Nuestra Primera Mirada

Extra 4: La más afortunada.

Erick:

Salgo rápidamente de mi restaurante. Sorpresivamente no estoy cubierto de harina o cualquier otra cosa que se pueda derramar sobre la ropa.

Arreglo un poco mi cabello con las manos y paso por una floristería para comprar un ramo para Claire.

Es nuestro aniversario.

Claire ha estado un poco atareada y distante estos últimos días, espero que con los regalos que le compré pueda alegrarse un poco. A demás, ha estado muy ocupada con el lanzamiento de su marca de ropa y ayudar a Avery con su boda, por ser su dama de honor.

Tomo las flores y los globos, los coloco sobre el asiento trasero de mi auto con mucho cuidado y empiezo a dirigirme a nuestro apartamento. Respiro profundo y sonrío. Han pasado cinco años desde que conocí a mi esposa.

Dejo mi auto en el estacionamiento y camino bastante feliz hacia el ascensor, espero que no esté en casa, así me dará tiempo de hacerle la cena y darle la sorpresa.

Trato de abrir la puerta sin hacer nada de ruido en el caso de que esté dentro, pero cuando abro la puerta una pelicastaña sale corriendo hacia mí.

—¡Hola! — me saluda con un beso corto cargado de mucha emoción.

—Hola preciosa. — extiendo las flores hacia ella y automáticamente su sonrisa se hace mucho más grande.

—¡Que hermoso eres! No hacía falta.

—No digas eso, se que te gustan esas cosas.

Me da otro beso y empieza a caminar hacia la sala sin decir nada, pero empieza a rascarse los brazos con desesperación.

¿Por qué está tan nerviosa?

Se detiene junto a la mesa del comedor, en la que está sentado un oso de peluche de tamaño mediano con unos globos a su alrededor.

—¡Sorpresa!

Creo que la asustó mi mirada de desconcierto, ella nunca me ha dado un regalo de este tipo.

—No me mires así que me asusto.

Saca el teléfono de su bolsillo y apunta hacia mi rostro.

—¿Me estás grabando? —ahora sí esta situación está rara.

—Sip, tu sorpresa está dentro del oso.

—¿Me estás pidiendo que descuartice un pobre oso de peluche?

—Si lo dices así suena feo, pero si, es exactamente lo que quiero que hagas.

—Bueno. —respondo dudoso tomando el peluche entre mis manos.

En la parte de atrás tiene una costura por la que empiezo a sacarle todo el relleno al peluche y unos momentos toco algo duro, como una caja y volteo a mirarla.

Ahí es cuando Claire empieza a llorar.

—¿Por qué lloras? — voy rápidamente a abrazarla.

—No me hagas caso, son los nervios.

—¿Nervios?

—¡Termina de abrir la puta caja Davies!

—¡Lo siento!

Termino de sacar una caja negra decorada con un lazo color blanco. Lo deshago rápidamente y hay un sobre con una nota escrita.

"No sé si lo sabías, pero, jamás había amado a alguien con la intensidad con la que lo hago por ti. Me has regalado un millón de experiencias únicas a lo largo de estos años y a demás de desearte feliz aniversario quiero decirte que soy la más feliz del universo porque cumplimos una de tus ilusiones más grandes.