La calidez de tus manos | Kokudou

Cambio

—No.... No puede ser.... —anunciaba en una voz baja mientras sus venas de todo su cuerpo empezaban a hincharse debido al enfado.

Un aura muy tensa empezaba a revolotear sobre su ambiente, tensando a todo el que le sintiera.
—Kokushibo.... Ya he tenido suficiente.

* * *

Caminando junto a su novio, se encontraba mientras daba una leve sonrisa, agarrándole de la mano y sientiendose más satisfecho que nunca. En verdad lo amaba, en verdad quería pasar toda la vida a su lado... ¿En qué momento pasaron de ser simples compañeros a convertirse en el amor de la vida de ambos? Sinceramente no lo sabe, pero está más contento que nunca que sus corazones y su alma se hallan encontrado. 

Por parte de Kokushibo, también lo sentía igual que a su inferior, no sabe desde que momento dejo de tener esa alma donde el poder lo importaba todo; desde hace mucho tiempo, ha dejado de sentirse superior a los demás y por primera vez se sentía como un igual con otra persona, que no había nadie que fuera de superioridad al otro. 

Pero Kokushibo sabía que estaba regresando su humanidad, y eso era malo, y lo sabía perfectamente. 

— Kokushibo... ¿Tú me amas de verdad?— preguntaba el albino inocentemente. Curiosamente era una pregunta muy simple a la que únicamente podía haber dos respuestas, pero de alguna manera sonaba diferente, no pareciera que fuera una pregunta que necesitara ser respondida, quizá Douma quería transmitir otros pensamientos suyos más internos y profundos, más callados.

—¿Por qué dices eso, Douma?— sonrie el mayor y se extraña un poco, acariciándole la cabeza suavemente con una sonrisa gentil. —Claro que te quiero, te amo. Eres la luz que necesitaba para seguir viviendo y no ser este cuerpo vacío sin alma ni viva... No tenía un propósito claro para seguir vivo; solo pensaba en hacerme más fuerte, ser el mejor en todo... Pero gracias a tí he descubierto que eso no es todo lo más importante. — hablaba con ternura expresando todos sus sentimientos que tenía dentro. Sabía que por culpa del señor Muzan, por sus manipulaciones, había estado pensando por tantos años que lo mas importante era tener que superar a su hermano menor, nublando en su memoria lo que era sentirse humano.

— Vaya... Que cosas más bonitas dices, Kokushibo-dono...—Dice y sus mejillas se sienten calientes, estan rojas. De alguna manera sabía que lo que decía no eran mentiras que salían de su boca. Había estado demostrando sus pensamientos, eso lo hacía sentir... ¿Contento? Por una vez, estaba pensando en que le gustaría haber conocido a Kokushibo en otras circunstancias, ¿Qué hubiera sido de ellos si se hubieran conocido siendo humanos? ¿Se habrian querido también de esta manera? Muchas preguntas surgirán en su cabeza, por un momento, estaba odiando ser un demonio.

—Jaja, por favor... Douma, en serio, te amo más de que lo que imaginas. —Rie y se abalanza sobre el llenándole la cara de muchos besos— ¡Eres el amor de mi vida! Te amo, te amo~

—¡Ay! Kokushibo no te pases, me vas a dar vergüenza...—Rie también y le agarra las mejillas para después besarle en la boca—

Vaya... ¿Así que esto es lo que pensáis ahora? ¿Qué demonios os ha pasado...? Estoy muy decepcionado de vosotros... En especial de tí, Kokushibo.... —un ente pareció de la obscuridad de la naturaleza, con sus ojos rojos brillantes mirando a aquellos dos corazones, ahora asustados, por qué definitivamente se habían metido en líos. — ¿No es lo que querías? ¿Por qué diablos os convertisteis en demonios? Sois una vergüenza para mí... Debería exterminaros, a vosotros dos... Y a vuestro asqueroso amor que me está creando muchos problemas.

Ambos se asustaron por completo, no lo habían sentido para nada que había una tercera persona entre ellos, habían descuidado mucho su entorno últimamente... Era obvio que en algún momento iban a ser descubiertos por alguien.

Kokushibo se separó rápidamente de Douma y se arrodilló ante Muzan, levemente asustado pero intentaba no aparentarlo.—...Lo sentimos mucho mi señor, no queríamos entrometer con sus planes.

—¡Callate! Me importa una mierda lo que hagáis con vuestra vida, pero esto ya ha empezado a ser molesto, en especial contigo Douma, ¿Qué demonios eres? ¿En que momento eras una mujer?

Esa pregunta puso a todos los demonios en un silencio breve. ¿Mujer? ¿Como que una mujer? ¿Que quería decir con eso?

— ¿Mujer...? ¿Yo una mujer? No, soy un hombre... Por qué dices eso... Señor Muzan. —preguntaba nervioso, ya que no entendía muy bien el punto en el que quería llegar su lider.

—No me jodas, Douma, estás embarazado, como no puedes notarlo, eres una superiora, deberías de tener los sentidos de tu interior a la perfección. —se acercaba con rabia a este y lo agarraba del mentón mientras miraba a los ojos a aquel de ojos multicolor con desprecio, por la abominación que estaba dando fruto por aquel amor inhumano.— ...Esto es lo único que no puedo permitir. ¿Que tengáis un hijo? Por favor, menuda tontería.

Kokushibo ante las palabras que acaba de decir Muzan se quedó paralítico. ¿Iba a ser padre? De alguna manera este sentimiento se le hacia familiar y en su interior habían florecido diversos sentimientos, pero no se lo podia creer ¿Como que Douma estaba en cinta por él? ¿Como que Douma podia tener hijos? ¿Como había sido eso?
Rápidamente uso su mundo transparente para observar el interior de Douma, y, en efecto, había un pequeño embrión de no más de unas 3 semanas, era muy pequeño...

Muzan agarro del cuello a Douma suavemente.—Tranquilo Douma, no te voy a matar por el momento... Pero si debemos eliminar esa criatura que está naciendo en tu interior...¿Entiendes el por qué? —bajaba su otra mano y sacaba sus uñas, tocando el vientre de Douma por encima de la ropa.

Douma estaba muy asustado, todavía no estaba entendiendo bien la situación...¿Que será lo que pasará con ellos ahora?

Kokushibo rápidamente se levantó y aparto de Muzan a Douma cortando la mano que lo sostenía el cuello, tal vez estaba haciendo una locura, pero debía de salvar a su ahora criatura que había estado floreciendo por su amor. —...señor muzan, no puedo permitir eso...—abrazaba a Douma con fuerza mientras le daba la espalda.

—¿Cómo...? —venas inchadas por todo su cuerpo y su mano aparece en menos de un segundo regenerada, soltando un aura amenazadora temblando todo aquel lugar y presionando sobre los cuerpos de ambos demonios, definitivamente iban a morir en ese instante. —... Kokushibo, creo que te estás confundiendo de camino. Acabas de cometer muchos errores ahora mismo y sabes muy bien que esto si que no lo voy a consentir... —rápidamente parecieron múltiples tentáculos de carne de la mano de este, todos dirigidos hacia aquellos dos demonios.

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Hello! Buenas a todos y felices pascuas. Ha sido un largo tiempo desde que no nos vemos, pero es agradable poder concederles este pequeño capítulo. Disfrútenlo, nos vemos próximamente ;)

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