Cap 8

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"igual que tú"

Definitivamente esas palabras se habían quedado en su cabeza como un ancla en el fondo del mar. Nunca en mi vida le había dicho eso a alguien y espero no salir lastimado.

Desde hace mucho no me e enamorado de alguien, y tengo mis razones. Cuando mi abuelo murió, mi abuela quedó destrozada, ella había perdido su luz que tanto la caracterizaba.

“cuando te enamoras tu dejas de ser lo más importante, ese ser que amas se vuelve tú mundo, tu universo, pero ¿Que sucede cuando ya no tienes a tu mundo?”

-buenos días madre- saludé.

-te vez feliz- comento mamá - espero que no sea por algún problema que causaste -

-¿Que no puedo ser feliz?- pregunté divertidamente.

Ella no respondió.

Voltee y vi la mesa con el desayuno, por lo cual fui a comer algo, porque teníaucha hambre.

.
.
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Nada, no hay nada para hacer!!.

No hay chismes, ni algún libro para leer o algo que dibujar, solo estoy en mi habitación haciendo nada.

En serio hay veces que me pregunto si esto les pasa muy a menudo a las señoritas de alta sociedad, yo....

-¡Penélope!- interrumpió mi madre mis pensamientos.

¡Ni siquiera puedo hacer nada bien!

-ya voy- contesto y me dirijo hacia la puerta- ¿si madre?.

-preparate- dijo rápidamente- nos vamos a un baile-

-¿Que?- pregunto confundida.

-que te prepares- exclamó rápidamente- iremos a un baile-

-¿A donde?- pregunté curiosamente.

-a la casa de los Bridgerton-

Casi se cae la mandíbula al escuchar eso.

-madre- la llame- ¿podría no asistir al baile?-

-¿Como dices tales cosas?- exclamó sorprendida- no, claro que no.

-pero mi presencia no es de gran importancia- argumente- no es que yo le interese a alguien.

-no importa- respondió - no puedo dar el lujo de que los demás empiecen a decir que no controlo a mis hijas-

Suspiré resignada, era imposible.

Ya nos encontramos en la mansión Bridgerton

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Ya nos encontramos en la mansión Bridgerton. Estamos en el carruaje, mis manos sudan y mi corazón está latiendo tan fuerte que podría explotar. Cuando al fin salimos lo primero que vi fue la entrada, tan majestuosa, que parecía de fantasía.
Cruze por esta y pude oír el murmullo de las personas que hablaban, risas de felicidad y los zapatos de las personas que bailaban, definitivamente el ambiente era diferente al de los demas baile.

-señorita Fatherington- una voz interrumpió mis pensamientos.

Cuando voltee lo vi, con su típica sonrisa galante que hace que las señoritas suspiren por el.

-Señor Bridgerton- hize una pequeña reverencia.

-hace tiempo no te vehia Pen- hablo Collin-.

-hace tiempo que no nos vemos- confirme.

Silencio, un incómodo silencio. Dios esto es aficciante, quiero salir corriendo de aquí.

-¿Como te a ido?- me preguntó.

-como siempre- respondí con una sonrisa nerviosa.

-lo lamento- comento con una mueca de pena- sabes que puedes confiar en mi- tomo mis hombros y nos puso frente a frente.

¿Que rayos está pasando?

-lo se- respondí y me removí incómoda.

Rayos, que puede hacer para irme. Si no lo hago voy a ponerme mal, acaso esto es una persona hipócrita.

-me están llamando- fue mi única solución, me solté y me fui rápidamente.

Me sentía débil y exhausta emocionalmente, son tantas cosas y no sé cómo manejar ninguna.

¿En serio pensé que sería fácil?

Fui ingenua, este mundo está lleno de personas crueles, como el.

-au- dije adolorida.

Por estar metida en mis pensamientos, no mi fijé hacia delante y choque con algo o alguien.

-señorita Fatherington- sonó una voz preocupada- lo lamento-

Cuando levante la mirada de mi mano, lo vi, fue tan abrumador pero tan hermoso que casi olvido como respirar.

-Señor Lucas- dije en un susurro- lo lamento tanto- hice una reverencia.

-al parecer será nuestra nueva costumbre chocarnos- comento divertidamente.

-al parecer- sonreí.

-me permite- extendió su mano.

-si- respondi.

El me escoltó hasta la pista de baile, donde las parejas se preparaban para el siguiente baile.

inicio la música.

Ambos bailábamos al son del compás, el me miraba pero como si estuviera preocupado por mí.

-¿Estás bien?- pregunto.

-si- contesté - ¿Por qué no lo estaría?

-porque te ves apagada- respondió a mi pregunto- ni siquiera sonríes.

-estoy tan bien como puedo estarlo- sonreí forzadamente.

-no lo estas- me contradijo- esa sonrisa fue muy forzada-

-no es nada importante - desvíe la atención de mi.

-si, lo es- me contradijo, otra vez- si no, no hubieras dicho aquello.

Lo mire con los ojos muy abiertos, es como si yo fuera un libro abierto para el, el puede saber cómo me siento con tan solo una mirada.

-me sucedió algo- dije bajando la mirada- una persona en la que confiaba hablo muy mal de mi, a mis espaldas- dije tristemente.

-¿A tus espaldas- pregunto y yo asenti-  que cobarde.

Le di la razón.

-ya luego hoy me habló como si nada hubiera pasado- continúe algo enojado.

El me dio una vuelta y volvimos a juntarnos.

-de verdad hay personas muy crueles-
Comenté con rabia, pero respiré profundamente.

-si- el asintio- pero también hay personas buenas.

-lo se- dije en un suspiro.

-no te sientas mal- de diji- seguramente eso se resolverá.

Y luego sonrió, para mí esa sonrisa hizo que el sol saliera para mí.

Más brillante que nunca.

El me hizo sonreír genuinamente.

-gracias- sonreí felizmente- a pesar de que no es un gran problema en serio me hiciste sentir mejor-

La sonrisa de él se ensanchó aún más.

-todo por siempre verte sonreír-

La fea del baile (penelope Fatherington)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora