Capítulo 6

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—Nuevamente gracias por todo —dijo Rebecca haciendo una reverencia a la comitiva integrada por Sukhon, Yut y dos o tres miembros más del personal del hotel a quienes se había corrido la voz de que la actriz se encontraba hospedada ahí. 

Todos la despidieron entre elogios, mientras Freen esperaba apoyando la espalda contra el costado del auto. Había pasado los últimos minutos jugando con sus llaves y dándoles espacio para poder terminar con lo suyo, cuando vio a Rebecca dar la vuelta y acercarse. Hizo lo propio haciendo una pequeña reverencia a la comitiva que ahora miraban en su dirección en señal de agradecimiento y se apresuró a abrirle la puerta a la actriz. 

Habían decidido salir temprano aquella mañana para tener tiempo de aprovechar el día. La fotógrafa había mencionado que faltaban alrededor de 4 horas para llegar a Phuket y que le gustaría hacer algunas fotos en las islas Phi Phi, un par de playas vírgenes y, si tenían el tiempo suficiente, en el santuario de elefantes de la provincia. Rebecca se encontraba entusiasmada con todas las actividades. Esperó que Freen echara a andar el auto para encender el aire acondicionado y suspiró con satisfacción cuando pudo sentir la corriente contra su piel. 

A pesar de la hora, el clima era cálido, incluso más que el día anterior. La actriz se había recogido el cabello en una coleta para dejar los hombros al descubierto y llevaba puesta la camiseta más ligera que había empacado, sin embargo el calor seguía siendo abrasador. Comenzaba a preguntarse cómo Freen a pesar de todo parecía sentirse fresca, vestida con sus pantalones tipo cargo y una camiseta sin mangas a juego, que dejaba al descubierto unos brazos tonificados con bíceps firmes y tríceps bien trabajados que se dejaban entrever cuando cambiaba de velocidad o al cambiarse de carril en la autopista.

Rebecca se ajustó los lentes de sol que llevaba sobre la cabeza cuando cayó en cuenta de que había mirado fijamente por demasiado tiempo a la fotógrafa y, como ya se había hecho costumbre, encendió el equipo de sonido para hacer sonar la música. 

Mientras recorrían la pista en silencio, la actriz no pudo evitar pensar en lo que había ocurrido la noche anterior. Si bien, al principio se había sentido avergonzada por el quiebre emocional que había tenido frente a Freen, ella la había contenido, escuchando todo lo que tenía por decir y consolando cuando Rebecca le había hablado acerca de sus miedos, algo de lo que nunca había hablado con nadie antes. Finalmente, cuando se sintió tranquila tras una larga conversación, la fotógrafa le había deseado buenas noches, la había besado en la coronilla y se había retirado a su dormitorio.

—Estás muy callada hoy —dijo Freen devolvíendola a la realidad. —¿Aún piensas en lo de anoche?

Rebecca se sintió expuesta de pronto y negó con la cabeza en acto reflejo.

—No, no —negó —sólo, estaba pensando que Phuket es una ciudad bastante concurrida —mintió desviando el tema, — y no quiero arruinar la diversión si alguien hace correr la voz de que estamos ahí y la prensa comienza a llegar…

Rebecca sabía que en una ciudad como esa, sería inevitable ser reconocida frecuentemente. Con eso no tenía ningún problema. Sin embargo, sabía también que si llegara a correrse la voz, pronto estaría rodeada por los paparazzis y la prensa rosa, uno de los peores dolores de cabeza que venían con su profesión. 

No hizo falta explicar a qué se refería. Aunque Freen no se había involucrado nunca, conocía bien cómo trabajaba ese sector de la prensa de espectáculo que rayaba en el acoso para conseguir una imagen que, frecuentemente parecía algo muy distinto de la realidad. Recordó cómo durante sus años como estudiante, varias agencias le habían ofrecido trabajar con ellos. No podía mentir, la paga era excelente pero, se metían con algo que ella valoraba más que el dinero: la privacidad.

Spotlight | FreenBecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora