estaban un poco más relajados, eran las 4:39 am, no faltaba tanto para que eso acabase. estaban seguros al menos ahí, un ratito más tenían pensado quedarse, habían asuntos que resolver entre ambos y lo sabían muy bien.
el único cuidado que tenían que tener era cuando sentían a alguien venir y callarse.
—hyunnie, tengo mucho miedo de lo que puede pasar al salir, de verdad, mucho miedo. —suspiró pesadamente.
— yo también tengo miedo, pero aún así, más miedo tuve de perderte, de sólo pensar que ya no te podría ver más con vida. —tomó las manos del menor y con su dedo pulgar acarició la contraria— innie, me asusté demasiado al pensar que no podría volver a ver tu hermosa sonrisa.
¿por qué de pronto hyunjin es tan cursi con él? nunca había visto esa faceta del mayor, se sentía en un cuento de hadas con cada palabra que salía de su boca.
— no digas eso, hyung. —agradeció a la oscuridad del lugar por ocultar su sonrojo ante esas bellas palabras— es bueno que estés aquí, estoy más tranquilo y me siento más seguro a tu lado.
se sentía muy enamorado, más cuando oyó esa pequeña confesión por parte del mayor hacia él. soltó las manos del rubio para poder llevarlas hacia su pecho, quería que sintiera su corazón.
— me haces sentir vivo y quiero permanecer así para siempre, junto a ti. sólo quiero que esta noche acabe de una vez y ser feliz como todos los días a tu lado, hyunjin. siente mi corazón, se nota que te ama mucho, pero yo te amo aún más.
era cierto que su corazón estaba totalmente exaltado, pero el otro no emitía ni siquiera un sonido, estaba petrificado y eso le dañaba la esperanza, creía que todo lo que escuchó lo imaginó, la estaba cagando.
acababa de declararle su amor de manera tan romántica, le dijo que lo amaba con su corazón.
él otro parecía buscar alguna excusa barata para rechazarle, al menos eso pensaba el menor.
— innie...
— no, no digas nada, sólo busquemos la forma de salir de aquí, hyung. —fingió indiferencia, se quiso alejar del mayor, pero éste tomó de sus manos para apegarlo a su cuerpo— ¿qué haces?
— besarte, eso haré. —no reaccionó, pero claramente lo hizo cuando hyunjin chocó con su nariz porque eso sí había dolido mucho, pero trató de no demostrarlo— mierda, es que no veo nada, jeongin.
— ni besar sabes. —ahora si sintió la respiración del otro cercana a la suya, pero lo apartó colocándole el dedo en sus labios, sus esponjosos y maravillosos labios, aguantándose completamente— no, primero dime que sientes por mí.
— yo, jeongin, siento muchas cosas... —se calló, sintió como voces se acercaban a donde estaban ellos, se estaban imaginando lo peor.
la puerta se abrió de golpe, dejando ver a cuatro siluetas masculinas mirarles, jodida mierda, los habían encontrado.
— ¿acaso estas son las pequeñas ratitas que piensan que pueden salirse con la suya? átenlos, quiero enseñarles que es la purga.
dos hombres procedieron a atarlos, pero no sin antes proporcionarles unas golpizas. gritaban, pero de nada servía, en respuesta sólo recibían más golpes.
los dejaron inconscientes y se los llevaron, tenían planes con ellos.
. . .
minho siseaba de dolor, puesto que tenía que desinfectar con alcohol su herida de bala, pero lo que no tenía entendido era si estaba seguía incrustada en la piel.

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the purge - hyunin
Hayran Kurguuna noche que cuenta con doce horas para hacer lo que quieras sin restricciones, ser un mounstro. ¿venganza es lo que más quieres? entonces, venganza vas a obtener.