Capítulo 12

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La mañana despertó con el sol brillando intensamente sobre el horizonte, cegando a los desprevenidos conductores que atravesaban el camino que conducía a Khao Yai.

Freen bajó la visera del auto para evitar deslumbrarse y fijó la mirada en la larga fila de autos que aguardaban su turno para ingresar al lugar donde se llevaría a cabo el evento al que había accedido a acompañar a Rebecca. La noche anterior, había anticipado que habría una afluencia considerable de personas, sin embargo, pocas veces había visto tal cantidad de visitantes dirigiéndose al parque, incluso en temporada vacacional.

Cuando llegó su turno para pagar su acceso, un joven que vestía una camiseta con el logo de Greenpeace se acercó a su ventanilla para ofrecerle un folleto informativo con la descripción de las actividades del día, e indicarle el espacio de estacionamiento reservado para miembros de la prensa. Freen no había mencionado nada al respecto, pero supuso que el hombre lo había deducido al ver su cámara en el asiento del copiloto, así que, se había limitado a asentir, mientras él le dedicaba una larga mirada apreciativa, antes de sonreír para despedirla y levantar la pluma que permitía la entrada.

La fotógrafa deslizó su auto muy despacio, echando una ojeada a los alrededores en busca de cierta camioneta conocida que no alcanzó a vislumbrar. Abrió la ventanilla por completo para extender su campo de visión aún más lejos y llenó sus pulmones con el aroma fresco que impregnaba el aire con una mezcla de naturaleza y tierra húmeda. No pudo identificar la camioneta de Rebecca, así que simplemente aparcó y decidió buscarla en los alrededores.

Tomó su cámara del asiento del copiloto y se ajustó la gorra chequeando una última vez su imagen en el espejo. La mujer que vio, le devolvió un asentimiento satisfecho. Al tratarse de una actividad al exterior, aquel día había decidido utilizar una playera negra sencilla ajustada a la cintura de sus pantaloncillos cortos a juego. El cabello recogido en un chongo bajo, le daba un aire desenfadado y las gafas de sol le proporcionaban la ilusión de estar siendo parcialmente encubierta, lo que ayudaba a apaciguar la tensión interna por estar rodeada de una multitud de extraños.

Afianzándose la correa de la cámara al hombro, Freen avanzó sin prisa hasta el improvisado escenario donde un par de técnicos iban y venían ajustando cables y palmeando suavemente los micrófonos para comprobar el sonido. El escenario estaba enmarcado por un arco que mostraba los logos de las asociaciones participantes y el nombre de la iniciativa: Plantemos nueve mil árboles.

Freen había tenido tiempo de investigar de qué se trataba. Estaba en su naturaleza prepararse para cada nueva situación. Aquella era una campaña de recuperación de lo que solían ser tierras de cultivo en los alrededores de Khao Yai, para sumarlas a la reserva natural tras la debida rehabilitación.

Saber que la actriz se involucraba en proyectos como ese, abonaba a la buena imagen que se iba haciendo de ella. Era como si cada nueva cosa, le confirmara la primera impresión que había tenido de Rebecca y le brindara un poco más de confianza para dejarse guiar por su intuición en lo concerniente a la actriz.

Avanzó a paso lento entre la multitud evitando deliberadamente la zona de prensa. No le apetecía cruzarse con algún compañero fotoreportero que la entretuviera, lejos de lo que realmente quería aquel día. Si bien, sabía que no era un día de campo, sino parte de la agenda de la actriz, aspiraba a poder pasar todo el tiempo que pudiera con ella.

De pronto, como llamada por sus pensamientos, Freen vio una silueta conocida esquivando un par de distractores en su camino hacia el lugar donde se encontraba.

Cuando sus ojos se encontraron, ambas sonrieron. Rebecca era una mujer hermosa. siempre había sido así, pero aquella mañana la fotógrafa notaba un brillo particular que sin pensar, la hizo levantar el objetivo de su cámara para capturar el momento.

Spotlight | FreenBecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora