Spotlight | FreenBecky

Capítulo 15

La fotógrafa se abrió paso saltando el cerco de seguridad para correr a la ambulancia que permanecía estática a un costado de dos autos destrozados. Su Mazda, completamente hundido en el costado derecho, había sido impactado por un mini cooper de color chillón que debido al choque tenía deshecha toda la parte delantera. La escena le causó terror.

Momentos atrás, la llamada del ajustador la había puesto en alerta mandando una descarga de adrenalina a todo su cuerpo. Adrenalina que la había hecho mantener la cordura suficiente para abordar el primer taxi que cruzó la avenida, dar las indicaciones correspondientes y presionar al nervioso conductor para llegar tan a prisa como fuera posible.

La alegría del día había desaparecido reemplazada por una angustia asfixiante que solo empeoró tras la visión del estado real del accidente. "Rebecca debía estar bien. Tenía que estarlo", se repitió descompuesta, a punto de caer de rodillas y vaciar el contenido de su estómago sobre la acera.

Reduciendo su velocidad, avanzó temblorosa hacia las puertas de la ambulancia, sintiéndose sudar frío. Los latidos frenéticos de su corazón podía escucharlos directo en sus oídos y tuvo que armarse de valor para no desvanecerse al momento de rodear la unidad, dónde una paramédico terminaba de colocarle un cabestrillo a Rebecca que, milagrosamente, estaba consciente, sentada por sus propios medios y apenas con un par de rasguños superficiales.

Freen sintió como el alma le volvía al cuerpo cuando la actriz, apenas la vio saltó de la ambulancia y corrió hacia ella para ser recibida en sus brazos que la acunaron con un alivio indescriptible.

—Dios, Beck, estaba tan preocupada —gruñó contra su cabello al tiempo que se alejaba un poco preocupada por hacerle daño si presionaba demasiado. —Tu brazo, te llevaré al hospital ahora.

—No hace falta —negó con la cabeza. —Acaban de revisarme y no parece ser nada de cuidado.

—Pero... —la fotógrafa se volvió hacia la paramédico que asintió en confirmación de lo que Rebecca había dicho. —¿Está segura? —externó con preocupación.

—Por supuesto —respondió la mujer al verla acercarse —la lesión no es grave. Va a requerir mantener el hombro inmovilizado en la medida de lo posible durante un par de semanas y reposo, pero estará bien —explicó. —No obstante, no estaría de más visitar a un especialista mañana para tomar algunas placas. Solo para descartar cualquier complicación.

Freen asintió con comprensión antes de tomar el rostro de la actriz entre sus manos y revisar cada detalle buscando cualquier clase de herida visible mientras Rebecca la miraba con dulzura, conmovida por su preocupación.

—Estoy bien —la interrumpió. —De verdad —dijo, alcanzando una de sus manos para acercarla a sus labios.

—Me lleve un susto de muerte —dijo, volviéndola a envolver, cuidando de no presionar su hombro.

La joven rubia se removió inquieta y sintió cómo las lagrimas iban apoderándose de ella. La tensión en el rostro de la fotógrafa cuando la había visto llegar, denotaba la angustia genuina de pensar que podía haberle pasado algo. Freen le ofrecía siempre lo mejor de ella. Le había brindado su confianza y como pago, había abusado de ella.

—Lo siento Freen... —Rebecca apartó la mirada y agachó la cabeza con vergüenza.

—Hey —llamó la fotógrafa levantando su mentón con gentileza para volver a encontrarse con ojos acuosos. —Está bien. Ya todo está bien ahora.

—No lo está —negó con la cabeza. —Te preocupé, destroce tu auto...—la actriz no alcanzó a terminar la frase porque los labios de la fotógrafa aprovecharon justo ese momento para presionar contra los suyos.