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huir era totalmente inútil, estaban rodeados por todos lados, en cada lugar existente donde caía la posibilidad de escapar.

— jinnie, si es que no sobrevivimos, yo... —fue totalmente interrumpido.

— viviremos. tranquilo, corazón.

sentían pasos muy cercanos a ellos y temían que hasta ahí fuese a llegar su historia. después de todo ellos no eran nada comparado con los que estaban cargados de armas y con las inmensurables ganas de matar que poseían.

hyunjin tomó la mano del contrario y dio un paso en falso, prácticamente regaló su ubicación, pero fue tarde porque cuando intentó retroceder se encontró con dos tipos.

no había escapatoria, ese laberinto era horrible. había un hombre detrás y adelante de ellos.

era su fin, el de ambos.

— mira la suerte que tenemos hoy, ¿no lo crees, seok? —el otro sonrió y con su arma tocó la cara del menor— parecer ser un poco fáciles de matar, hagámoslos sufrir un poco. tengo muchas ganas de divertirme.

— escoge, yun —el contrario hizo un ademán con su cabeza para que escogiera con cual empezar la tortura— me dejas el otro, que sea justo.

— mm, me llevaré al más facilito. —tomó del brazo a jeongin y lo despegó de la protección del rubio— eres tan delgado, —examinó con cautela las facciones del castaño bajo la atenta mirada de hyunjin— ¿no quieres divertirte un poco conmigo antes? yo si lo quiero.

— déjalo, no quiere nada contigo. —la cólera se había introducido en el ser de hyunjin y podría hacer cualquier cosa con quitarle las garras de encima.

nadie tocaba a jeongin así y menos cuando él no lo desea. no podrían ser unos seres tan despreciables.

— ¿perdón? —rió ese tal yun— ¿acaso pedí tu opinión? tú eres una basura y él igual, pero eso no significa que yo no pueda aprovechar esto, es mi derecho como ciudadano otorgando por el gobierno, —la mano de él se deslizó por debajo de la camisa de jeongin— haré cumplir mi deber te guste o no.

el menor tragó muy fuerte, tenía tanto miedo.

más miedo sintió cuando hyunjin se paró con rapidez y golpeó la cara de quien tocó a yang indebidamente. no lo pensó, había sido un reflejo al ver al menor en peligro.

— ¡hijo de puta! —el amigo arremetió contra hwang y le pegó en la cabeza con el arma.

— hyung, no... —sollozó jeongin, pero no pudo ni acercársele, estaba tan pegado al cuerpo del agresor que era imposible y tenía mas fuerza que él.

estaban jodidos.

. . .

seungmin había bajado del vehículo y se estaba arreglando un poco su chaleco antibalas, pero le costó un poco y fue cuando notó unas grandes manos ajenas ayudándolo.

— era sólo ajustarlo, min. —rió el australiano— vamos, tenemos que ir.

antes de que se largara de su vista lo tomó de la mano y lo hizo voltearse. él sólo quería un beso antes que nada, eso no era un crimen y si lo fuera esa noche era legal hacerlo.

seungmin besó castamente a su compañero y rió para alejarse sin decir una sola palabra. se sentía un poco avergonzado porque él nunca dio el primer paso entre ambos.

todos avanzaron con rapidez a una entrada, pero no sin antes neutralizar a los vigilantes de las puertas.

para ser algo tan grande no había suficiente seguridad y eso era de extrañarse, puede que los hayan estado esperando.

the purge - hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora