capitulo 46

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Amelia

- ¡¡oh!!, por Dios - Exclamé con asombro a ver el gran charco de sangre con agua que le escurría en las entrepierna

Bash y Gilbert la tomaron rápidamente ya que se avecinaba una contracción, caminamos de nuevo al salón, recostandola en la cama improvisada de bash

- bash tranquilo no es tu primer parto - le hablo Gilbert al verlo nervioso y tembloroso poniéndose en posición para ver si el útero estaba dilatado

Gilbert subió la vista para verla

- aun falta mucho no tienes ni 4 para comenzar a pujar- comento ahora viéndome a mi

- necesito que la ayudes con su respiración que no puje hasta que pueda estar  más dilatada, que respire bien y resista hasta que sea el momento -exigió camine para posicionarme al otro lado de ella para comenzar a indicarle como debía respirar

- y tú- llamó a Mateo viéndolo de pies a cabeza-  calienta agua y trae muchas mantas - un asustado Mateo salió buscando todo lo que le habían indicado

[...]

Después de un largo rato entre los gritos de Stacy, Gilbert  volvió a revisarla teniendo a la par a un pálido Mateo

- saben que yo mejor estaré a fuera- dijo tratando de pararse pero la mano de Gilbert lo detuvo

- veo un poco su cabeza - dijo viendo a mateo - necesito tu ayuda

- no, no... no - dijo negando nerviosamente - que te ayude Amelia - dijo rápidamente

- te necesito a ti- alegó haciendo que asistiera - puedes ayudar necesito que te pongas atrás de ella para que pueda estar en mejor posición-hice lo que me ordenó, no sin antes darle un  rapido vistazo a Bash quien no paraba de temblar y sudar

Rodé los ojos

Hombres....

-necesito que pujes con todas tus fuerzas ¿puedes hacerlo?- le pregunto, ella simplemente asintió

Comenzo a pujar y pujar

- te necesito listo Mateo para que recibas al bebé- le comento Gilbert pero al momento en que un poco de sangre salio de la entrepierna de Stacy, Mateo engrando sus ojos

- mateo no mires - alegue pero ya era tarde Mateo se había desmayado

- toma mi lugar Bash - le dije viendo como  temblaba pero acataba las ordenes, me puse al lado de Gilbert no sin antes quitarle las mantas a Mateo

- necesito que pujes con todas tus fuerzas - dijo mi esposo, Stacy estaba sudando, sin duda ponía todas sus fuerzas en cada vez que pujaba

Era inevitable no hacer una cara de dolor a ver tal escena, no era yo pero era algo que podía sentir

Unos cuantos pujos y gritos, Gilbert saco al bebé y rápidamente me lo dio, lo envolví, en el salón el llanto se hizo presente

Gilbert corto el cordón le entrege el bebé a Stacy quien al verlo su cara cambió radicalmente una sonrisa llena de amor se formaba en los dos padres

- felicidades es un niño- felicito Gilbert

Algunas lagrimas salían al ver tan tierno momento, sentí un beso en mi hombro, vi en esa dirección y me encontré con mi esposo quien también se le habían salido algunas lagrimas, juntamos nuestras frentes, ya que por el momento no podíamos tomarnos de las manos

- ¿que paso aquí?- todos volteamos a ver al inoportuno de Cole quien acababa de llegar - ¿Que le paso?- dijo acercándose a Mateo que aun estaba desmayado

- la verdadera pregunta es¿ porqué  apareces hasta ahora-  dijo bash molesto

- al venir de regreso a traerlos se me exploto una rueda tuve que caminar mucho para ver quien me ayudaba arrepararla- aclaro

- ¿tanto te tardaste? - pregunte viendo como Gilbert me pasaba una manta humeda para limpiar mis manos

- si, tuve que ir a casa de Anne y Matthew no podía ayudarme pero por suerte si Jerry, y luego los busque dónde los deje pero ya no estaban y luego vi las luces en la escuela y aquí estoy- confeso

- quiero matarte- dijo con voz débil Mateo

- todos aquí querido-  comento Stacy - incluyendote a ti también

Mi esposo y yo reímos ante el comentario

Llevamos a Stacy con el bebé para el consultorio donde Maya y Elena la tendrian en observación ya que Stacy perdió mucha sangre algo que tenia que estar en observación junto con el bebé, aunque el por más tema de que necesitaba estar con su mamá por el pecho, ya que había nacido muy saludable

Sonreí al ver como Stacy lo arrullaba y le cantaba era igual a ella solo que con tes morena sonreí y termine mis anotaciones

- ya pensaron en el nombre- pregunte parándome de mi silla

- no, aun no Sebastián y yo hemos pensado en algunos nombres pero no sabemos cual ponerle- dijo acariciando el rostro de ella pequeño ser

- bash vendrá, cuando yo esté allá  - aclare

- pero y mi bebé, Delly no puede dormir si no le canto ella llora mucho en las noches - dijo preocupada- delly esta muy pegada a mi desde que me case con bash

- no te preocupes ella se quedara conmigo, Gilbert estará aquí contigo también ya que tiene que ver a otro paciente así que Delly me hará compañía hoy- aclare sonriendole vi como su rostro se suavizaba

- con todo esto, ¿ya te dieron ganas de tener un hijo?- comento viéndome con una risita burlona - Bash quiere un sobrino, piensalo

- no me llama aún la atención ese tipo de dolor - aclare - descansa me llegare a este hermoso niño para que puedas descansar - aclare viendo como me lo daba y se acostaba

- te lo agradezco Amelia, no sabes lo maravillosa que eres lo supe desde la primera vez que te vi- comento dándome una sonrisa antes de cerrar sus ojos

-Como olvidar los pantalones - susurré antes de salir de la habitación para cambiar al bebé de pañal estaba tan concentrada observando cada detalle de el que no me di cuenta cuando mi esposo entró

-es hermoso no, muy pequeño - dijo haciendo que me asustara, le lance una mirada de molestia al no haber tocado la puerta

- estaba abierta- aclaro, suspire y rodé los ojos, sin duda me leyó la mente

- no me percate- aclare volviendo a posar mi atención a él bebé que ahora lo envolvía en las mantas

- ¿no quieres uno?- pregunto emvolviendo sus brazos en mi cintura y posando su mentón en mi hombro

Reí ante su comentario

- paso- aclare tomando al bebé en mis brazos

- ¿por qué?- pregunto en mi oído me estremecí al sentir su aliento caliente cerca y su voz que era muy provocativa

- ten me iré a ver a Delly para que Bash venga - dije viendo como le tomaba en sus brazos

Seria un hermoso padre... , suspire ante ese pensamiento y fui a casa en caballo


DESTINO | GILBERT BLYTHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora