La calidez de tus manos | Kokudou

Deseo (+18)

¡Venga! Vámonos a descubrir el mundo -Sobresaltó el pelo platinado agarrando una de las manos de Kokushibo para empezar a correr por el bosque, animado como un niño pequeño al cual su padre le acaba de decir que sí para ir al parque, una sensación qué por más simple que sea, se quedará siempre en tu consciencia. - ¡Vamos al lago! Bañémonos juntos. No te viene mal un chapuzón, que seguro que no te has duchado en como mínimo 200 años.

-¡Eh! -se sorprendió este al ver como este lo arrastraba con fuerza, pero se dejaba guiar -Bueno, esas cosas no se preguntan... Pero me parece bien, hagámoslo.

Y así llegaron a su preciado testigo, se desnudaron juntos y juntaron sus cuerpos para sentirse conectados de manera física. Así, abrazados mientras disfrutaban del agua fría y a la vez calentaban sus cuerpos a través de la calidez que transmite un abrazo de la persona indicada, quedaron así, cuerpo y alma juntos.

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-Kokushibo-dono, le amo ~ -Decia este mientras lo abrazaba por el cuello. En verdad se sentía muy bien al lado del mayor.

Ambos disfrutaban del calor mutuo que recibían, aunque uno de ellos fuera frío, y el otro cálido, ambos se mezclaban anhelando lo que necesitaban para completarse, como las piezas de color blanco y negro, donde siempre la blanca estará acompañada de la negra, y la negra acompañada del blanco, encajando así como las piezas de un puzzle, así mismo del Ying y el Yang.

Mientras se daban aquel cariño suave y delicado, ambos sabían que el ambiente de estar los dos solos, desnudos, con las estrellas iluminando y con la obscuridad de la noche hacia un ambiente romántico, pero a parte de romántico, era más sucio, con el deseo de la noche, con el ambiente que crea simplemente la palabra noche, una noche que es la indicada, la noche, quién aguarda los deseos más profundos y obscenos de los seres vivos... ¿Vivos?

-Douma... -lo miraba haciendo contacto visual mientras se quedaba callado y lo agarraba de la cintura con sus callosas y rígidas manos apretándolo a su cuerpo, sintiendo más la poca calidez que este transmitía hacia él. Quería sentirle, quería derretirse en su cuerpo y unirse hasta que llegue el fin del mundo... Pero también, quería destruirle, quería que gritará por más, quería que el menor fuera consciente de quién pertenecía y de quién únicamente puede gemir y pronunciar su nombre a gemidos; quería ser el único que follara a Douma de esa manera, el único a quien rogué por más, él único que saboree su cuerpo, y lo estaba consiguiendo, definitivamente era el único.
Agarrando las mejillas de este lo empezó a besar siendo ya un beso agresivo, de esos que no te dejan respirar en menos de 10 segundos, esos besos que sus bocas se unen creando una preciosa melodia.

Por parte de Douma, aceptaba todo, le gustaba mucho tener sexo con él, digamos que le gustaba mucho... Desde hace mucho tiempo su relación paso de ser sentimental a física.
En el momento que se entregaron en cuerpo habían cambiado de fase, donde la parte física era de sobrevalor y la más importante. Después de todo los deseos humanos que tienen sus mentes de más de 100 años siguen en pié.
-K-Kokushibo... Quiero ser tuyo ~ -intento pronunciar entre quejas mientras apoyaba sus manos en el pecho marcado de su novio mientras seguía jugando con la lengua de este, claramente también tenía ganas, muchas ganas.

De un gruñido proveniente de Kokushibo, la situación cambió rápidamente. Se habían separado del beso y en menos de lo esperado, gracias a la fuerza y rapidez que posee la primera luna superior, ponía de pose trasera a Douma y sin pensarlo, decidió meter su miembro dentro de este, soltando un suspiro de calma cerrando los ojos y agarrando la cintura de este con sus manos haciendo que su trasero estuviera lo más cerca posible de su pelvis.

-Hahh... Me encanta lo delicioso que se siente tu interior, mi amor~-Decia este mientras acariciaba la cintura de este con sus manos mientras apretaba intentando dejar marcas sin tener mucho resultado, pues por culpa de la curación instantánea de los demonios no era posible, algo que le causaba cierta rabia, pues quería dejar marcas por todo el cuerpo de este.
Sin dar mucho rodeos a ese tema decidió subir la mano a la cabellera del albino para estirar levemente mientras sin previo aviso empezar a embestir contra este mientras jalaba su cabello, excitando esa situación todavía más.

-ahhh... Kokushibo-dono..~ -gimoteaba de placer mientras alzaba su cabeza por culpa del estiramiento de su cabellera; cabe decir que no le molestaba ese trato abusivo, de hecho le encendía todavía más mientras su novio disfrutaba de su cuerpo. Le encanta sentir como su miembro viril entraba y salía de sus entrañas, dando siempre en su punto dulce, haciéndole volverse loco y perder todavía más la cordura que casi ya no tenía a decir verdad.
Suspiraba fuertemente, dando gemidos suaves pero muy seductores, cosa que cautivaba y enfadaba a su amado, por qué el era consciente que a la luna superior le gustaba el juego duro, y se aprovechaba de eso, por qué a él también le gustaba.

Kokushibo mientras tanto que iba acelerando sus movimientos de cadera a unos más agresivos empezaba a quejarse más, dando a entender que lo estaba disfrutando mucho, que iba a terminar pronto. -Douma... ¿De quién eres?

-M-Mh... ¡Hahh!..~ tuyo... Soy tuyo~ -intentaba responder como podía mientras gemía de placer por recibir aquellas embestidas violentas, también iba a terminar.

-Bien... Así me gusta.- Dijo con tono serio mientras le agarraba con ambas manos el trasero de este y lo apretaba clavando sus uñas levemente en este.-Tienes un trasero muy jugoso... ¿Te lo habían dicho? Tengo ganas de saborearlo todavía más~-decia mié tras seguía haciendo sus movimientos rudos.

-¿heh? ¿Qué quieres decir con eso?..~ -dijo entredudas mientras giraba su cabeza para mirarlo.

En un instante, La primera superior decidió dar una última embestidas profunda para venirse en el interior de este, ese era un acto muy satisfactorio. -Algun día me gustaría saborear tu hermosa entrada rosita, se ve muy apetecible~ -decia mientras separaba con una mano una nalga de este, apretándola levemente y dándole una suave nalgada.

Este retiene sus gemidos al sentir su interior siendo llenado y por el golpe de su trasero. -O-oye eso se sintió diferente. -decia mientras recomponía su postura y lo miraba algo sorpreso de reojo.

El mayor se quedó un rato asimilando lo que le había dicho, dándose cuenta de que a qué se refería fue por la nalgada. -ah.. ¿No te gustó? Pensé que te gustaban esas cosas. -decia con su tono friolento como siempre mientras lo abrazaba por detrás y acaricia el vientre de este mientras se apoyaba la cabeza sobre su hombro.

-Oh, no.. no es eso, es que nunca lo habías hecho, solo me sorprendió un poco. -volvia a sonreír mientras acariciaba la cabeza de este, por fin sintiendo el cariño que no habían tenido en el sexo.

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-No.... No puede ser.... -anunciaba en una voz baja mientras sus venas de todo su cuerpo empezaban a hincharse debido al enfado.
Un aura muy tensa empezaba a revolotear sobre su ambiente, tensando a todo el que le sintiera.
-Kokushibo.... Ya he tenido suficiente.

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WOHOOO! Aquí con otra actualización. Esta semana tuve tiempo disponible para poder escribir, aunque sea cortito espero les guste y les entretenga.

Aviso que seguramente haya periodos en los que las actualizaciones no sean muy seguidas por qué yo esto lo escribo cuando puedo.

Sin más... ¡Nos vemos! Los quiero ❤️❤️❤️