𝑫𝒂𝒓𝒌 𝑴𝒂𝒕𝒕𝒆𝒓 (𝑻𝒓𝒂𝒅𝒖𝒄𝒊𝒅𝒐)

VI

Su clase es normal, aburrida y casi insufrible después de eso. Cuando suena la campana, es uno de los primeros en salir para su próxima clase. Química, gracias a Dios. La clase todavía está por debajo de su capacidad, pero es reconfortante estar en un tema que entiende. Y el almuerzo es justo después. Otro bono. Necesita comer más después de recibir esa paliza de anoche.

Tim entra al laboratorio dos minutos después de que Peter deja sus libros. Se mueve con rigidez, teniendo cuidado de no doblarse ni girarse, y se sienta con evidente alivio. Se ve pálido y exhausto, y se aferra desesperadamente a una gran taza de café. Algo que probablemente no debería tener en el laboratorio, para ser honesto.

Capta la mirada de Peter y le indica que se dirija a su puesto de laboratorio en la parte trasera de la sala.

—También podrías sentarte conmigo aquí. Tu compañero de laboratorio no es mucho mejor que Edison, y normalmente hago mi trabajo solo.

Peter duda por un momento, preguntándose ociosamente si se trata de un elaborado montaje para avergonzarlo, luego se encoge de hombros y mueve su asiento hacia Tim. El tipo parece bastante decente; es retraído, pálido y bebe café constantemente, y eso es todo lo que Peter sabe de él. Peter no recuerda haberlo escuchado reírse o burlarse de él cuando pasó junto a él en el pasillo, y eso lo coloca muy por encima del estándar en esta escuela.

—Mientras estés seguro de que no arruinaré ninguna «oportunidad de establecer contactos» para ti —dice Peter, dejando caer su libro y sus cuadernos en la mesa del laboratorio.

Tim pone los ojos en blanco.

—Difícilmente —su voz tiene un acento de dinero antiguo muy distintivo, del tipo en el que incluso un cumplido puede sonar como una maldición cortante, pero parece tener los pies en la tierra como cualquier persona que Peter encontraría en las calles. Es un cambio bienvenido de la norma en este lugar. Le ofrece la mano a Peter—. Soy Tim.

Peter le da la mano, aliviado de encontrar por fin a un ser humano normal. Lo cual es bastante irónico dado su propio estatus.

—Peter.

—Tú también eres un chico de la beca Wayne, ¿no?

—¿Es tan obvio?

Puede que eso no sea algo bueno; si hay algún tipo de red social para las personas que tienen esta beca, podrían notar que se la ganó por medios ilegítimos. Nunca consideró eso, y debería haberlo hecho. Ciertamente no estaba solo cuando tomó la prueba para la beca.

—Sí, pero en el buen sentido —responde Tim, sonriendo—. Normalmente nos mantienen alejados el uno del otro, pero supongo que te escapaste. Por suerte.

—Sí, qué suerte tienes —dice Peter, no tan entusiasmado.

—Oye, todos somos geniales —dice Tim—. Es bueno conocer al miembro más nuevo del club, ¿sabes? Parecías ocupado, así que todos te dimos espacio.

—¿Qué, me han estado siguiendo?

—Es un poco difícil no hacerlo cuando tenemos las mismas clases —dice Tim, irónicamente—. No te has dado cuenta, pero estoy en la mayoría de tus clases, y Duke y Steph comparten un par de tus clases de la tarde.

Bueno, tiene razón. Peter no se ha dado cuenta. Frunce el ceño, pensando en las tres semanas anteriores. Tiene un recuerdo borroso de esa clase de historia en la que se equivocó en la formación de la Liga de la Justicia. La mayor parte de la clase se había reído de él o le había dado miradas de lástima e incredulidad. Pero tres estudiantes acababan de mirarlo. Tim había sido uno, otro había sido una chica rubia.