❝ Donde la relación de vecinos entre Jiwoong y Matthew es horrible, y a pesar de no conocerse bien sienten que se odian. ❞
Todo cambia cuando Jiwoong desarrolla sentimientos por Matthew quien sigue enamorado de su mejor amigo Sung Hanbin.
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Kim Jiwoong es un joven de 23 años, lleva viviendo en un complejo habitacional del centro de Seúl, llegó ahí después de que sus papás lo echaran de casa por no cumplir con una de sus órdenes, Porque como toda historia cliché, justo en ese momento su familia atravesaba por malos momentos económicos, él se ofreció a buscar un trabajo y dejar el colegio, pero sus papás querían que hiciera otra cosa por lo que se negó completamente.
Estudia gastronomía y actualmente trabaja en una importante cafetería como repostero, la vida le sonrió en ese aspecto pues al inicio no tenía a dónde ir y un buen hombre le ayudó dándole trabajo en ese lugar por lo que ahora podía mantenerse estable.
Su vida era tranquila hasta que hace tres meses se enteró que tendría un vecino, él quería llevar la fiesta en paz, aunque en realidad odia socializar y los sentimientos de los demás le vale lo mismo que le valió a sus papás dejarlo sólo, o sea, nada. Pero no lo malentiendan, él no es una mala persona, sólo que su preciada individualidad es más importante que todo, no tiene pareja ni interés por alguien.
Volviendo al punto, Jiwoong quería tener serenidad, pero un chico castaño de 22 años definitivamente no se lo permitiría.
Seok Matthew, ese lindo pelirrosa que se mudó al mismo edificio de Kim. Su posición económica era muy buena, pero ahora vivía solo porque se había transferido de la universidad de su ciudad natal al igual que su mejor amigo y primer amor, Sung Hanbin.
El mayor le dijo que debía cambiarse de universidad porque este era su último año y necesitaba expandir sus prácticas, ambos estudiaban medicina y aunque al principio a Matthew no le agradaba la idea, su amigo lo convenció de estudiar juntos esa carrera, al ser Hanbin el mayor se comprometió a ayudarlo.
Al llegar a Seúl creyó que vivirán juntos, pero no, Hanbin se fue a la casa de uno de sus tíos y le ofreció quedarse ahí, por obviedad no aceptó así que buscó algún buen sitio y así dió con el edificio Royal.
Él sabía que tenía un vecino y una que otra vez se lo topó en esos tres meses, pero jamás cruzaron palabras y es que era extraño porque las simples miradas que compartían hacia parecer que se repudiaban.
¿La razón?
Sus personalidades y hábitos.
Matthew era amante de la limpieza y por lo menos dos veces al día sacaba bolsas de basura de su departamento, ¿de dónde aparecía tanta basura?, quién sabe. Pero siempre dejaba todo eso entre su puerta y la de su vecino haciendo inaccesible el uso del lugar. Eso enfurecía a Jiwoong pues era él quien terminaba sacando la basura de ese estúpido niño.
Por si fuera poco una vez le comentó que no le gustaba que hiciera eso y el menor le dijo "pues espera que el servicio lo retire, yo no lo haré", ese día lo maldijo a más no poder.
