Contigo

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Después de aquella mágica noche de amor que tuvieron, pensaron que nada malo podría haber ya. Todo ese tiempo que llevan juntos... Todo era de color de rosas, era simplemente hermoso. 

—Descansemos por hoy... Quizá estés cansado, fue una noche muy movida — decía Kokushibo mientras mimaba a su amado novio. Saber que ahora mismo le pertenecía al completo, le daba un aire de satisfacción que le gustaba mucho.

— Sí, Kokushibo-dono... Le quiero mucho — respondió con sus mejillas sonrojadas el albino mientras le daba una cálida sonrisa. Después, decidió acostar su cabeza sobre el pecho de este mientras lo abrazaba con amor.

El demonio de varios ojos dió un largo suspiro mientras seguía acariciando a su novio. No sabia como fue el momento en que le había robado su corazón de aquella manera, pero ahora mismo sentía que aquel gran vacío que poseía durante toda su vida estaba siendo llenado. ¿Esto es lo que llaman "amor"? Entonces es simplemente la cosa más hermosa que le puede pasar a cualquier ser vivo que camine por la tierra.

* * *

Pasaban las semanas y era precioso. Tenían esos encuentros sexuales de manera ocasional. Sentían que sus corazones se amaban cada vez más cuando podían sentir la calidez de sus manos tocándose mutuamente para después derretirse sobre sus cuerpos en un precioso lago de amor.
A la luz de los demás, se notaba a quilómetros lo mucho que se querían, eran uno al otro, aquella pieza que los complementaba para ser uno, o si... Su otra mitad.

Pero algo que deberíamos saber todos, es que no debemos dejar a responsabilidad de otros que sea quien tenga el peso de nosotros, y eso lo sabían, pero no querían pensarlo.

* * *

—¡Kokushibo, Kokushibo!— gritaba mientras perseguía a su novio, como si fuera un pequeño niño pequeño persiguiendo una paloma con aquella inocente sonrisa de que piensa que jamás se irá, que siempre podrá atraparla, que nunca saldrá volando.

—Jaja, ¿Dime, Douma? — sonríe también acariciando la cabeza de su amado, dejando se ser él mismo por el consumismo del amor, aquel sentimiento que te hace actúar de la manera más humana que existe; aquel sentimiento que te hace hacer cualquier locura por amor... Amor, sí, esto es amor ¿Cierto? Sí, definitivamente lo es.
Ni siquiera en sus años de humano recuerda haberse sentido tan vulnerable.

—Oh nada... Es sólo que simplemente me preguntaba si hoy quería pasar la noche juntos, ver las estrellas y si surge... Pues fundirnos con ella hasta el alba.— decía con una sonrisa coqueta mientras apegaba su frío cuerpo al del cálido de su amado. Ambos sabían que estaban hablando del sexo, un sexo que habían practicado prácticamente todos los días que se ven, un sexo que, han estado descuidando muchísimo, pero claro, eso no lo sabían, no saben lo que puede estar pasando dentro de sus organismos, ni siquiera el mismísimo Douma no sabía que eso existía en su interior, pero había alguien que sí lo sabía, y se lo está a callando demasiado. Habrá un día que no aguantará más y lo tirará todo a la derriba; pero ellos no lo saben, o quizá no lo quieren ver.

— Douma... qué voy a hacer contigo, me vuelves loco.— Dijo mientras acariciaba las mejillas de su novio, a quien lo amaba sobre todas las cosas. — Deberíamos ir a caminar un poco, la noche esta muy linda, ¿no crees? — Decía este mientras agarraba la mano de su actual pareja de ojos arcoíris.

— ¡Claro! me parece estupendo — Dijo mientras avanzaba a pasos grandes recto hacía el camino natural que se formaba en esa zona forestal obscura. Donde estaban solos, donde eran sus corazones junto a la hermosa naturaleza que les rodeaba. Era un milagro vivir en aquella época de Japón, donde todavía la civilización no se había robado todos los paisajes naturales, donde todavía persistía la magia expontànea a pocos pasos. — Es muy bonito todo... — Decia mientras se detenía y empezaba a observar el cielo estrellado, con ilusión, como si sus ojos hubieran recuperado la luz, como si hubiera dejado de ser un cuenco vacío y que se estuviera llenando por fin, de tantos años, de algo: amor. Pero, ¿En verdad es esto amor? ¿En verdad sólo necesitaba amor para poder ser por fin, un alma libre? Entonces debe de ser fácil poder liberarte de las maldiciones del karma.
—Kokushibo-dono... Escapémonos, seamos libres, vivamos nuestra vida sin que nadie nos moleste...— dijo mientras se acerca a su amado mirándole con ojos de inocencia. A pesar que lo que decía era un escaparate, lo decía muy enserio.

—¿Eh? Que dices, Douma...— Respondió el contrario mientras lo miraba con aquella faceta que mostraba que iba totalmente en serio, pero sabían que eso era algo que no podía ocurrir, no podían abandonar sus puestos así como si nada, eran conscientes desde que el momento que se convirtieron en demonios, debían de estar subordinados por aquella persona, no podían vivir como seres humanos libres. — Sabes que no podemos, no digas tonterías...—Le contesto mientras ponía una cara algo neutral mientras acariciaba la mejilla de su novio.

—Uhg... Cierto, lo siento... No se qué debía de estar pensando. —dijo cambiando su cara a una totalmente sonriente, totalmente fingida. Así que simplemente le agarró de las manos que tenía el azabache sobre sus mejillas y las apretó con fuerza mientras daba un suspiro.— Por lo menos, ¿Podemos disfrutar un poco sin pensar que somos demonios? ¿Olvidarnos un poco de eso? Por favor, por esta noche, vivamos con humanidad, Kokushibo-dono.

El mencionado suspiro y le transmitió una sonrisa de labios cálida, correspondiendo a sus peticiones; la manera en que decía eso... No podia negarse.— De acuerdo, por un día no pasa nada, Mi Douma.—Junto sus frentes junto a él mientras sentía su fria frente, juntando sus almas cada vez más; cada vez más unidos.

¡Venga! Vámonos a descubrir el mundo —Sobresaltó el pelo platinado agarrando una de las manos de Kokushibo para empezar a correr por el bosque, animado como un niño pequeño al cual su padre le acaba de decir que sí para ir al parque, una sensación qué por más simple que sea, se quedará siempre en tu consciencia. — ¡Vamos al lago! Bañémonos juntos. No te viene mal un chapuzón, que seguro que no te has duchado en como mínimo 200 años.

—¡Eh! —se sorprendió este al ver como este lo arrastraba con fuerza, pero se dejaba guiar —Bueno, esas cosas no se preguntan... Pero me parece bien, hagámoslo.

Y así llegaron a su preciado testigo, se desnudaron juntos y juntaron sus cuerpos para sentirse conectados de manera física. Así, abrazados mientras disfrutaban del agua fría y a la vez calentaban sus cuerpos a través de la calidez que transmite un abrazo de la persona indicada, quedaron así, cuerpo y alma juntos.

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¡Hola a todos! Vaya.. seguramente no os lo esperabais. Yo tampoco de hecho, pero después de este gran descanso he decidido procedir con "La calidez de tus manos" volviendo así a su emisión próxima.

Lamento que este capítulo haya sido bastante corto a comparación de la mayoría que he hecho, pero esto es lo que pude hacer para vosotros, espero que os guste.

También, las actualizaciones serán bastante más tardías a comparación de la manera de publicación diaria que tenía anteriormente, esto de la universidad y esa historia pues se complica un poco, jijiji.

Bueno, que me enrollo. ¡Muchas gracias por todo el apoyo que le dais! Estoy muy agradecid@ de todo este amor que le habéis dado, en verdad todos vuestros comentarios de cariño me han animado a seguir, amo leer todo lo que decís, os aprecio <3

En fin, me despido y nos vemos en el próximo capítulo.
Me gustaría, si queréis, qué fin os esperáis de "La calidez de tus manos" aunque todavía queda bastante para que llegue a su final verdadero, en verdad el final de esta historia ya estaba escrito (no literalmente) desde el inicio de su emisión, así que me gustaría saber que tenéis en mente.
Simplemente me causa curiosidad.

Lots of love

dinosaurusm_

La calidez de tus manos | Kokudou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora