I'm just another monster too. ~Carl Grimes.

Alexandria.

Narra Wesley.

La sangre seca sobre mis labios, y mis brazos acalambrados sujetos detrás de la silla, eran unas de las tantas cosas que me incomodaban.

Aunque no podía quejarme.

Owen permanecía postrado en el suelo con su rostro demacrado, y probablemente con algunos huesos rotos.

Su respiración forzada y sus pequeños gruñidos de dolor, retumbaban en la obscuridad de la sala.

Pronto seria mi turno.

Con gran fuerza azotaron la puerta de entrada. Una gran angustia comenzó a crecer en mi interior en cuanto vi unas resplandecientes botas adentrarse a la sala.

Junto la puerta tras su espalda. Dejando ver su altura la que me sobrepasaba por dos cabezas, su semblante estaba serio.

Nos contempló por unos segundos, y una sonrisa molesta se atravesó por su rostro.

Mordí mi labio, reteniendo cada palabra, cada respiro, cada miedo.

Esto solo estaba empezando.

- Las reglas maricas seguirán como siempre-se rio cínicamente y luego callo de golpe-. Pero traigo buenas noticias... aunque viendo lo jodidos que están no creo que oigan algo.

Me apreté contra la silla. Me mantuve en silencio.

- ____ no volverá en un largo tiempo pero me ha pedido encantadoramente que no los mate, por esta vez cederé pero créanme sigo siendo el mismo de antes.

Nuestra única salvación estaba a kilómetros.

Lo último que alcance a visualizar fue su puño ir directo a mi rostro, y a mí cayendo inconsciente.

Narra ____.

Tome el arma entre mis manos asegurándome de que estuviera cargada, la guarde en su funda y al voltearme me detuve al ver a Jace.

- Si llega a ocurrir algo, y perdemos tu rastro...

- No dudes que incluso así seguiremos tus pasos -Kingston lo interrumpió, terminando la frase por él.

Para luego tomar lugar como piloto en la camioneta, donde el resto de sus hombres lo esperaban.

Asentí lentamente, podía sentir la dura mirada de Rick posarse en nosotros. Atento a todo movimiento.

- Si es así no se alejen mucho y tengan cuidado. Rick quiere saber nuestras intenciones y conociéndolo seguro quiere verlos muertos -hable en un tono bajo consciente de tenerlo a unos metros.

- Él no puede con nosotros -comento Kingston con la intención de que Rick lo oyera.

- Pero él no está solo -le respondí de una forma dura.

Si Rick se enteraba seguramente no dejaría que yo pisara la comunidad, no dudaría siquiera en dispararnos para mantener a su familia a salvo.

Le di un último vistazo a Jace, y subiendo los diminutos peldaños de la caravana. Me aleje del grupo de Kingston.

Quienes permanecerían alejados de nosotros, excusa que se le dio a Rick ya que estarían controlando cada pisada que diéramos.

Luego de haber tenido una extensa discusión, inseguridades y que Abraham luego de haber recuperado sus fuerzas haya intentado lanzarse a golpes contra nosotros, Glenn como había oído oír su nombre como también el de los otros, lo termino deteniendo a empujones.

Rick había carraspeado su garganta, todos habían guardado silencio y extrañamente acepto que yo fuera, aunque cabe recalcar que exigió que sin compañías, sin Jace ni el grandote de Kingston.