Sonrisa

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Aquellos dos demonios a pesar de sus diferencias se habían llevado bastante bien ¿Cómo podía ser? El menor de ellos era infantil y despreocupado acerca de todo, siempre sonreía; pero en cambio el mayor de más de 400 años no era así. Era serio, bastante callado y sonreír no era su cualidad.

A pesar de ello, con el tiempo y unas quedadas fuera de lo que viene ser sus reuniones, fueron ya de manera oficial buenos compañeros.

...

Se encontraban caminando por el bosque, les había tocado una misión que les otorgó su líder juntos.

- ¡Kokushibo-dono, Kokushibo-dono!

Decía la segunda superior mientras estaba correteando dando saltos detrás de su mayor.

- Que quieres Douma...

Respondió. No le molestaba para nada la actitud infantil de su compañero, se había acostumbrado y le recordaba a un niño pequeño ¿Tal vez sus memorias humanas pasadas influían? Sí, seguramente sí.

- ¡Estoy muy feliz de poder pasar tiempo con usted! ¿No piensa lo mismo?

Dijo con aquella gran sonrisa que siempre llevaba en la cara.

- Aja, como sea Douma, no digas tonterías.

A Kokushibo a veces le molestaba lo animado que podía ser a veces, toda esa energía que llevaba encima era tan agotador de poder aguantar

- Cállate un mes y simplemente vayamos a buscar algo para alimentarnos.

- Jiji. Vale, vale, me parece bien.

Respondió y no hubo ninguna conversación más entre ellos. Douma a pesar de que no podía contener las ganas de hablar lo intentó por un rato mientras caminaban.

- Sabías que-

- ¡SILENCIO, YA!

No le dejó terminar y le miro con una cara enojada con sus 6 ojos penetrando al menor. Douma, por su parte se calló y vio como su superior estaba mirándole de aquella manera, cruzaron miradas.

- Parece que me vas a comer con la mirada, y más con esos 6 ojos de araña que me llevas...

Dijo. El mayor por su parte dio una leve y corta carcajada, por alguna razón le hizo gracia el termino araña que le dijo su subordinado; rápidamente agarro su postura y tosió un poco.

- Ejem... como decía, cállate.

- Espera ¿Te has reído?... ¡¡¡WOAH!!! ¡NO PUEDE SER! La persona más amargada de este mundo se ha reído. Esto lo cuento en la fortaleza infinita y nadie me cree.

- Shh, mejor, esto nunca ocurrió. 

A Douma le impresiono que su superior se haya reído por las tonterías que decía, se sintió con... ¿Alegría? Eso pensaba que era, así que le ofreció una sonrisa a este para finalmente callarse.

...

Aquel mismo día, Douma después de terminar lo que debía de hacer con su compañero, se quedó pensando sobre aquello que había pasado... Todavía no lo creía.

La imagen de verlo sonreír se quedó grabada en su memoria; se veía lindo, pensó. Después se dio cuenta de lo que estaba diciendo y sintió algo extraño, sus mejillas se habían coloreado un poco. ¿Quizá tenía confianza con el hasta para incluso sonreír? Pensó y al pensar eso, una sonrisa apareció en su rostro. No era esas sonrisas que hacía a posta, esta no la había fingido, de hecho, ni siquiera se había dado cuenta de que estaba sonriendo.

La calidez de tus manos | Kokudou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora