06 slime

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Slime no picaba la comida. Se encontraba sentado en la cafetería con la mirada perdida en algún punto lejano de la ventana de la gran habitación. 

Estaba algo desaliñado, su característica mirada gélida y odiadora estaba fija en el muy malo de Foolish. Tenía sujeto a Mariana del brazo de una manera lo suficientemente brusca como para saber que le molestaba. 

― Si en realidad hubiera cortado con él ― comenzó a decir. Su lengua jugaba con los costados dentro de su boca ―... No estuviera así, tan pegado.  

― ¿Si te das cuenta que estás hablando solo? 

La desconocida voz de un chico detrás de él, le hizo dar un pequeño salto en su lugar y asustarse. La mayoría de personas preferían hablarle a alguien frente a frente; donde sus caras se conocieran mutuamente y que dejara de ser catalogado como un completo desconocido. Sí, eso hubiera sido lo ideal, pero al parecer el chico que había hecho que Slime diera un salto, no pensaba igual. 

Slime volteó la vista hacía atrás, encontrándose con Vegetta. ¿Les suena? El sonriente Vegetta con sus características mejillas rojizas por la emoción y sus ojos chillantes que transmitían emociones puras. 

― Mh, Vegetta ― musitó Slime restándole importancia y alzando la cabeza ligeramente ―. ¿Qué te trae a la mesa del olvidado Charlie?

Un nombre bastante tétrico y más que nada tonto. Eso lo había logrado razonar segundos después de haber entonado la dicha frase, pero después le restó importancia. Le importaba más saber qué era lo que el mayor quería con él, y algo le decía que tenía que ver con Mariana y Foolish.

― Mh, ¿puedo sentarme? ― apuntó Vegetta al asiento frente suyo. 

Slime le miraba extrañado por su comportamiento. ¿Recuerdan que nadie se sentaba con Charlie? ¿Desde qué momento Vegetta era nadie? 

― ¿A caso soy dueño de la mesa? ― el sarcasmo con algún tipo de tono grosero, resonó en los oídos de Vegetta, haciéndolo enojar por milésimas de segundos. 

― Ya veo porqué nadie te habla. 

 El ego de Slime se vio ligeramente ―muy― afectado por aquel comentario. A su mente, él nadie se resumió a "solo Mariana me hablaba pero ahora ya no", así que no pudo evitar sentirse aún peor. 

Al recordar al de cabellos cafés, su mirada se volvió a dirigir a donde él se encontraba. Mariana estaba algo separado de Foolish, con la mirada baja. El fuerte agarre del mayor en el hombro del de ojos cafés, le parecía demasiado rudo a Slime. 

― Aah, ¡ya entiendo! ― exclamó Vegetta emocionado. Slime no le tomó importancia y siguió viendo a la pareja ―. ¡Te gusta Mariana! 

Slime volteó a ver a Vegetta. Su mente pensaba en aquella afirmación y cada buscaba cada vez más a fondo de sus sentimientos la respuesta correcta. 

Mariana. Ese nombre le resultaba tan atractivo, y lo hacía desde tiempo atrás, donde se le había ocurrido cambiarse de escuela. Siempre, desde que entró a ese instituto, había escuchado del chico de sonrisa cuadrada que iluminaba habitaciones solo con su presencia. 

Sí, desde ese entonces le gustaba Mariana pero ahora que lo conocía bien... ¿Qué era en concreto lo que sentía? ¿Qué significaban aquellas imágenes en su mente de ambos juntos? Esos pensamientos "no me gusta tu novio, quizá necesites uno nuevo", ¿a caso significaban otra cosa? 

Charlie, para su pesar, solo solo había desarrollado un gusto especial a Mariana, si no, que había caído completamente en sus encantos, en su manera de ser y parlotear demás. 

― No, no me gusta ― miró a Vegetta y soltó un suspiro de resignación ―. Estoy enamorado de Mariana.  

Boyfriend [FLIPORIANA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora