Dahlia | winrina

22: El origen

FLASHBACK

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—Vuelve a la cama... —musitó dándole un beso en el hombro.

—Qué cabezón... —respondió Olivia recostándose de nuevo—. ¿Y si viene Lois?

—No nos va a ver nadie...

—André, esto es peligroso...

—Lo sé, créeme que me estoy jugando la vida cada día. Pero estoy enamorado de ti, te quiero... —respondió el jardinero de los Borne.

—Y yo te quiero a ti —le besó de vuelta—. André... Frederick volverá en cinco meses. Esto no deja de crecer... —musitó señalandose la tripa.

—Sé que es una locura pero tengo dinero ahorrado, podríamos fugarnos. Irnos lejos donde sólo estemos tú, el bebé y yo. Seríamos felices.

Olivia le miraba con una sonrisa llena de cariño. Pasó la mano por el rostro de André dejándole una suave caricia.

—Frederick me buscaría aunque fuera lo último que hiciera en el mundo. No dejaría que me marchara, André.

—Ese hombre no te merece...

—Ese hombre esta enamorado de mí. Y haría cualquier cosa por mantenerme a su lado, aunque fuera contra mi voluntad.

—Eso no es amor, Olivia.

La mujer suspiró y pasó su mano por la tripa.

—¿Qué es el amor, André? —negó—. ¿Es amor querer mantener a este bebé? ¿Es amor ir en contra de los principios de esta familia? ¿Es amor quererte?

—Amor es querer a este bebé, amor es quererme a mí.

—Lo nuestro nunca va a poder ser, cariño...

—Olivia.. —interrumpió.

—Nunca va a poder ser porque el amor es querer que nunca te ocurra nada, amor es proteger, amor es cuidar. Si Frederick se entera de esto... No podría vivir sabiendo que tú o el bebé estaríais en peligro.

—Yo no podría vivir sin ti...

—Solo hay cuatro personas que sabrán de la existencia de este bebé; tú, yo, Lois y Jahyun. Ellas serán quien me ayudaran a dar a luz a esta criatura.

—No quiero que nuestra hija acabe en manos de un desconocido...

—¿Hija? —respondió sorprendida.

—Oh... Es que tengo la sensación de que será una niña —sonrió.

—No acabará en manos de un desconocido, seguirá viviendo en esta casa...

—¿Cómo?

—Jahyun se la quedará.

André se quedó en silencio unos segundos, no sabía que decir, no sabía qué opinar. ¿Era eso una buena idea? Viviría cerca de ella, podría criarla... Pero... ¿sería feliz?

—¿Cómo sabes que ella aceptará?

—Porque ya lo sabe, André.

***

Olivia entró al jardín principal y fue directa al cobertizo. Siempre acababa allí cuando quería desahogarse y fumar, ya que estaba estrictamente prohibido que las mujeres fumaran. Olivia sacó uno de los cigarros y antes de darle una calada se miró la tripa. Ahora estaba embarazada, ahora debería ser ella misma quien se lo prohibiera.