Winter
Balas, polvora, el sonido de las espadas chocar una y otra vez. Es lo ultimo que noté antes de levantarme de nuevo y clavarle la espada a un soldado de Bonasella en el hombro.
¿Por qué estaba pasando esto?
El barco de los Borne lanzó el ancla frenando a nuestro lado y emboscandonos con su armas, obviamente mucho mas cualificadas que las nuestras. Ya sea con cuerdas, o con tablas, la tripulación de Borne acabó dentro de mi barco y los míos lucharon por mantener lo nuestro.
—Giselle, ¡a tu derecha! —grité.
Ella se apartó a tiempo embistiéndole con la espada. Gracias a Dios era buena con las armas, nunca tuve duda.
Uno de ellos llevaba pistola y empezó a retener a muchos de mis hombres que iban desarmados o con espada. Aquello me genero una mezcla de inseguridad e impotencia. Nunca iba a ser una guerra igualitaria si no estaba equilibrada.
Tras abatir a uno de ellos, escuché una voz tras de mi.
—Cuanto tiempo, Kim.
Si antes le odiaba, lo de ahora no tenía nombre. Me giré y le apunté con la espada en la cara, aparentemente iba desarmado, lo cual no me creía nada.
—Hey, hey —él rió—. ¿No me vas a saludar primero?
—¿Qué demonios quieres? —dije con la espada en su rostro.
—Quiero muchas cosas... Quiero mi propia linea de barcos, quiero ser presidente, también quiero la paz en el mundo y esas cosas —carraspeó—. Pero tristemente, debo centrarme en las más asequibles. Quiero matarte.
—Pues siento decirte que no va a ser hoy el día —bromeé—, pasa a la siguiente en tu lista.
Él rió y negó con la cabeza.
—Una pena, pero como mandes. La siguiente es matar a Karina.
Mi rostro se tornó a serio. Mi agarre en el mango de la espada se apretó aún más, la impotencia empezaba a subir por todo mi cuerpo. Si me tocabas, explotaría.
—¿Qué pasa? ¿Porque sea mi prometida no puedo hacerle daño? Pues claro que puedo, y más si eso hace que te lo provoque a ti.
—Eres repugnante —escupí.
—Mira allí —dijo el, señaló la popa del barco.
No quería dejar de apuntarle y no lo hice, pero entonces miré y sentí que mi cuerpo flaqueaba. Uno de sus hombres tenia a Karina de rodillas en el suelo mientras lloraba, el hombre tenia una pistola apuntándole a la frente.
—Suéltala —le dije seria. Noté como mi cuerpo empezaba a ponerse nervioso.
—Veo que te tiembla el pulso —dijo señalando la espada—, ¿todo bien? ¿No me digas que le cogiste cariño a Karina? —hizo un puchero.
—Te voy a matar —espeté.
Nicholas levantó el brazo con el puño cerrado. Le miré confusa, pero mi vista bajó de nuevo a el.
—¿Sabes? Ella no quiere ni querrá a una basura como tú. Sois de mundos diferentes, además de que ella es mujer y tu también. Métete eso en la cabeza.
—¿Y la matarás por eso, maldito cobarde?
—Si yo no la puedo tener, no la tendrá nadie. Así es el amor.
Una lágrima cayó por mi rostro.
—Eso no es amor, eso es estar enfermo.
—¿No te bastó con arrebatarme a mi familia, que también quieres hacerlo con Karina? —espetó alzando la voz.
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Dahlia | winrina
FanfictionAño 1725. Winter, la proclamada pirata con peor fama del país, lleva años buscando lo más preciado para ella, un collar de diamantes. Un día descubre que esta en manos del poderoso gobernador Nicholas Borne, al que detesta por motivos del pasado. W...