❝ Donde la relación de vecinos entre Jiwoong y Matthew es horrible, y a pesar de no conocerse bien sienten que se odian. ❞
Todo cambia cuando Jiwoong desarrolla sentimientos por Matthew quien sigue enamorado de su mejor amigo Sung Hanbin.
๑ enemies...
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Vaya suerte, la primera vez que se había confesado y lo habían rechazado de tal manera, eso iría a su anecdotario.
─Claro que no soy él, no soy tan idiota─Jiwoong también se alejó.
─ O sea, tú tienes lo tuyo, pero sabes que él me gusta desde hace años.
─ ¿Entonces él tiene más oportunidad contigo que parece ciego por tus sentimientos y yo no solo por aparecer apenas?
─ No, claro que no, pero no puedo aceptarte si él me gusta y muchísimo.
─ Sí bueno, ya entendí.
─ ¿Todo seguirá igual entre nosotros verdad Jiwoong?, no tienes por qué alterar el orden de las cosas, somos amigos que antes fuimos archienemigos entonces entre nosotros no puede pasar nada más.
─ ¿Y estás de acuerdo con eso? ─ trataba de ocultar los piquetes que estaba recibiendo en su pecho.
─ Completamente, seamos amigos por siempre.
Eso dolió.
─ Bueno.
─ No quiero que vuelvas a sentirte sólo así que considero que lo mejor es que nos olvidemos de todo esto.
─ ¿Quieres que olvide que me gustas?
─ Si lo dejas de decir más rápido lo olvidas y yo también.
─ Olvídalo tú, pero yo no, si no sientes nada por mí no trates de que yo reprima lo que siento.
─ Entiendo además creo que fue muy precipitado.
─ ¿El qué? ─ se cruzó de brazos.
─ Una confesión así jamás la aceptaría, no es una decisión que pueda tomar de un día para otro, bueno considerando que eres el primero que lo hace.
─ Creo que estás diciendo cosas sin sentido ─ sonrió con algo de tristeza.
─ Hago eso cuando no sé qué decir exactamente.
─ Déjame hacerte una última pregunta para enterrar esta conversación.
─ Dilo. ─ respondió después de dudar un poco.
─ ¿No sentiste nada cuando nos besamos? ─ esa era su última esperanza.
─ No, absolutamente nada, fue como besar a la almohada, sin sentimientos, nada, nada, nada.
El ambiente cayó en un horrendo silencio y fue ahí donde Matthew se dio cuenta de nuevo había hablando de más.
─ Ya es noche, vámonos ─ el mayor recogió su cartón de leche de la banca y empezó a caminar.
Nadie dijo nada en el recorrido hasta su edificio, parecía que habían vuelto a lo del inicio y eso le asustaba al menor.
─ Olvida que me vi tan repugnante hoy Matthew, a partir de mañana seré el mismo de siempre ─ dijo el mayor al llegar hasta la puerta de su departamento.
