confía en mí

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Kokushibo no sabía lo que estaba ocurriendo dentro de su dulce hogar. El trato que cambiaría el rumbo de su vida para bien...¿o para mal? En fin, eso todavía no lo sabían.
Yacía caminando por la dulce noche que atraía aquel día, era tranquilo y feliz mientras sostenía los recados que tenía que hacer. Había salido para conseguir objetos para cuidar a su bebé, ropa para el, más obsequios para Douma y regalos.

Mientras este caminaba podía presentir el sentimiento de un alma diferente, definitivamente no se trataba ni de su hijo ni de su amado... era él. Ese estúpido niño que casi les pilló. Curiosamente le generaba cierta rabia aquel individuo, le hacía recordar a cuando era humano... le recordaba a su hermano, aquella aura de querer traer paz al mundo... le generaba asco.

-...Cielo estoy en casa. -decia mientras abría la puerta principal y dejaba sus zapatillas fuera, quedando descalzo y entraba despacio hasta el salón, viendo a ambos individuos y a su hijo.-¿Que hace este pequeño otra vez aquí? -dice mientras forzaba una sonrisa amable y se acercaba a Douma para acariciarle la cabeza.

-Hola, Kokushibo... -Sonrie- oh nada... Solo vino a visitarnos, pero ya se iba ¿Cierto?

Tanjiro se quedó pensando unos segundos, pero volvió a sí y se levantó rápidamente -¡S-si! Me voy... Adiós. -dice nervioso para salir de aquella casa rápidamente.

-Kokushibo-dono...~ tenemos que hablar. -dice transmitiendo una suave y delicada sonrisa.

-...-se quedó en silencio, por alguna razón esa sonrisa le provocaba algo de inseguridad. -Bien, hablemos lo que desees mi cielo. -se sentaba a su lado y pegaba un suspiro, mientras acariciaba las mejillas de su novio.-¿Que quieres hablar hermoso?

-Lo sabe.-

Silencio, eso fue lo único que se escuchó esa noche.

* * *

Sostenía a su bebé en brazos mientras seguía en el salon, pero ahora se encontraba sentado en su futón mientras Douma estaba acostado mirándolo.

-¿No me vas a hablar? Llevas callado desde la noche.

-...-No decía nada, simplemente planto una mirada triste a su novio pero volvió a dirigir sus ojos a su retoño, quien estaba dulcemente riendo. -...¿Por qué decidiste eso?

-¡! Por qué quiero lo mejor para nosotros. -se ánimo el menor. -estoy cansado de esta mierda de tener que escondernos, a la porra esto... Enfrentemonos al mundo, no estamos solos.

-¡Por eso mismo Douma! No estamos solos... Tenemos un hijo... Yo... También quiero lo mejor para él. -dijo mientras lo miraba apenado.

-pues a lo mejor esto es lo mejor para él, creeme ¡Nos van a ayudar! Confía mí también.

-...¿Tu también confías en mi? -dice mientras le acaricia el mentón con delicadeza.

-Ciegamente, se que tú no me harías daño.

Kokushibo sonríe, sonríe con victoria.
Dejó a su bebé en su cuna, para hacerlo dormir y después se recostaba encima de su novio, a quien acariciaba su cabeza y empezó a besar. -...me alegra que confíes en mí.

-Eres quién ha hecho todo... Conseguir una casa, cuidarnos, darnos muchos obsequios.. como no hacerlo.

Kokushibo sonríe. -Bien... Sigue confiando en mí. -empieza a acariciar sus hombros y sube sus manos a su cuello, acariciándolo suavemente. -cierra los ojos y confía en mí.

Douma sonríe también, obedeciendo a su novio, cierra los ojos y sus mejillas se sonrojan -Jeje ¿Que juegos quieres hacer?

-No digas nada... Solo quédate tranquilo. -acariciaba sus mejillas frías con sus calidad manos... Hasta que de un rápido movimiento, estando encima suyo, agarro el cuello de su amado con fuerza, mucha fuerza;sabía que eso no era para matarlo, pero quería debilitarlo.

Douma se asustó, no podía respirar y eso le molestaba, tenía que usar su energía demoníaca. Agarro a su novio las manos como podía, intentando deshacerlas, clavando sus uñas, poniéndose inquieto. -¡h-haah! ¡K-kokushibo...! -Hablaba como podía, asustado ¿Que estaba haciendo?

-Mi amor... Confía en mí... Duérmete... ¿Si? Todo estará bien... No respires, déjate llevar de mí, duerme... -decia con una sonrisa suave, mientras estrujaba la tráquea de su novio, pudiendo escuchar como está estaba siendo rota por tal fuerza... Como era posible, no comían tantos humanos para tener esa fuerza...

Douma estaba muy débil, hacía mucho que no comía como antes.
Escuchaba lo que decía su novio... Sus acciones eran cuestionables, pero era el... Quien hacía todo... Bien?
Dejó de forcejear, se quedó tranquilo, si lo hacía su novio tenía que confiar.

Agotado, durmió.

Kokushibo dejo de forcejear, aliviado.

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Hola cielos~ el próximo capítulo es el final, y obviamente será mucho más largo que este, el cual es corto por qué no sabía si hacer un capítulo totalmente largo o dejarlo asta aquí...

Woow.. pronto acabará todo.

Estos días he estado muy ocupad@ en temas de universidad... Examenes finales, proyectos... Tengo la cabeza hecha un bombo si a eso se le suma mis problemas personales. Jaja.

En fin, dejo de contaros mi vida. Disfrutadlo este mini mini capítulo.

dinosaurusm_

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⏰ Última actualización: May 02 ⏰

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La calidez de tus manos | Kokudou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora