"Como agua en el desierto imposible de encontrar, pero me encontraste cuando estaba roto. Me recompusiste, me diste vida como una flor en el cemento. Tan bonita y rara. Me diste esperanza cuando estaba vacío. Me llevaste a través del fuego, tú estabas ahí. Eres el sol para la luna. Eres mi océano pintado de azul. Tú, soy nada sin ti. Como un ángel en una pesadilla me abriste los ojos. Estuve mirando en todos los lugares equivocados, eres el que he necesitado todo este tiempo."
—YOU! (LANY)Jungkook dejó escapar una sonrisa mientras sus manos se sostenían de la chaqueta americana que había elegido para el entrenador Park, sus labios buscaron los de su pareja percibiendo la forma en la que las manos de este no abandonaban la piel de su cadera. Podía notar como Jimin acariciaba levemente la zona con las yemas de sus dedos cuidadosamente mientras se besaban y movían sus cuerpos al ritmo de la música que continuaba sonando con fuerza en su habitación de hotel.
—Van a echarnos por escandalosos. — bromeó el entrenador empujando levemente a su atleta contra la cama.
Jungkook volvió a sonreír, dejándose caer sobre el colchón con aquel ridículo uniforme de Gryffindor completamente arrugado después de su divertida sesión de besos. Sus ojos siguieron los movimientos del entrenador, le gustaba la forma en la que aquel traje hacía que la figura de su cuerpo masculino destacase o la manera en la que el colgante que le había regalado colgaba con gracia desde su cuello hasta casi perderse bajo la tela de la chaqueta que había abotonado a la mitad de su marcado abdomen.
Ridículo, tenía que verse realmente así al lado de la imponente figura de su entrenador..
Para Jimin en cambio no había nada ridículo en la imagen ante sus ojos, porque a su chico le quedaba bien todo. El gris de aquel chaleco sobre el que sobresalía la camisa blanca arrugada que en cierto momento había estado bien colocada o el nudo de su corbata flojo, a juego con los labios rosados e irritados de Jeon. No importaba si su ropa se había convertido en un desastre después de juguetear a abrazarse y besarse por al menos una hora entera, aquello incluso le daba un toque interesante a Jeon.
Esa imagen era sencillamente preciosa para Park Jimin quién ya se inclinaba sobre el sensible cuerpo de Jungkook con la intención de volver a besarlo. Lo habría hecho si no fuese porque ese precioso mocoso, que tenía la suerte de tener como novio, decidió poner una mano sobre su boca para frenarlo.
—¿Ocurre algo, niño? — sus dedos subieron hacia el cabello de Jungkook para apartar los mechones azules desordenados de su brillante mirada.
—Yo... todavía no te he dado mi otro regalo.
Jimin sonrió y se apartó un poco para darle espacio a Jungkook, quien rápidamente estiró uno de sus brazos hacia la mochila negra que siempre llevaba cuando viajaban.
—Antes de que digas nada, solo lo he comprado porque siento curiosidad. No tenemos que usarlo si la idea no te gusta. — Jungkook alcanzó una simple bolsa de color negro del interior de su mochila y relamió sus labios esperando con ojos expectantes la reacción de su entrenador.
Jimin sonrió, sus manos abrieron rápidamente la bolsa con la curiosidad asomándose a su mirada. Entonces la sonrisa apareció sobre sus atractivos labios, logrando que el nerviosismo de Jungkook aumentase un poco.—¿No quieres que nos veamos el uno al otro? — Jimin sacó los antifaces negros de la cajita en la que Jungkook los había acomodado de forma cuidadosa — ¿A ciegas? ¿Eso quieres?
Jungkook apoyó los codos sobre el colchón de la cama, sintiendo como las piernas del entrenador rodeaban su cintura debido a sus posiciones.
—He pensado que sería interesante probarlo, ¿sabes eso que dicen de que cuando uno de tus sentidos no funciona los demás aumentan su capacidad? Siento curiosidad acerca de si... Ya me has entendido, no tienes que hacer que lo diga. — Jungkook se dejó caer sobre la cama y tapo sus ojos con uno de sus brazos sintiendo como sus mejillas se calentaban.
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𝐈 𝐇𝐚𝐭𝐞 𝐔 𝐌𝐫. 𝐇𝐚𝐧𝐝𝐬𝐨𝐦𝐞 | 𝐉𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)
Fiksi PenggemarJeon Jungkook era uno de los mejores deportistas de Corea del Sur, las estanterías de su casa estaban repletas de trofeos y medallas que confirmaban su potencia a la hora de competir... Después de tantos éxitos su principal objetivo se había fijado...