- Todavía lo estoy asimilando... -Roman comenzó, sentándose al lado de Lena.
La pareja había dejado el segundo piso para reunirse con el grupo, y a pesar de que se veían más tranquilos, todos pudieron notar cómo la chica se veía distante, seria y con la mirada algo perdida. Han, por otro lado, tenía una mirada triste, y su postura se veía insegura.
No habían arreglado mucho.
Lena ahora estaba sentada entre Roman y Tej, lista para escuchar las palabras de Han, la explicación que les debía a todos. -¿Cómo puedes estar vivo? O sea... pero cuéntanos la parte donde... El auto explota y tú... ya sabes... La razón de las miles de pesadillas de Lena, y resulta que tú sigues vivo, todavía no...
- Roman... -Tej regañó, Lena miró a Han con duda.
Lena todavía podía sentir ese recuerdo tan vívido en su mente, podía sentir sus manos en el asfalto mientras los brazos de Sean trataban de darle consuelo.
- Teníamos planes con Lena, hicimos planes, y aunque... yo sabía que Tokio no era lo que ella quería, podía ver que estaba intentándolo y dándole una oportunidad... aunque... yo creía que... no era suficiente -Han dijo, mirando al suelo, hablando de la menor como si ella no se encontrara ahí mismo.
Lena frunció el ceño, mirando al suelo al escuchar esas últimas palabras. ¿No era suficiente? ¿Se refería a que él no creía que ella estuviera bien en Tokio?
- Hasta que un día el señor Don Nadie apareció en la puerta de nuestro taller. -Lena frunció el ceño, nunca había visto al hombre entrar a ese lugar. - Preguntó por Lena, decidí decirle que ella no vivía más ahí, era un hombre extraño con una pinta rara, no me daba mucha confianza... Él me respondió que sabía que estaba ahí pero decidió no discutir y hablar conmigo en su lugar, llegó para ofrecerle un trabajo.
-¿Un trabajo? -Roman preguntó, mirando a Lena antes de ver a Han. -¿Lo conocías desde antes?
- Lo conocí de la misma y desagradable manera que tú -dijo ella con voz seria, mirándolo con desgano mientras se encogía de hombros.
- Él confiaba en ti, más de lo que crees... -Han continuó, haciendo que el dúo lo mirara con atención. - El problema era que yo no confiaba en él, en sus intenciones... Entonces le dije que yo haría el trabajo por ti, si se negaba, confirmaría mis sospechas de que no era alguien en quien confiar... Pero no lo hizo, aceptó...
-¿Qué tipo de trabajo?
- Solo sabía que tenía que robar un tipo de electrónico a una pareja de científicos, pero como siempre hace, el señor Don Nadie no me dijo todo... De hecho, omitió la parte más importante, dos veces... -Este dijo, pasando su mirada a Lena y luego a la menor sentada junto a él. Este la animó a hablar, haciendo que todos miraran a la menor con atención.
- Tenía once años, mis padres me llevaban al cine los sábados si me iba bien en la escuela durante la semana, estaba tan emocionada de ir que olvidé mi abrigo... así que volví a la casa... -Lena pudo sentir un dolor en su pecho cuando vio a la menor comenzar a llorar, deduciendo lo que había pasado. - No me di cuenta de inmediato, para cuando miré por la ventana... ellos estaban muertos.
Lena tragó, bajando la mirada. Los ojos de Dom se centraron en ella; sabía que Lena podría sentirse empática con la menor, ya que ella también había perdido a sus dos padres, y había sido testigo de ambas muertes, aunque era un tema algo sensible en la familia. Todos habían superado ese hecho, de maneras diferentes, pero el dolor ya no era el mismo que al principio.
- Resulta que yo no era el único que buscaba esa cosa.
- Han me salvó la vida, no podía dejarme atrás, sabía que siempre me cazarían, entonces me enseñó a sobrevivir... Nos volvimos familia. -Los ojos de todos dejaron a la menor para pasar a Lena, quien miraba un punto fijo en la pared detrás de los dos asiáticos. Todos se miraron y quedaron en silencio de repente.
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𝐌𝐈𝐑𝐈𝐊𝐈𝐓𝐄𝐊𝐈 || Han Lue
Fanfiction魅力的 (𝐌𝐈𝐑𝐈𝐊𝐈𝐓𝐄𝐊𝐈): verbo, utilizado para describir a alguien encantador. "Ha pasado tanto tiempo desde que nos conocimos, y me sigue impresionando la manera en la que mis ojos te encuentran tan encantador como la primera vez que nos vimos...