitación para dirigirme a la salida
— Gilbert — me llama bash — ella a despertado...
Siento mi corazón bombear con toda su fuerza. Detengo mi marcha y me volteo a verlo, sus lágrimas caen y Prissy esta viéndolo con los ojos muy abiertos
—¿que dijiste? — preguntó conmocionado
— Amelia a despertado — trata de articular sin romper en llanto
Siento como mi alma se envuelve en calidez, una calidez y felicidad invaden todo mi cuerpo y después de mucho tiempo lloro.... lloro de felicidad
Mi esposa, mi esposa a despertado...
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DESTINO | GILBERT BLYTHE
FanfictionDespués de tanto tiempo Gilbert acepto que tenia sentimientos por Anne, pero al llegar a la universidad de toronto sus sentimientos serán de nuevo otro gran dilema ¿acaso Anne no era el amor de su vida?. Acaso Gilbert esta confundiendo sus emocione...