❝Y pues así, eran tan solo la princesa y la plebeya.❞
Minji era la alfa más codiciada de la universidad. Haerin una de las omegas, que al igual que las demás, suspiraban por ella, deseando poder llamar su atención.
Será una conexión especial la que...
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❝ Y pues así, eran tan solo la princesa y la plebeya. ❞
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Kim Minji es una de las alfas más populares y cotizadas de la universidad. Vaya por donde vaya siempre hay omegas dispuestos a hacer todo por tener su atención.
Sin embargo, esta azabache odiaba en absoluto cualquier tipo de estas relaciones amorosas. No podía pensar ni siquiera en tener que aguantar alguien más de la cuenta que no sea su familia o amigos.
Su encanto genuino y, aquel potente y atractivo aroma suyo, iba combinando perfectamente con las delicadas y a la vez bien definidas facciones angelicales que llevaba en aquella obra de arte llamada rostro.
Todos suspiraban, anhelando convertirse en su omega. Siempre recibía regalos y halagos. Si pasaba por algún pasillo, rápidamente robaba la atención de todos. Era como toda una princesa, una guapa y perfecta princesa que por ahora permanecía sola porque así ella lo quería. No pensando cambiar de idea jamás.
Y de todos ellos, estaba la dulce y preciosa Haerin, una chica omega recién presentada. Que como la mayoría del lugar, tenía como la dueña de su corazón a la guapa azabache.
Pero por más que ansiara al menos hablarle una vez, sabía de sobra que Minji no estaba enterada de su existencia. Convirtiéndose en una común y simple plebeya, una plebeya que admiraba de lejos a la preciosa alfa.
¿Habría forma de cambiar aquello?
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