"Te necesito cuando estoy destrozado, cuando estoy recuperado. Te necesito cuando estoy bien, cuando estoy enfermo. Los amigos en los que confío, no aparecen cuando los necesito. Corren como un río, pero tú no. No puedo ver cuando estoy cayendo, perdiéndome a mí mismo… pero entonces te oigo llamándome. Ahí estás tú. Tú estás ahí con los brazos abiertos."
—ZAYN (There You Are)
Jungkook no se imaginó que la habitación de Jimin en la casa de sus padres seguiría decorada como la de un niño pequeño, por eso abrió los ojos impresionado cuando su entrenador lo empujó levemente hacia el interior de esta, posando la mano sobre la parte baja de su espalda. La imagen entró por su retina al instante, causando en su interior automáticamente una sensación de ternura que le calentó el corazón.
—Me fui a Seúl con once años, mi madre no ha cambiado nada de esta habitación así que es como volver al pasado en cada una de las ocasiones que vengo. Mi padre está tratando de explicarle que cuando traiga a alguien no cabremos en esa cama. —Jimin sonrió cerca de su oído — A alguien como por ejemplo tú.
Jungkook sonrió por un instante, notando como los brazos de Jimin lo envolvían por la cintura y este posaba la barbilla sobre su hombro. Era una postura a la que ya se había acostumbrado, un acto cargado de cercanía e intimidad que él siempre se encontraba disfrutando. Cuando los brazos de su entrenador lo rodeaban, la sensación de tener a alguien que lo quería con sinceridad lograba borrar cualquier resquicio de estrés por las cercanas competiciones nacionales.
En las últimas semanas se había vuelto mucho más frecuente que los dos se dedicasen esas muestras de cariño, atrás habían quedado los momentos de timidez marcados por el inicio de su relación. Jungkook podía colarse entre los brazos de su entrenador casi en cualquier momento, lo hacía mientras veían una película en el sofá de su casa, mientras cocinaban, cuando Jimin se sentaba en su despacho para organizar los horarios o simplemente en ese instante. En cada ocasión Jimin respondía con besos cariñosos que causaban temblores de felicidad en cada extremidad del cuerpo del nadador.
Era feliz a su lado. Los dos lo eran teniéndose mutuamente.
—Es interesante. Yo ni siquiera puedo recordar cómo era mi habitación en Busan.
Un ordenador enorme permanecía sobre un despacho todavía decorado con manchas de pintura de colores, el reloj tenía forma de gato y sobre las paredes descansaban fotos de un Park Jimin mucho más pequeño pero con la misma sonrisa acogedoramente preciosa y brillante que en la actualidad. A medida que se adentraba en aquel cuarto pintado de azul, sus ojos se movieron desde el armario repleto de pegatinas de Mario Bros hasta una de las estanterías en la que se podían observar medallas y trofeos de natación. La sonrisa fue algo inevitable, casi podía imaginarse a su novio como un niño ilusionado que comenzaba a notar la ilusión que aportaba a sus extremidades el zambullirse en una piscina.
Su atención y cariño se posaron sobre los diplomas recibidos por innumerable cantidad de competiciones, uno que fechaba de Octubre de 1997 llamando su atención sobre todos los demás. Mientras él acababa de nacer, su entrenador ya obtenía su primer certificado de natación en preescolar. Aquello era algo que los dos compartían, lo que los unió por primera vez y por supuesto lo que les permitía entenderse mutuamente a menudo. Ambos adoraban su deporte.
—1997 — leyó en voz alta Jungkook — Un mes después de que yo naciese, y tú estabas recibiendo tu primer diploma de natación.—Ahí tenía unos ocho años. Mi madre mantiene la foto de ese día en el mueble del recibidor. Estaba tan feliz que ni siquiera preste atención al objetivo, así que solo se me ve de perfil.
Jungkook apoyó su espalda sobre el pecho de su entrenador, aspirando el olor de su perfume mientras sujetaba el diploma entre sus manos con una pequeña sonrisa.
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𝐈 𝐇𝐚𝐭𝐞 𝐔 𝐌𝐫. 𝐇𝐚𝐧𝐝𝐬𝐨𝐦𝐞 | 𝐉𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)
FanfictionJeon Jungkook era uno de los mejores deportistas de Corea del Sur, las estanterías de su casa estaban repletas de trofeos y medallas que confirmaban su potencia a la hora de competir... Después de tantos éxitos su principal objetivo se había fijado...