7: Confianza

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Karina

Winter era un enigma.

Sí, esa era la palabra describirla. Nunca te contaba nada, probablemente nunca sepas que esta pensando o cómo se siente y solo llevo cuatro días aquí, no me quiero imaginar su gente.

Ayer fue la horrible tormenta y estaba absolutamente muerta de miedo, pero si no hubiera sido por Winter no sé cuantos ataques de pánico me habria dado en toda la noche. Cuando supe de su accidente con el asta me asustó, incluso se me olvidó la tormenta por un momento. Nunca jamás me había pasado algo parecido, y por lo que pude observar, cuando la besé en el estómago se estremeció. No sé si la incomodé o la molesté, pero a mi me hizo sentir cosas que estaban fuera de lo conocido.

Como bien iba diciendo, Winter es un mapa por descubrir.

Se supone que quiere ese collar, que pertenecía a alguien importante para ella, ¿pero mover a todo un barco y arriesgar a tu gente cuando ellos ni siquiera saben el por qué? Es algo que no entendía. Esa fé ciega en Winter, ¿por qué Ningning insinuó que los salvó de algo?

Hay mil cosas que no entiendo y que quiero saber. Pero hay algo aún peor, el hecho de estar secuestrada y que este empezando a olvidarlo. A veces siento que estoy mas centrada en saber el enigma de este barco, a volver con Nicholas.

Definitivamente me asustaba.

—Winter —hablé.

—Hmmm?

—Creo que se me ha ocurrido una idea para recuperar el collar.

Ella dejó de morder la manzana y la puso sobre la mesa.

—Habla.

—Déjame volver y yo te lo traeré.

Ella se quedó unos segundos mirándome sin decir nada, pero entonces empezó a reír. La miré confusa.

—Eres lista, tan lista que me crees tonta. Muy buena esa.

La miré confusa.

—Lo decía totalmente en serio.

Ella dejó de reír y se posó frente a mí.

—¿Me crees tan idiota? ¿Quieres que me crea que vas a volver por voluntad propia una vez te suelte?

—Sí.

—No va a funcionar esta tontería conmigo, déjalo ya.

Ella fue a marcharse de la habitación pero la agarré del brazo haciéndola frenar. Sus ojos quemaron sobre mi rostro, parecía enfadada.

—Tendrás que confiar en mí.

—No sé si puedo hacer eso.

—No tienes mejores opciones —dije.

—¿Y arriesgarme a perder lo único que me puede hacer llegar a ese collar?

Resoplé. Era super terca. Podía entender la desconfianza, probablemente yo también desconfiaría, pero realmente pensaba volver. Queria ayudarles, tenia que ganarme su confianza.

—Piénsalo, es más facil de lo que crees. Me dejáis en Bonasella y os escondéis en la isla paralela a la ciudad. Vuelvo a casa, Nicholas jamás sospecharía de mí, agarro el collar y volvéis a por mí.

—¿Volvéis a por mí? —repitió.

—Quiero decir, a por el collar.

—El idiota de tu prometido te pondrá protección... No vas a poder salir de esa mansión sin ochenta guardias sobre ti.

—No me subestimes —dije sería mirandola a los ojos.

Entonces ella se apartó y pasó sus manos por el cabello. De pronto parecia agobiada, pensativa. Entiendo que no quiera arriesgarse en esto, pero por primera vez siento que puedo hacer algo que ayude a otras personas y pienso hacerlo.

Dahlia | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora