Atelofobia.

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Lucian

Lo nuestro fue tan fugaz que una estrella nos vió y pidió un deseo.
Mario Benedetti.

Una semana después

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Una semana después...

Una enorme sonrisa se extendía por mi rostro, miraba la foto en mi celular con un brillo en los ojos, su sonrisa en dicha foto me había hecho más feliz al despertar y a... Todo sencillamente, en serio mirarlo con esa sonrisa mientras me abraza era lo que hacía que mi corazón se acelerará.

Secrets I have held in my heart Are harder to hide than I thought, Maybe I just wanna be yours, I wanna be yours, I wanna be yours —tarareaba por lo bajo con una mini sonrisa, durante mi trayecto vi a un par de personas que se me quedaron mirando ya que iba cantando y danzando pero no podía evitarlo iba a verlo de nuevo y eso me hacía enormemente feliz.

Mi mejor amigo se acercó a mi junto con Raven quién lucia igual de hermosa cómo siempre, pero tenía una expresión seria al notarme tan alegre me miraron ambos extrañados pero no dije nada sólo corrí a ellos antes de guardar mi celular en el bolsillo de mi sacó y abrazarlos.

—hoy sin duda será un gran día —ambos se miraron extrañados pero prefirieron no decir nada y solo sonreir, los conocía demasiado bien a ambos sabía que estaban felices porque yo estuviera feliz.

(...)

Habían pasado un par de horas y mi felicidad ya no seguía tan intacta cómo antes había una extraña sensación en mi estómago que me lo impedía no se que era pero lo único que tenía claro era que algo malo iba a pasar, entonces el rington de mi celular de Phineas y Ferb sonó llamando mi atención eso de forma involuntaria me sacó una sonrisa pero el nombre en la pantalla la borro de inmediato.

Habían pasado un par de horas y mi felicidad ya no seguía tan intacta cómo antes había una extraña sensación en mi estómago que me lo impedía no se que era pero lo único que tenía claro era que algo malo iba a pasar, entonces el rington de mi celu...

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Mi prima no era de las que llamaba para saludar o si quiera para felicitarme en mi cumpleaños es... La adoro pero ella suele ser bastante arisca en cuanto a las muestras de afecto, descuelgo la llamada mientras terminaba el recorrido del pasillo hacía el patio de la escuela.

Quizás No Te Odio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora