TRENTON
Tan pronto como amanece, abro los ojos para darle la bienvenida a un nuevo día.
Contra todo pronóstico, he conseguido dormir del tirón gracias a que tenía a Keisha conmigo.
Puede sonar cursi, pero sueño con pasar así el resto de mis noches; con ella.
Soy un adicto a su piel y no tengo cura.
— Buenos días, renacuaja. ¿Has dormido bien con tu nueva almohada? — bromeo, señalando mi brazo, sobre el que descansa su cabeza.
Al notarlo, ella se sonroja ligeramente. Pero la diversión no deja su rostro cuando clava sus ojazos marrones en los mismos, provocándome una erección matutina a la que le doy la bienvenida más que encantado.
— Buenos días, grandullón. Sí, la verdad es que es bastante cómoda — me suelta, con picardía.
Sus labios carnosos se roban toda mi atención y atrapo el inferior con mis dientes, succionándolo con ganas.
Suelta un pequeño gemido y se pega más a mí, echándome los brazos al cuello y profundizando el beso. Nuestras lenguas bailan al compás, nuestros cuerpos se entrelazan.
Si por mí fuera nos quedaríamos así todo el día, pero hoy es lunes y Keisha tiene que trabajar.
Yo, por mi parte, quizá me pase un rato a hacerle una visita a Pétrovik. No puedo estar sin entrenar mucho tiempo, sin la adrenalina de las peleas.
— Mmmm no tengo ganas de hacer nada, solo quiero quedarme en la cama contigo — se queja ella, haciéndome sonreír.
— Yo también, pero no puede ser. Tus cachorros te esperan — medio bromeo, a sabiendas de cuánto tiene que haber echado de menos su trabajo estos días. Keisha ama profundamente a los animales y yo la amo todavía más por eso.
— Tiene razón. Pero que sepas que contaré las horas que queden para volver a verte — dice y le sale de manera tan espontánea que se me hincha el pecho y la atraigo hacia mí para envolverla entre mis brazos un rato más.
— ¿Sabes qué? Todavía tenemos un poco de tiempo...— Nos miramos, en complicidad. Las ganas hablan, no hace falta decir más.
Vuelvo a tumbarme sobre ella y me pierdo en su cuerpo y en el deseo que me transmite.
🥊
La charla con Pétrovik es corta, pero productiva.
Me asegura que me estará esperando esta noche y que él y sus hombres me conseguirán un buen fajo de billetes en las apuestas. Pero para eso tengo que ganar.
Incluso paso un rato entrenando con él.
Es un tío duro, pero agradable. Me cae bien.
Incluso me presenta a su hijo, Kirill, que tiene dieciséis años y ya compite en las peleas clandestinas.
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Trenton: Peligrosa adicción ✔ COMPLETA ©️ EN FÍSICO CON MATCHSTORIES EDITORIAL
RomanceTrenton Sawyer ha luchado con sudor y sangre para salir de una vida de violencia y autodestrucción. Años y años de entrenamiento le han llevado a convertirse en uno de los mejores luchadores de la MMA en las últimas décadas. Sin embargo todo ese sac...