21: Mamá

914 131 36
                                    

Narrador

Nicholas empujó a Karina a una de las mazmorras y entornó la puerta, la joven prácticamente cayó al suelo del brusco empujon. Las lágrimas llenaron el rostro de Karina, pero no eran lágrimas de dolor, eran lágrimas de rabia e impotencia.

—¡Eres un monstruo! —le gritó poniéndose en pie.

—Yo también te eche de menos, querida.

—No me llames así, me das asco.

Nicholas negó con la cabeza, como si esa no fuera la respuesta que estaba buscando.

—Siempre supe que tenías algo diferente a todas las chicas con las que estaba, pero nunca imaginé que sería que fueras una desviada.

Él se acercó más a ella.

—Yo te quería, ¿sabes? Y decidiste ir contra mí —Nicholas se dio la vuelta—. ¡Lo tenías todo! —gritó con fuerza—. Pero te fuiste con esa escoria.

—No es una escoria, es mil veces mejor de lo que tu nunca fuiste.

Un golpe resonó en la habitación, la palma de Nicholas contra el rostro de Karina. La joven notó el sabor a sangre en su boca.

—Cállate. ¡Es una basura! Y se merece el peor final, ¡es lo que es!

—Eres... —Karina se calló—. ¿Por qué lo haces, Nick? —le llamó por su antiguo apodo, las facciones del rostro de Nicholas se calmaron—. Sé que Winter era la hija de la sirvienta de tus padres, ¿por qué tanto odio?

—¿Acaso se necesita un motivo, Karina?

—Siempre lo hay. Déjala en paz.

—No, no voy a hacer eso —sonrió—. Si la dejo vivir seguirá arrebatandome mi vida, ademas, no voy a mentirte... Es divertido verla sufrir —guiñó.

Karina bastante enfurecida fue directa hacia Nicholas para golpearle pero él le agarró por la muñeca.

—Cuidado cariño, te vas a hacer daño —guiñó.

Nicholas agarró a la joven por la cintura con fuerza y la atrajo hacia él. Karina podia notar su aliento sobre ella, el muy cerdo pasó sus labios por el cuello de ella y la olfateó como si de un perro se tratase.

—Siempre fuiste tan sexy... —musitó.

Karina tenía los ojos apretados con fuerza mientras deseaba que todo pasara rápido, de cuanto deseaba estar de vuelta en el barco con Minjeong.

—¿De verdad no quieres esto...? —susurró Nicholas al oido de Karina—. Estoy dispuesto a perdonarte todo...

Entonces Karina le miró a los ojos y se acercó a sus labios lentamente, le miró unos segundos a los ojos y sonrió.

—Ni muerta.

Con eso, una patada directa en las partes bajas de Nicholas haciendo que cayera de rodillas, Karina se aproximó a la puerta pero él la agarró de la pierna haciéndola caer. Nicholas, como pudo, se puso sobre ella y la agarró del cuello intentando estrangularla.

Karina no podía terminar así, no con Winter a dos puertas y los chicos aún dentro. La joven empezaba a faltarle la respiración pero sacó fuerzas de lo más profundo de sí misma y agarró la espada de hielo que tenía sujeta a su cintura, levantándola sin previo aviso y clavándosela en parte de su hombro.

—¡Mierda! —gritó de dolor apartándose.

Karina quitó la espada de él y empezó a brotar sangre de su hombro. Nicholas se quedó arrodillado en el suelo mientras hacía presión en su herida. Karina, intentando recobrar la respiración, fue directa a salir de allí pero antes habló.

Dahlia | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora