EL ANGEL

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Taehyung sonrió al ver el alboroto de Ma con su sobrina. Estaba tratando de conseguir que Jisoo terminara de comer su fruta troceada en vez dar sus primeros pasos para ver lo que estaba haciendo Pa. El abuelo parecía mucho más interesante para la niña que las fresas en rodajas. Beomgyu y Kai habían hecho un trabajo fantástico con ella. Jisoo podía no tener dos años todavía, pero ya estaba hablando, caminando y a su manera usando el orinal.

—¿Estás bien ángel?

Taehyung sonrió y palmeó la mano que Seokjin posó en su hombro. —Estoy bien.

—Sabremos de la agencia de adopción pronto.

—Lo sé. Sólo... —Era agridulce ver a su sobrina crecer y descubrir el mundo a su alrededor. La adoraba, pero tenerla en su vida había traído a la superficie el propio deseo de un niño de Taehyung. Después de discutir con Seokjin durante varios meses, habían decidido tratar de adoptar un niño.

No había sido fácil. En más de una ocasión se les había negado simplemente porque eran dos hombres homosexuales. A pesar de los avances en los últimos años por los derechos de los homosexuales, todavía había un estigma asociado a dos hombres adoptando un niño. Al parecer, el pensamiento actual era que tener dos pollas entre ellos significaba que no podían cuidar adecuadamente a un niño.

El corazón de Taehyung se rompía cada vez que se lo negaban en función de su orientación sexual. Hace unos meses, por fin habían encontrado una agencia de adopción a la que no le importaba su orientación sexual, siempre y cuando fueran personas sobresalientes y estables. Kai les había ayudado a completar todos los trámites necesarios para solicitar la adopción y prometió mantener su secreto. Taehyung no quería que nadie supiera lo que estaban haciendo hasta que tuviera algo importante que compartir. Hasta el momento, todavía estaban esperando. Taehyung levantó la vista cuando Seokjin agarró su mano y tiró de él.

—Ven conmigo —dijo Seokjin mientras sacaba a Taehyung del comedor hacia las escaleras. —Quiero mostrarte algo.

El ligero fruncimiento de Taehyung estaba acompañado por una pequeña risa mientras seguía a su marido por las escaleras. Para el momento en que llegaron arriba, Taehyung tenía una buena idea de a dónde se dirigían. No iba a discutir. Taehyung paró en la parte superior de la escalera, sus ojos atraídos por la foto en la pared de la boda de Hyungsik y Seojoon. Esa imagen había sido el comienzo de su vida como un Kim.

Su corazón se hinchó al ver las otras fotos de boda que ahora colgaban en la pared junto a esta, sobre todo la imagen con el hermano Kim más guapo. Los ojos de Taehyung se llenaron mientras pasaba el dedo por el borde del marco blanco, recordando lo feliz que había sido el día que se casó con su propio Kim. No todos los días desde entonces habían sido estelares. Seokjin era un bastardo terco y habían tenido más que su parte justa de desacuerdos. Pero Taehyung nunca se había arrepentido de ni un solo día que pasó con el hombre.

—Todavía creo que eres un ángel enviado del cielo.

Taehyung sonrió a través de sus lágrimas mientras se limpiaba los ojos y se giraba para mirar a Seokjin. —Y tú todavía eres tan romántico.

—¿Quieres romance? —Seokjin sonrió maliciosamente. —¿Qué pasa si te digo cuanto te amo? O ¿quizás debería decirte que me recuerdas a un ángel enviado del cielo la noche en que te conocí? Mejor, sin embargo, ¿tal vez debería decirte lo duro que se pone mi pene cada vez que respiras? ¿Sería eso lo suficientemente romántico para ti?

La respiración de Taehyung se enganchó en su garganta mientras Seokjin repetía las palabras que le había dicho el día de su boda, palabra por palabra. Levantó una mano y acunó la mejilla de Seokjin con ella.

LA NAVIDAD (Libro VII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora