"Este lugar que me has dado, incluso ahora, sigue siendo el pilar de apoyo de mi corazón. Las sombras de mi pasado vienen persiguiéndome una y otra vez, pero cuanto más trato de sacármelas de encima más fuerte me sostienen en sus manos y me persiguen. Aún así, lo quiero. Donde sea que tenga que ir, te encontraré. Caminaré el sendero hacia el mañana contigo."
—BTS (Your Eyes Tell)Besar, tocar, sentir, dejarse llevar por la sensación de que su estómago era un revoltijo de escalofríos placenteros. Todo aquello era completamente nuevo para Jungkook pero le gustaba, el entrenador lograba que todo su cuerpo pareciese reaccionar de formas nuevas mucho más atractivas que las que había experimentado con anterioridad.
Park Jimin era un hombre, con veintiocho años se consideraba lo suficiente maduro como para tomar las decisiones con cierta paciencia... y sin embargo allí estaba, sosteniendo la cadera del muchacho mientras las yemas de sus dedos se enterraban en la piel de este a medida que el beso continuaba volviéndose más y más profundo a cada segundo que transcurría.
Podrían haber esperado, estaban cerca de casa y durante el entrenamiento la sensación de necesidad no los había embargado. Más allá de algunas bromas con segundas intenciones o un par de caricias demasiado profundas en el gimnasio, nada había interrumpido la burbuja que en ocasiones se creaba entre los dos como entrenador y atleta. Sabían diferenciar, la barrera entre lo personal y el trabajo existía sin que ninguno de los dos la hubiese tenido que colocar.
—Se siente bien cuando haces eso. — Jungkook gimoteó suspirando mientras posaba su frente sobre la de su entrenador y sentía nuevamente la manera ruda en la que el hombre parecía sostenerlo contra su marcado pecho.
Ambos se encontraban encerrados en la parte trasera del vehículo del entrenador, escondidos entre las luces apagadas del garaje y los cristales tintados. Los dos conscientes de que los últimos días habían estado repletos de estrés con tantos cambios moviéndose alrededor de la joven cabeza del nadador.
—¿A qué te refieres? — Jimin movió sus manos, ahora sus brazos rodeaban el cuerpo del atleta mientras lo estrechaba contra él.
—A eso. La manera en que me sostienes, se siente bien. — Jungkook se sentía de alguna manera tímido diciendo aquello. Jimin no era un hombre posesivo y él no estaba atraído por las personas así, pero había algo en su manera de tocarlo que de alguna manera le hacía sentirse como si ambos fueran el uno del otro cuando sus pieles se rozaban. Y se sentía bien, porque su corazón rebotaba en su pecho de forma completamente acelerada en cada una de las ocasiones en las que su entrenador lo estrechaba. — El modo en el que me tocas.
Jimin sonrió, una de sus manos subiendo hacia el cabello de Jungkook y sus dedos apartando el flequillo azulado que resbalaba sobre la mirada brillante de este en la penumbra. Apenas podían verse, pero aquello solo aumentaba la sensación de sentirse el uno al otro por completo. Estaban completamente concentrados en las caricias, más allá de cualquier mirada o reacción, eran sus manos y roces lo que importaba en esa ocasión.
Y él no podía explicarse todavía cómo era posible que hubiese accedido a algo así, sentado en el asiento trasero del coche solo porque ambos temían ser vistos o escuchados por Yuqi y las amigas que esta habitualmente llevaba a casa tras sus clases de inglés en la academia de idiomas, si se arriesgaban a dejarse llevar por completo en su propia casa con personas extrañas cerca podrían meterse en un lío. Incluso si solo estaban mimándose, acariciándose el uno al otro y sintiéndose, eran imágenes demasiado íntimas. Reservadas a la familia y amigos más cercanos, porque un simple beso ante la persona equivocada podría derivar en su burbuja siendo estallada de forma forzada ante el mundo.
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𝐈 𝐇𝐚𝐭𝐞 𝐔 𝐌𝐫. 𝐇𝐚𝐧𝐝𝐬𝐨𝐦𝐞 | 𝐉𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)
FanfictionJeon Jungkook era uno de los mejores deportistas de Corea del Sur, las estanterías de su casa estaban repletas de trofeos y medallas que confirmaban su potencia a la hora de competir... Después de tantos éxitos su principal objetivo se había fijado...