"Cariño, podemos quedarnos despiertos toda la noche. Nos enamoramos hasta lo más profundo de las profundidades. Cerramos la distancia, nuestros labios casi se tocan. Eres perfecto, yo me encargaré de llenar de mí tu corazón vacío hasta el borde. No dormiremos esta noche. Haremos el amor hasta que el sol nos ilumine."
—Baekhyun (Stay up)
Los dos chicos se miraron sin saber bien qué decir, era una situación en cierto modo tensa pero aún así sus sonrisas permanecían aportando brillo a sus miradas cruzadas. Hacía demasiado tiempo que Jimin no contemplaba un sentimiento tan asfixiante como aquel, le recordaba a sus primeros amores y a cómo podía estar felizmente a su alrededor incluso cuando no encontraba ni una sola palabra para compartir con estos. Porque mirarlos era sencillamente suficiente, con eso le bastaba al chico adolescente y sin experiencia que había sido hace tantos años, cuando la inocencia y el amor ciego lo arrastraron hasta hundirlo en las aguas más profundas. Aquel resquicio del pasado revoloteaba alrededor de su cabeza cada vez que observaba a Jungkook ante sus ojos, y quizás eso era lo más peligroso de todo. Esos sentimientos que se prohibió a sí mismo tener estaban regresando de nuevo y el chico ante sus ojos se parecía demasiado a lo que él fue en algún momento.
Su mirada había seguido a los muchachos bonitos sin duda, asegurándose de aprender sus expresiones, sonrisas y reacciones. Y había negado sentirse atraído al menos dos o tres veces ante sus amigos antes de finalmente caer en la cuenta de que en realidad le encantaba mirar porque lo que sus ojos buscaban no era distinto de lo que su cuerpo e instinto primario querían. Jungkook lo hacía sentirse de aquella manera, como el chico confundido que necesitaba aclarar sus ideas en un par de ocasiones antes de finalmente confirmar que definitivamente la persona que sus ojos buscaban era la persona que todo su ser necesitaba. La que le gustaba lo suficiente como para no poder dejar de analizar su existencia de forma constante.
Ahora en cambio, a sus veintiocho años, no podía comprender como un sentimiento de esas características podía estar tomando el control de su raciocinio de nuevo. Jimin había sido forzado a madurar con cada golpe que la vida le había dado, su concepto del amor era ahora mucho más realista y crudo, pero de nuevo cuando Jungkook lo rodeaba con su presencia llena de ilusión todo aquello parecía desvanecerse de alguna forma.
—Yo... — Jungkook fue el primero en hablar, sus mejillas mostrando un leve sonrojo a pesar de que ambos habían visto el cuerpo del otro en multitud de ocasiones. Habían hecho cosas mucho más intensas que hundirse en un jacuzzi para disfrutar de la sensación que las burbujas les provocaban. — Me he divertido hoy. Gracias por la cita entrenador.
Jimin dejó escapar una sonrisa sincera.
—Llámame por mi nombre Jungkook — corrigió divertido, sintiendo como la tensión se iba casi tan rápido como había llegado.
El entrenador dejó caer su nuca sobre la repisa del jacuzzi, sus ojos cerrándose a medida que el aire frío chocaba contra la piel de su cara. Ni siquiera sabía qué hora era, o cuánto podrían dormir antes de tener que levantarse rápidamente para realizar un entrenamiento adecuado.
—Me gusta llamarte entrenador.
Jimin abrió un ojo para mirar al chico que en ese instante mantenía una mirada brillante, repleta de ilusión inocente. Sabía lo que Jungkook quería, lo supo en el instante en el que ambos entraron en aquella habitación y como si sus ropas quemasen los dos se apresuraron a desvestirse para ir hacia la cálida agua del jacuzzi.
—No me importa que lo hagas pero si quieres ser cercano a mí tal vez deberías empezar por acostumbrarte a usar mi nombre — Jimin sonrió, de nuevo sin poder evitarlo. Sus manos escalaron por la piel del antebrazo del nadador — Olvídate de quienes somos por un segundo, generalmente soy yo quien siempre saca el tema... así que es tu oportunidad para aprovecharte de mi debilidad.
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𝐈 𝐇𝐚𝐭𝐞 𝐔 𝐌𝐫. 𝐇𝐚𝐧𝐝𝐬𝐨𝐦𝐞 | 𝐉𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)
FanfictionJeon Jungkook era uno de los mejores deportistas de Corea del Sur, las estanterías de su casa estaban repletas de trofeos y medallas que confirmaban su potencia a la hora de competir... Después de tantos éxitos su principal objetivo se había fijado...