Era una noche tranquila de primavera... Las libélulas iluminaban el paisaje natural lleno de delicadas flores. Douma tenia a su bebé en brazos, ahora de unos 6 meses de edad. Su corto cabello era levemente rizado, con un color oscuro y puntas granates como su padre. Tenía la piel pálida como la nieve, igual como su madre. Era un niño con un rostro angelical como cualquiera de su corta edad... Douma estaba muy alegre de tener a su hijo acurrucado, mientras este soltaba leves risitas.
Sus ojos obscuros como la obsidiana, pero eran tan tiernos que cautivaban la mirada de cualquiera. Un demonio tan joven...—Mi Yasuo...—hablaba suavemente Douma mientras tenía esa sonrisa de labios. Jamás había pensado que tendría una vida de este estilo, vivían humildemente en su cabaña junto a su marido y su hijo, cada noche, era tranquila, únicamente se escuchaba el sonido de los grillos formando una suave y delicada melodía.
Aquella noche era cálida, se notaba que ya daba el paso de el caluroso verano que se acercaba... Douma miraba la luna, pensando como habría sido su vida si no hubiera sido un demonio, a lo que soltó un leve suspiro y escucho un ruido provenir del bosque. —¿Kokushibo? ¿Eres tu? ¿Has vuelto? —Decia mientras se quedaba observando hasta que vio una sombra acercarse a ellos.
—Buenas noches... Disculpe que haya venido así sin más, pero en serio estoy preocupado por ustedes... —aparecia el joven Tanjiro siendo visto saliendo de la frondosidad. Douma se quedó callado y decidió cubrir a su hijo, estaba un poco incierto pues no sé esparba que volviera a ver a aquel joven. —Por lo que puedo deducir su marido no está.
—Vaya... ¿Esta vez que te trae por aquí? No te preocupes por nosotros, estamos muy bien, mi marido es bueno y amable conmigo y mi hijo... Ya se lo dije —replicó.
—Lo sé, pero- —su voz fue callada de repente, sentía un olor diferente. Su nariz se respingó, era un demonio. Tanjiro se puso en guarda y acariciaba el mango de su catana mientras intentaba deducir de donde provenía el olor.—...algo no está bien.
Ese hecho alarmó a Douma, penso que el menor se había dado cuenta que eran demonios y se levantó, mirando al joven por si tenia que atacar... Cosa que ahora mismo no le apetecía, hacía tiempo que no hacía eso, Kokushibo se encargaba de los trabajos sucios. — ¿Qué ocurre?
El joven cazador cayó en la cuenta de que el pequeño bebé olía distinto, un olor mucho más fuerte que el de Kokushibo, quien ya olía un poco diferente a un ser humano, pero el bebé definitivamente no se camuflaba, eso alarmó a Tanjiro. ¿Un humano con un demonio? Hasta el momento no había dudado para nada de Douma, este sabía camuflarse demasiado bien. —...¿Esta seguro que ese es su hijo? —se acercaba con dudas, tenía miedo que el bebé no fuera un "bebé" y que Douma estuviera en peligro, debería atacar.
—... No se a que te refieres, joven. Claro que es mi hijo, no me separo de él nunca, lo engendre yo mismo, lo tuve dentro de mi vientre hasta que nació. —decia seriamente mientras observaba al cazador.
—... señora, creo que su marido no es humano, definitivamente no lo es, y su hijo... Creo que ha cometido un terrible error.
Douma suspiro, sabía que en este punto ya no podía seguir manteniendo su mentira. —Ya, yo tampoco lo soy. —sonrie, mostrando así sus largos colmillos.
—...— Tanjiro se quedó petrificado, no sabía lo que podía creer en este momento... ¿Una familia de demonios? Había conocido una, del linaje de los araña, pero ellos no eran de propia sangre... Ellos sí, tenían un bebé que claramente era de ambos, no sabía que pensar en ese momento, jamás había pensado que los demonios podían reproducirse entre ellos...
Otro punto que todavía le tocaba, el bebé: un alma cien por cien demoníaca, pero que todavía sigue pura, no ha matado a nadie... Es debil, inocente... No sabía que hacer al respecto...¿Enfrentarse al demonio? ¿Matarlos a ambos? El bebé no tenía la culpa de haber nacido en esa familia...
Le hacia recordar a su hermana.
No sabía que decisión tomar en ese momento.El silencio fue interrumpido por Douma. —No creo que sea buena idea que te intentes enfrentar a mi... Soy una luna superior... La segunda luna superior. Tampoco pretendo hacerte daño, pero no tendré más remedio si decides hacer daño a mí hijo. —decia sonriendo, se volvía a sentar mirando a Tanjiro, quien notaba que estaba entrando en debates morales internos. —Me gustaría hablar contigo, olvidemos nuestras diferencias un poco.
Tanjiro quedó callado ¡¿Una luna superior!? Eso le dejo incierto, no veía los kanjis en sus ojos, pero de alguna manera sentía que no mentía. Quedó pensando ciertos segundos y cedió. —...Bien.— suspiro y se sentó en el pasto, a cierta distancia de Douma. —Soy todo oídos.
Douma entro un momento dentro, dejando a su bebé acostado y volvió con Tanjiro, a quien le sonrió y se sentó también, observándolo. —sé que también traes un demonio contigo, se más de ti de lo que piensas... —suspira— como te has dado cuenta, mis ojos no tienen mis kanjis pertenecientes a mi rango, y eso es por qué de alguna manera escapamos de la maldición de nuestro jefe Muzan. El no nos permitió poder engendrar a nuestro bebé, así que por ende tuvimos que huir.
—¿Tuvimos? —pregunta con duda.
—Aah si... Kokushibo también es una superiora, la primera. Jaja... Seguramente Muzan este muy enojado, perdió a las dos más poderosas que tenía... En fin. Lo que quiero es que hagamos un trato de beneficio mutuo... Se que seguramente no confíes en mí, mis manos están manchadas de sangre de cientos de personas así que definitivamente iré al infierno... Pero mi bebé no, mi bebé es puro... Me gustaría poder vivir una vida normal, aunque se que soy demonio y viviré eternamente... ¿Sabes? No sabes lo complicado que es tener que vivir escondidos, con miedo, con miedo a que Muzan nos descubra y nos mate...
Kokushibo tuvo que hacer muchos esfuerzos para dejarlo todo y irse conmigo embarazada... Lo lamento tanto por él.Tanjiro sentía pena por aquella alma... Sabía que en el fondo era buena, pero jamás quitaría el hecho de que ha matado vidas inocentes, no se lo podia perdonar. —Si quieres que te ayude... Deja de matar, dejad de matar. Dejad de quitar vidas inocentes... Se que sigues comiendo carne humana, si no, no estarías tan cuerda de ti mismo. Solo así, podré pensarlo... Yo... Conozco demonios que viven sin quitar la vida de pobres humanos, y aunque puedan morir simplemente por la katana de un aprendiz por su poca fuerza... No les importa...
Douma duda. Era una situación algo compleja... Pero no le importaba, lo que faltaba era hablar con su amado. — Trato hecho... Intentaré convencer a mi marido...
Tanjiro sonríe y se levanta. —Solo te pediré una cosa más... Déjame sacarte sangre a ti, a tu hijo y a tu esposo.
Como sabes, mi hermana es una demonio, pero como no ha probado sangre humana ella quizá pueda volver a ser ella... Estoy investigando con otra persona que me está ayudando y... Quizá vuestra sangre sirva de ayuda.Douma aceptó. —De acuerdo... Puedes entrar, hasta que mi marido no vuelva...
Y así fue, un trato peculiar entre cazador y demonio. Algo que quizá sea descabellado para ambas partes.
La parte fácil ya estaba concluida, pero faltaba Kokushibo, ¿Qué diría al respecto?
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
Nos acercamos al final ;).
ESTÁS LEYENDO
La calidez de tus manos | Kokudou
RomanceHistoria de amor y drama sobre una relación entre dos demonios: Kokushibo y Douma; ¿Cómo podrá ser su amor? Mpreg, boyslove, +18, romance, drama... Gracias por leer. (。•́︿•̀。) ♡