CAPITULO 12

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El corazón de Seokjin golpeó en su pecho cuando salió por la puerta frontal y vio a Taehyung tirado en los escalones. Había un montón de chillidos y gritos a su alrededor, pero el ruido blanco corriendo en sus oídos ahogaba todo lo demás. Corrió escaleras abajo y se dejó caer en las escaleras al otro lado de Namjoon. Las lágrimas le ahogaron cuando vio el reguero rojo filtrándose debajo de las manos que Namjoon presionaba en el pecho de Taehyung.

—¿Taehyung? —Los ojos del hombre permanecieron cerrados—. Está...

—No pudo terminar su pregunta sin romperse totalmente.

—Le han disparado Seokjin —dijo Namjoon—, pero está vivo. Lo llevaremos al hospital y estará bien.

Seokjin se tambaleó.
—¿Disparado?

—No sé toda la historia. —Los ojos de Namjoon fueron más allá del hombro de Seokjin. —Taehyung dijo algo sobre su padre estando en el granero justo antes de perder el conocimiento. Mis chicos están mirando dentro.

Seokjin miró por encima de su hombro. Pudo ver a Seojoon y Hyungsik arrastrando a alguien fuera del establo. No fue hasta que estuvieron más cerca que se dio cuenta de que estaban arrastrando a Sehun entre ellos, que estaba enojado, gritando y chillando que lo dejaran ir. Seokjin se puso de pie, rabiando hacia el hombre le dio un buen puñetazo en la cara a Sehun antes de ser agarrado por detrás y restringido.

—¡Hijo de puta! —gruñó Seokjin.

—¡El pequeño bastardo lo merecía!

Asombro rodó a través de Seokjin como un maremoto. ¿Cómo podía estar allí tan descuidadamente hablando sobre tratar de matar a su propio hijo? ¿Estaba totalmente desprovisto de toda emoción?

—Es su hijo —jadeó Seokjin—. Cómo pudiste...

—No es de mi sangre —se burló Sehun—. Nunca lo ha sido y nunca lo será.

Seokjin se calmó igual que los hombres que los rodeaban.
—¿Taehyung no es tu hijo?

Por una fracción de segundo, Seokjin estaba eufórico porque Taehyung no estaba relacionado con este monstruo, y luego pensó en lo que Taehyung estaría pensando, si tenía esa información. —¿Taehyung lo sabe?

La sonrisa de Sehun fue perversa y maliciosa y enfrió a Seokjin hasta su alma. —Lo sabe ahora.

El mundo pareció detenerse a paso de tortuga mientras una ráfaga de actividad empezó. Seokjin observaba como llegó una ambulancia para llevar a Taehyung al hospital. Se sentía entumecido. Sus pensamientos se arremolinaron alrededor de su cabeza como un tornado, destruyendo y consumiendo todo. La última vez que había visto la cara de Taehyung había estado llena de tanta tristeza. Ahora, menos de una hora más tarde, Taehyung estaba luchando por su vida y la desolación que parecía estar envuelta alrededor del hombre podría ser lo último que Seokjin viera de él.

Y era su culpa, Seokjin lo sabía tanto como sabía que el sol saldría en unas pocas horas. Se había visto afectado por los sentimientos que Taehyung provocó en su interior y, en lugar de aceptarlos por lo que eran, había empujado lejos a Taehyung de la peor manera posible. Lo merecería si Taehyung nunca le hablaba de nuevo. Sólo rezaba que el hermoso hombre lo hiciera. Mirando la fuga de sangre de Taehyung mientras era metido en la ambulancia hizo que Seokjin sintiera que estaba colgado en el limbo. Sabía que Namjoon le dijo que Taehyung estaría bien, pero no lo creería hasta que viese los ojos de Taehyung abiertos.

—Necesito que me lleven al hospital —dijo Seokjin mientras miraba alrededor a los diversos Kim hablando entre sí y con los agentes que habían llegado a la escena. Había querido montar en la ambulancia, pero Ma había tomado ese lugar como pariente de Taehyung.

LA NAVIDAD (Libro VII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora