Sueños

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Aclaración: antes de leer, este one short esta ambientado entre los años 1800s a 1900s.

Ocupado en observar las atenciones que le brindaban sus lacayos, Satoru estaba lejos de sospechar que su mundo estaba a punto de estar patas arriba. El joven Gojo había hecho recientemente una fortuna y se había elevado en su categoría, sin dejar que esta distinción se le subiera a la cabeza se dedicó a los negocios con su familia, esperando que su padre le dejará el negocio y algunas propiedades. Porque aunque estaba orgulloso de sí mismo, no se había vuelto engreído; por el contrario, seguía siendo aquel amigable joven que alguna vez causó estragos en su propia vida.

—Señor —llamó Megumi, el más fiel de sus lacayos.

El albino alzó la mirada, para encontrarse con ese azabache que no hace mucho le había confesado su admiración hacía él. Satoru le preguntó el motivo de su llamado a los que el joven Fushiguro contestó:

— Bueno —tragó nervioso, comenzando a jugar con sus dedos—, sé que no es de mi incumbencia meterme en sus asuntos señor, ni es mi cometido causar algún problema, pero...

—¿Es sobre mí padre?

El chico asintió nervioso.

— Bien, Megumi, ¿de qué se trata? Date prisa que estoy algo ocupado.

—Señor, escuché cuando mis señores se levantaron de la mesa después de cenar, hablar acerca de un matrimonio arreglado.

—Tus conjeturas son totalmente equivocadas. Mi padre jamás haría algo así, no sin mi opinión de por medio.

—Lo sé señor, pero, ¿recuerda los rumores que circulaban por la calle...?

Para entonces Satoru ya no estaba en su oficina escuchando, sino para dirigirse específicamente a los aposentos de su padre. Enfurecido por una decisión que había tomado por él, ¿cómo se atrevían?, después de todo lo que hizo por su familia no podía creer que se dejasen llevar por unos simples cotilleos de jovencitas despechadas. Satoru sabía quién estaba detrás del más grande de ellos; Mei Mei. Una mujer muy segura y orgullosa. Se priorizaba a sí misma y a su propia fortuna por encima de todo lo demás, anteriormente Satoru había formado una relación con ella, pero al notar su interés por su dinero decidió dejarla, esta dolida comenzó a dañar la reputación del más joven de los Gojo.

—¿Se puede saber qué demonios tramas padre? —Dijo alzando la voz a su progenitor para desafiarlo con su penetrante mirada.

—Vaya, esperaba tener más tiempo para preparar la sorpresa.

—¡No juegues conmigo!, ¿esperabas decirmelo cuando tuvieras todo planeado? ¿Acaso no te he ayudado lo suficiente con mantener el apellido en alto?

—Sí, pero han empezado a circular que mi hijo practica la sodomía. Y cómo sabes hijo, no puedo permitir que digan semejantes atrocidades hacía ti. Esta mañana mientras me dirigía con los Zenin, escuché como las personas decían...

—¿Prefieres dejarte llevar por esos estúpidos rumores?

—En lo absoluto hijo mío, sé que esa señorita es la que está detrás de todo este asunto. Nunca debí permitir que uno de mis hijos estuviera con la hija de un periodista, pero, tal vez podamos sacarle ventaja a todo esto— sé explicó el mayor, mientras invitaba a sentarse al albino—. Ya estoy apunto de retirarme, y tú eres un hombre hecho y derecho. Es momento de que contraigas matrimonio. Hablé con el señor Shimizu, al contarle tu desafortunada situación me ha confesado que estaba buscando un esposo para su hija.

—Me temo, padre —observó Satoru a media voz—, que no le daré la satisfacción que requiere de mí.

—Claro que lo harás. Te casarás con la joven y triplicarán tú fortuna, al igual que cesará la habladuría y les daremos algo nuevo con que entretenerse.

Gojo Satoru | One Shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora