07. PRICKINGS

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07. Remordimientos ⊷✶







𝕶endra siempre esperaba con ansias la llegada del invierno, era su época favorita aunque cuando recién estaba llegada en Ravka, le recordaba a las tierras fjerdanas. Pero con el tiempo todo tomó un significado diferente, él le había dado un significado diferente.

Ya no importaba, tenía cosas de más por las que preocuparse: la leva del Primer Ejército que afectaba directamente al Segundo, el hecho de que Alina siguiera respirando y por último pero no menos importante: aún no se habían preparado tartas con la conserva de cereza traída de Balakirev. Cubiertas con pasta de almendra, como le encantaban.

Por eso, y a pesar de todo lo que Baghra le había dicho, mientras el resto de los Grisha iban del palacio para ir a montar y hacer excursiones en trineo por los campos cubiertos de nieve que rodeaban Os Alta, ella se la pasaba metida en la biblioteca, en la sala de guerra o en su recamara. No quería dejar el Palacio, no mientras el General y Alina siguieran ahí, no mientras ella tuviera algo que quitarle.

— ¿Cuándo?

— La próxima semana, ten todo listo

— Como siempre

Algo le pasaba, su voz sonaba más apagada de lo habitual.

— Nos vamos por casi un mes Kendra

— Eso ya lo sé

Tampoco lo estaba mirando a los ojos, y Kirigan estaba seguro de que si lo hacía, no encontraría esa admiración con la que ella siempre lo percibía.

El General rodeó la gran mesa en el centro de la sala, llegó a Kendra y le quitó el papel de las manos, dejándolo fuera de su alcance.

— ¿Qué pasa?

— Nada — se apresuró a responder — ¿Qué sucedió con el ciervo?

— Kendra...

Volkov sintió de repente el frío tacto del Oscuro, tomó su barbilla y la obligó a mirarlo a los ojos.

— ¿Qué te sucede?

— He dicho que nada — De un manotazo apartó la mano de su rostro, aún así él logró detenerla.

— ¿Estás molesta?

— Tengo cosas que hacer — dijo intentando apartarlo

— Dímelo — le insistió

— Cosas que tú me ordenaste que hiciera — dijo ignorándolo

— Pues te ordeno que lo suspendas — dijo tranquilamente, sin dejar de buscar su mirada, pero le era inútil, Kendra giró su cabeza hacia la derecha, evitando sus ojos cuarzo.

𝕸𝖔𝖎 𝕯𝖚𝖘𝖍𝖆 II Lantsov x Morozova Donde viven las historias. Descúbrelo ahora