Reinicio (+18)

239 23 5
                                    

Kokushibo rápidamente se levantó y aparto de Muzan a Douma cortando la mano que lo sostenía el cuello, tal vez estaba haciendo una locura, pero debía de salvar a su ahora criatura que había estado floreciendo por su amor. -...señor muzan, no puedo permitir eso...-abrazaba a Douma con fuerza mientras le daba la espalda.

-¿Cómo...? -venas inchadas por todo su cuerpo y su mano aparece en menos de un segundo regenerada, soltando un aura amenazadora temblando todo aquel lugar y presionando sobre los cuerpos de ambos demonios, definitivamente iban a morir en ese instante. -... Kokushibo, creo que te estás confundiendo de camino. Acabas de cometer muchos errores ahora mismo y sabes muy bien que esto si que no lo voy a consentir... -rápidamente parecieron múltiples tentáculos de carne de la mano de este, todos dirigidos hacia aquellos dos demonios.

* * *

-Douma agárrate fuerte a mí....-Le susurraba levemente para rápidamente poder huir de aquel lugar. Corría mientras sostenía a Douma sobre sus brazos, a decir verdad no sabía lo que estaba haciendo pero sentía que debía de proteger a su amado a toda costa, por qué ya no solo era uno, si no dos seres en quienes debía de proteger ahora.

-¡!...-Douma se aferraba fuertemente a su amado, estaba asustado ¿Qué sería ahora de ellos? No pueden escapar de su jefe, tarde o temprano los encontraría y acabaría con ellos, y con ahora su próximo hijo...-¡Kokushibo estás loco...!

-Lo sé, pero me niego a renunciar a este futuro que me ha traído el destino, prometo protegerte a toda costa.

Y así simplemente, y por pura suerte lograron alejarse de aquel lugar, también tenía suerte de que tuviera un gran aguante y pudo haberse alejado a una gran distancia de donde se encontraban, desgraciamente no seria suficiente y tarde o temprano Muzan los encontraría, pero ellos no sabian que podian librarse de su maldición, y del amarre que los tenia atados a su superior.

Pudieron llegar a un territorio lejano, afueras de La capital de Tokio, un paradero que a decir verdad no conocían, pero podrían encontrarse un poco más seguros.

-...Creo que aquí estaremos más seguros por el momento... Tendremos que encontrar un nuevo lugar para poder hacer nuestra vida, y cuidar de nuestro... Hijo.-suspiraba Kokushibo y observaba a Douma a los ojos, dándose cuenta de que sus kanjis de "Segunda Creciente" habían desaparecido; pensó que seria una buena señal, así que le alivio un poco.

-Sí, creo qu- -lo miró también a la cara para por su sorpresa también ver qué no tenía sus kanjis en sus ojos centrales, y mirarlo sorprendido.- Tus letras... No están.

-Las tuyas tampoco cielo, pero creo que eso es bueno... No pertenecemos más a las Lunas, ahora somos... Simples demonios, pero me tranquiliza, prefiero que vivamos nuestra vida pacíficamente, y más tú, ahora tienes algo en tú vientre que florece vida.

Las mejillas de Douma se sonrojarian levemente -b-bueno la verdad sigo un poco sorprendido de esto que acaba de pasar... No sé en qué momento yo me podía quedar embarazado?

-Es como un milagro, pero la verdad me alegro mucho, estoy muy contento de que pueda tener un hijo mío contigo. -le acaricia la mejilla con su mano para después besar suavemente sus labios -No sabes cuán feliz me haces....

* * *

Pasó el tiempo desde que consiguieron librarse del poder de Muzan y ahora empezaron a vivir una vida nueva, siendo una familia de demonios que próximamente iban a tener un hijo... El cual sería el primer ser que consista originalmente un demonio, pues no era humano... El primer ser que nacería de dos demonios...
Debido a la falta de sangre de su superior, habían perdido mucho poder pero de todas maneras seguían teniendo la suficiente fuerza para poder defenderse a toda costa.

La calidez de tus manos | Kokudou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora