EL VAQUERO

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 —¡Más fuerte! —Taehyung cerró los ojos mientras clavaba sus dedos en las sábanas. Extendió sus rodillas y levantó su culo aún más en el aire, necesitando el golpeteo que Seokjin estaba dando a su culo. Nadie follaba como su Seokjin. El hombre daba un nuevo significado al término éxtasis. No importaba lo que Taehyung había pedido durante años, Seokjin lo proporcionaba.

—Tan apretado Voo —gimió Seokjin, el profundo y necesitado sonido era música para los oídos de Taehyung.

Taehyung amplió más sus piernas mientras mecía su culo hacia atrás y arriba, queriendo que Seokjin lo follase hasta dejarlo inconsciente. Los dedos de Taehyung se cerraron en las sábanas mientras Seokjin martilleaba en él. Era crudo, rápido y la cabeza de Taehyung se desvaneció. Gimió y lloriqueó, pidiendo a su esposo que lo tomase más fuerte.

Seokjin no lo defraudó. Se movió más y más rápido con cada profundo empuje, dolorosamente profundo. Los dedos se clavaron en las caderas de Taehyung mientras Seokjin cambiaba su posición, encontrando la próstata de Taehyung en cada maldito golpe. El cuerpo de Taehyung hormigueaba y zumbaba, su corazón latió más rápido mientras sentía un hormigueo demasiado familiar dispararse por su columna vertebral.

Taehyung estaba cerca. Podía sentir sus bolas apretándose contra su cuerpo. Sabía que sólo tenía meros instantes antes de volar sobre el borde con abandono. Sus gritos y gemidos llenaron la sala, eclipsando sus agitados jadeos. Cuanto más fuerte golpeaba Seokjin en Taehyung, más fuerte eran sus gemidos. El sudor caía por ambos cuerpos, los sonidos de su carne golpeando juntas, mezclándose con sus gemidos de placer.

—Más fuerte, maldita sea —gruñó Taehyung—. Fóllame cómo quieres.

Arqueó su cuerpo hacia Seokjin mientras su orgasmo rugía por su columna vertebral hasta su ingle, y entonces su polla explotó, mojando la cama con su semilla. Taehyung gritó, todo su cuerpo palpitando con su liberación.

—¡Taehyung! —gritó Seokjin mientras golpeaba en el culo de Taehyung, sus dedos clavándose tan profundamente que Taehyung sabía que iba a tener moretones.

Taehyung sintió una serie de cortas embestidas y una larga, donde Seokjin se hundió en su culo y se quedó allí. Líquido caliente llenó su culo, cada potente chorro disparando contra su punto dulce, haciendo la visión de Taehyung tenue, cuando incluso más placer continuó tejiendo su camino a través su cuerpo. Se meció hacia atrás y adelante, bañándose en la liberación que lo había tenido brumoso y saciado. Pequeños temblores sacudieron a través de él, prolongando su placer hasta que Taehyung pensó que iba a desmayarse. Cerró los ojos y apoyó la cabeza en la cama, incapaz de hacer otra cosa que respirar, e incluso eso le estaba tomando esfuerzo. Sonrió débilmente cuando sintió que Seokjin plantaba un pequeño beso en su sien.

—Gracias mi Voo.

Taehyung abrió los ojos y sonrió al hombre que se había convertido en su marido sólo unos pocos años antes. Se estiró hacia arriba y posó un pequeño beso en los labios de Seokjin. Sus ojos brillaron con diversión cuando respondió.

—El gusto es mío.

Seokjin se rio entre dientes mientras se deslizaba del cuerpo de Taehyung y rodaba a un lado de la cama. Fue rápidamente al baño y regresó un momento después con un paño para limpiar a Taehyung. Después arrojando el paño al cuarto de baño, Seokjin se sentó en el borde de la cama y entrelazó sus dedos con los de Taehyung.

—Tenemos que levantarnos Voo. Pa está esperándonos para que le ayudemos con el ganado.

Taehyung gimió y se giró para enterrar su cara en la almohada. Podría estar todo el día en la cama con su marido y lo quería. —No quiero.

LA NAVIDAD (Libro VII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora