bávara mía - pedri gonzález

Capítulo 19

Marena

"Puedo ser todo lo que
tú quieras que sea..."

Llegamos a un restaurante al que decidimos ir con los chicos, Gavi quería pasar el día con Pedri, su hermano Fernando, Ansu, Aurora y yo. Nos habíamos vestido algo elegante, al menos nosotras, teníamos puestos dos vestidos idénticos (el de Aurora en rosa, el mío amarillo) que nos compramos el día de ayer cuando fuimos a recorrer tiendas. Mi prima me ha estado enseñando cada lugar que puede de Barcelona, los días que estoy libre de trabajo o cuando nos provoca salir a comer helados. Es una buena guía turística la muchacha.

Venir aquí con ellos me da la oportunidad de olvidarme de lo de la otra vez con Eric, haber escuchado esa conversación a hecho que me aleje y a él no le ha importado nada. Hoy Gavi lo invitó (ya que nadie sabe lo mal que va nuestra relación), pero se excusó diciendo que estaría con sus padres.

Me alivia un poco igualmente, ya no puedo estar con él. Solo he estado dándole vueltas al cómo terminaría la relación, porque ya es un hecho.

Ya estamos por entrar a sentarnos en la mesa que mi primo reservó y no dejo pensar en como se ve Pedri hoy. Después de que se quedó a ver la película conmigo, pude comprobar que el canario no es un ser detestable y que no lo odio ni un poco. No más.

- Marena, ¿verdad que antes también nos vestíamos iguales?

Aurora se aparece a mi lado, seguida de Fernando.

- Sí, casi en todas nuestras fiestas infantiles estábamos vestidas como gemelas, aunque de iguales solo tengamos el color de cabello.

- Son igual de preciosas. - Ansu nos dice, llegando con Pedri y Gavi a nuestro lado. Por fin podemos entrar a sentarnos, mis tacones ya están matando mis dedos.

- Buenas noches, tenemos reservada una mesa para seis personas a nombre de Pablo Gavi. - mi primo informa a la chica que está en la recepción.

- Buenas noches, síganme, por favor.

Comenzamos a caminar detrás de la chica. Pedri y yo quedamos de últimos, caminando más lento que los demás, estamos inspeccionando el lugar, a mí me parece bonito. Cuando estamos a punto de llegar, miro que Pedri se queda estático observando unas mesas más allá de la nuestra, le jalo del brazo, para que reaccione.

- Pedri, no nos podemos quedar aquí parados. - le informo. Mirando hacia los chicos, que nos hacen señas.

- Cierto. Vamos, Marena. - el canario se dispone a empezar a caminar, cuando decido mirar hacia donde él tenía su vista puesta, para encontrarme con un Eric sonriente, sentado con Blanca a su lado.

Mi cara entra en una confusión tremenda. Así que aquí es donde estaría. El canario ahora intenta hacerme caminar, pero no me muevo ni un centímetro.

‐ Vamos, Marena. - me dice. Pero niego, quitando sus manos de mi cintura y empezando a caminar hacia donde se encuentra mi novio.

- Buenas noches. - digo con toda la fuerza posible en mi, no me quiero romper aquí, menos con ellos dos mirándome.

Eric al escuchar mi voz, sube la cabeza con una cara de susto. Puedo jurar que hasta se ha puesto pálido.

- No quería interrumpirlos, sólo los vi y quise saludar. Que tengan una hermosa velada. - busco la mirada de la morena, que intenta ignorarme. - Disfruta de mi novio, Blanca.

Empiezo a caminar lejos de ellos, Eric se ha levantado y comienza a excusarse con Blanca, diciéndole que irá detrás mío pero camino más rápido, sintiendo a Pedri siempre un paso detrás.