Capítulo 20 : LOOKING AT YOU

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"Bailamos hacia atrás el uno con el otro tratando de mantener secretamente cubiertos nuestros sentimientos. Me tocas y es casi como si supiéramos que habrá historia. No hay forma de que no vaya allí. Con la forma en que nos estamos mirando el uno al otro."
Lauv ft Julia Michaels











Jungkook y Jimin se encontraban en el balcón de la casa, las luces de Seúl brillaban como estrellas en la distancia difuminandose contra el agua donde algunas embarcaciones se movían sin prisa llegando al puerto tras su jornada. La altura del edificio y la zona dónde estaba situado dejaban paso a un paisaje lleno de vida a cámara lenta, la noche de la ciudad en movimiento pausado creaba formas lejanas brillantes ante sus ojos.

—Oh, no, ni se te ocurra acercar tus lagartos un centímetro más — el entrenador protestó cuando el chico le mostró los dos camaleones que se posaban sobre la palma de su mano. Sus labios y ojos mostraban con felicidad una expresión inocente mientras se los enseñaba con la ilusión que solo alguien como él podría mostrar ante una travesura así.

Jungkook jugueteó por unos segundos con los camaleones de distinto color, antes de que una sonrisa traviesa se posase sobre sus labios consumiendo su faceta inocente y decorando sus bonitas facciones con algo similar a la diablura inofensiva. Jimin lo miró a los ojos, ya no había rastros del nerviosismo que minutos atrás su nadador parecía estar experimentando mientras cocinaban juntos, sus manos tampoco temblaban ahora. Se había convertido en el muchacho desafiante que Jimin veía cada día durante sus entrenamientos, más relajado ahora que solo ellos dos compartían el mismo espacio. La madre de Jeon se había ido a dormir en el preciso instante en que su tenedor tomó el último pedazo de la cena que él había preparado con el niño.

—No hacen nada Park, venga, solo quieren conocerte — Jungkook dio un paso hacia su entrenador sonriendo — Míralos, son inofensivos. No entiendo ese miedo irracional a los lagartos, ¿no te gustaría tener uno?

—Aparta esos bichos Jeon, por favor — Park alzó las manos mientras retrocedía, chocando contra la pared en su intento de escabullirse y causando la risa del nadador. La manera en la que la personalidad del entrenador cambiaba drásticamente ante el miedo era más que simplemente cómica.

—No seas cruel con ellos — protestó acercándose de nuevo — Pon la palma de tu mano, no te van a morder o algo así. Venga entrenador, no puedes tenerle miedo a algo tan inofensivo como dos camaleones. Eres un hombre de veintiocho años, no seas infantil, si hubiese algún riesgo de que te hicieran daño yo no me arriesgaría a ponerlos sobre tus manos.

Sus ojos volvieron a encontrarse y el entrenador sintió que el chico estaba siendo completamente sincero. Dejando a un lado la travesura de asustarlo con esos lagartos por varios minutos, ahora solo parecía querer compartir su amor por esos dos lagartos con él.

—Está bien Jeon, solo por unos segundos.

Jimin suspiró y finalmente aceptó dejar que Jungkook le enseñase a sus camaleones, después de todo el chico parecía esperanzado con la idea. Cuando los lagartos se posaron contra su piel se asustó y dio un pequeño respingo vergonzoso ante la mirada curiosa de Jeon, por alguna razón nunca había sido fan de ese tipo de animales, le hacían sentir que acabaría con un mordisco de la misma manera que le ocurría con los cangrejos.

—¿Ves? Todo va bien. No te lastimarán. — la sonrisa cálida de Jungkook le permitió relajarse y dejó escapar una pequeña sonrisa cuando el muchacho extendió la palma de sus manos cerca de las suyas para que uno de los camaleones se moviese. Sus dedos se rozaban mientras los animalillos se mantenían caminando tranquilamente de unas manos a otras.

Jimin se encontró con los ojos de Jungkook por un instante, aquello había estado ocurriendo con tanta frecuencia esa noche que el entrenador empezaba a pensar que ya sufría de algún tipo de manía por buscar las reacciones en la mirada de Jeon. Inevitablemente los dos se acercaron un poco más. Realmente un chico de veinte años estaba intentando tranquilizar a un adulto de veintiocho, debido a dos camaleones que ahora se movían aburridos sobre sus manos. La situación sin duda era extraña pero Park no podría negar, ni aunque lo intentase, el hecho de que el cálido roce de la piel de los dedos del nadador contra sus palmas enviaba toneladas de confianza a su mente asustadiza.

𝐈 𝐇𝐚𝐭𝐞 𝐔 𝐌𝐫. 𝐇𝐚𝐧𝐝𝐬𝐨𝐦𝐞 | 𝐉𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora