Gojo Satoru | One Shot's

Promesa

Para _________ Gojo Satoru era todo un misterio. Uno tal vez incomprensible. Al igual que inquietante y hermoso. Esos que te incitaban a querer saber más sobre ellos, conocerlo, saborearlo para adentrarte en sus sentidos. Sumergirte en el fondo océano de sus ojos para ahogarte y no dejarte salir nunca más.

¿Acaso no estaba mal eso? Siempre terminamos decepcionandos de nuestras propias expectativas. Shimizu no podía negar que se había dejado influenciar por los rumores acerca de ese joven.

¿Por dónde debería empezar?

________ Shimizu, de primer año estaba completamente loca por Satoru, pero no de una manera romántica. Le adentraba ese bicho de la curiosidad que alguna vez a todos nosotros nos pico, por una persona en particular.

"¿Por qué sería de ese modo?"

Nos preguntamos.

Pues, esa persona para fortuna o des-fortuna terminó siendo Gojo.

Lo que _______ sabía por sus propios medios es que era de último año. También había escuchado rumores de un chico que parecía no tener emociones. No podía llorar, preocuparse o incluso enojarse. Es un fenómeno, escuchó la morena por parte de sus compañeros.

Ese chico se trataba del mismísimo Satoru.

Se decía que no había derramado una sola lágrima frente a la muerte de sus mejores amigos y compañeros; Suguro Geto y Ieiri Shoko.

¿Cómo alguien podía aún vivir con la culpa de no haber hecho nada?

- ¿Estás diciendo que, ni siquiera lloró o se lamentó por ellos? - repitió la morena en voz alta.

No podía creerse aquello.

Cualquiera lloraría por la muerte de un amigo, mucho más por un ser querido.

- ¡Sí! Y solo te he platico un poco de...

-Ustedes dos ya debería parar de cotillear.

Dijo Kento Nanami a sus dos compañeros. La chica suspiró y se sentó en su silla, no se había dado cuenta hasta entonces que estaba en la mesa del banco para escuchar mejor a Haibara.

- Kento tiene razón. No deberíamos andar diciendo cosas así -dijo entrando en razón Shimizu-, muy probablemente sea falso, ¿no? Nadie puede ser así de desalmado.

- Oh _________, en verdad eres demasiado inocente- dijo Yu pellizcando los mofletes de su amiga.

Shimizu en verdad era una persona tierna e inocente, en cuestión de cómo ver a las personas. Para ella, todas eran buenas, no existía alguien malo, incluso las mismas maldiciones entraban en esa categoría para la de ojos miel. Solo eran almas que tuvieran la desafortunado de vivir cosas horribles, según sus propias palabras:

"Todos necesitaban una segunda oportunidad".

-¡Oye, Haibara déjame! -le gritaba al chico que comenzaba a dolerle su gesto-. ¡Nanami haz algo!

Chillaba la joven, el rubio suspiró cansado de esos dos, para después detener la pelea que estaba por aproximarse.

...

Ese mañana fresca de Septiembre, ___________ entrenaba en el gimnasio para mejorar su manejo de combate cuerpo a cuerpo. Sola, la chica no había reparado en la idea que necesitaba al menos dos personas para poder mejorar.

- Soy un genio.

Se halagó así misma por la estupidez de su cerebro. Muy probablemente si le pedía a Yu entrenar juntos le reprocharía en todo el día-y no quería escucharlo quejarse-. Kento no se encontraba en la academia debido a una misión por lo que ya descartaba en sus opciones.