Hunter
Dos personas que huyen de un mismo sentimiento, huyen en la misma dirección.
—gracias cariño fuiste muy amable al traer esas flores aquí —dice la señora Pierce con una sonrisa enorme frente a mi en este momento estamos en su cocina y maldita sea su cocina es más grande que mi jodida habitación es de colores claros y oscuros más que todo marrones al igual que toda la casa, Lucian esta apoyado en uno de los mesones de brazos cruzados mirándonos pero yo ni siquiera he podido levantar la vista hacia el después de lo de hace un rato.
La forma en que me tomo de la cintura hizo a mi corazón saltar descontrolado, cuando lamió mi cuello por solo un segundo desee que volviera a hacerlo y que no parara.
—no fue nada señora Pierce es un completo placer hacer esto por usted —hable en tono amable dándole un apretón a su mano.
—cariño mientras no estemos en la escuela no tienes porque llamarme señora suena como si tuviera cincuenta años dime Margaret o Margot como prefieras —hace un ademán justo cuando la puerta de afuera se escucha abrirse el pelinegro y la joven mujer rubia no tardan en ponerse alerta —. Oh ya llego mi esposa —la señora Pierce suelta mi mano caminando con rapidez hacia la puerta.
Lambert se acerca a mi poniendo una mano en mi espalda baja erizando por completo el bello en mi cuerpo se acerca a mi oreja rozando sus labios con el lóbulo de esta misma.
—ven quiero que conozcas a mi madre —susurra por lo bajo con voz ronca y profunda humedeciendo un poco el lóbulo de mi oreja yo asiento como piedra, estático en mi lugar así que el tomo mi mano llevándome con el.
Mis ojos están fijos en nuestras manos entrelazadas no voy mentir diciendo que mi cuerpo no reacciono a eso porque mis mejillas están calientes, mi pulso un tanto acelerado pero sin importar nada de eso mi cuerpo no esta tenso, puedo escuchar distintas voces hablando sobre todo dos que son las que más fuertes suenan y no me refiero a que son un tono de voz demandante o gruesa de echo son un poco más suaves y tranquilas de mujer pero son más claras por el obvio acento que estás poseen, es el mismo acento con el que hablaba Lucian hace unos días, un clásico acento italiano muy marcado de la nada Lucian se detiene en seco pero sin soltar mi mano a si que subo mi mirada encontrándome con dos bellas mujeres pero en especial hay una que llama mucho mi atención la observo es de estatura mediana y piel dorada su cabello es negro azabache el cual llega sobre sus hombros su rostro es fino y delgado su nariz es perfilada sus labios poseen un color rosa brillante al mirar sus ojos suelto un jadeo de sorpresa, son azules pero no cualquier color de azul es igual al ojo izquierdo de Lucian son... Son idénticos realmente lo son al bajar un poco mi mirada ahora si que me sorprendo porque del estomago de la mujer sobresale una gran barriga que es cubierta por una tela de color negro...
—pequeño Miller te presento a mi madre Gia D'franco —comenta Lucian sacandome de mi ensoñación señalando a la mujer quien me muestra una cálida sonrisa extendiendo su mano hacía mi no tardo ni dos minutos en tomarla —. Madre, Hunter, Hunter madre —presenta haciendo ademanes entre ambos.
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Quizás No Te Odio
RomansaHunter y Lucian no tienen mucho en común... excepto su odio mutuo. Pero cuando un castigo les obliga a pasar un año juntos, estos dos chicos se verán obligados a conocerse y a confiar el uno en el otro. A medida que se descubren los secretos de sus...