Cap 11

959 70 0
                                    

Lo bese.

Cuan hermoso fue, sus labios suaves, su mano en mi rostro y otra en mi cintura.

La pasión.

El deseo de nunca más separame de su lado.

Saber que soy correspondida es lo mejor que me pudo pasar. Pero no todo lo bueno es para siempre.

-¡Penélope despierta!!-

Aquel grito hizo que me  levantará automáticamente, mi madre me esta llamando. Hoy es el día.

Hoy me voy.

Apenas he tenido tiempo para procesarlo todo, primero tengo un prometído, segundo bese a Lucas, tercero el tiene sentimientos por mi y cuarto me iré del continente.

Definitivamente todo está arreglado para ser infeliz.

.
.
.

Mis maletas están en el muelle, junto a mi, un gran barco ests frente a mi y atras no hay nadie. Mi madre solo me dio un pequeño beso a la hora de marcharme y me dio un poco de dinero.

Es como si me quisieras lejos de ustedes madre.

-Su pasaje Señorita- pidio un hombre amablemente.

-si- lo extendió, ,el lo revisó y me dejaron abordar.

Mientras subía a aquel barco no pude evitar retroceder en mis recuerdos a la noche anterior, al hacer eso mi corazon se quebró tanto como es posible, a cada paso que daba hacia que daba una lágrima salia de mis ojos.

Después de llevar todo ai camarote salí a cubierta a observar como los que quedaban abordaban el barco y rápidamente recordé todo lo que sucedió ayer.

Todo había iniciado con un beso adorable y lleno de sentimientos que no se podían expresar. Pero luego se volvió muy pasional, su mano estaba en mi espalda baja y la otra en mi nuca, atrayendome más a él, mientras yo tenía las mano en su cuello atrayéndolo más a mi.

Los dos queríamos más del otro.

Entre besos y una que otra sonrisa nos dirigimos hacia el oscuro bosque donde no se veía nada más que la luna y un lago.

Estando allí nos besamos otra vez.

-¿Estás bien?- pregunto Lucas agitadamente.

-si- respondi y luego tome su camisa y lo acerque a mi- al menos si no podremos pertenecer para siempre, podemos pertenecernos un momento-

Nos besamos y podrán imaginar que paso.

-sabes Pen- susurro Lucas mientras abrazaba el cuerpo de ella al suyo- quiero que esto sea inolvidable.

-yo también -

El sonrió y se separó un poco de mi.

-te amo -

Me quedé congelada, pero rápidamente respondí.

-yo también-

Y así nos volvimos un solo en aquel lago.

.
.
.

Después de aquel momento nos vestimos otra vez y yo me diriji hacia mi madre quien estaba afuera, esperándome en el carruaje.

-¿Porque estás mojada?- pregunto mi madre enojada.

-en mi torpeza tropeze con el rey Lucas y a el se le cayó de bebida- inventé.

Ella pareció creerlo y me dejó subir al carruaje para irnos.

Mientras más me alejaba sentía que mi corazón se quedaba en aquel lugar, más específicamente en las manos de Lucas.

.
.
.

Devuelta a la realidad, ya casi era hora de irnos, solo faltaban cuatro pasajeros para abordar, pero yo solo observé las escaleras de abordaje.

-Penelope se feliz- Lucas susurro en su oido- quiero que seas un sol, iluminado a todos- tomo mi rostro y me voltee quedando frente a frente - como me iluminaste a mi-

-te has convertido en lo más preciado que tengo Pen. Te amo-

Con esas palabras se había despedido de mi, mi corazón se removió y rápidamente empeze a correr.

- ¡Con Permiso!- me disculpe con todos lo que chocaba- lo lamento-

Cuando llegue a la escalera de abordar un seguridad me detuvo.

-no puede avanzar-

pero yo lo ignoré, solo lo empuje a un lado pero no so movió.

-Permiso por favor- grite con lágrimas en los ojos pero en negro, así que corrí choque contra el y ambos caímos al suelo.

Apreceche que caí arriba de él y corrí hacia las escaleras.

-lo lamento, pero no te lo tiempo- grite agitada.

El hombre se levantó y empezó a correr detrás de mi. Baje las escaleras a gran velocidad, tanta que mis pies ardían, bueno los zapatos que estoy usando son incómodos.

-¡Detenganla!- grito el guardia.

Entonces dos más de dirigieron hacia mi desde direcciones opuestas.
Ese es mi fin, lo único que quiero es verlo pero al parecer no podré, no hay salida. Un hombre me sostuvo el brazo y otro mi otro brazo.

Yo patalee, grite pero ellos tienen una fuerza impresionante. Solo me deje arrastrar por ellos cuando vi mi salida.

.

Lo golpee en sus partes, ambos cayeron al piso por el  dolor y aproveche para marcharme, lamentablemente mis zapatos no ayudaron y terminé Rodando escaleras Abajo,  cuando llege me levanté del suelo mariada
,pero corrí.

Espérame, estaré allá pronto.

La fea del baile (penelope Fatherington)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora