14. Aguardiente

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«You know how much I hate that everybody just expects me to bounce back
Just like that
»

Labyrinth - Taylor Swift

Amanda.

Si pudiera ser racional, dejarme guiar por mi mente y no mi corazón me hubiera ahorrado más de lo que puedo contar.

Pero también estoy segura que no estaría viva, ¿Quiénes seríamos si no sintiéramos? ¿No es acaso cultura general que es el corazón lo que mantiene vivo el cuerpo?

Me lavo la cara en el baño mientras pienso en la foto de Ron y Vesper ayer, me he prometido a mí misma no mirarla otra vez, recuerdo el momento exacto cuando apareció en mi feed. Al principio lo único que pude pensar fue "Se ve increíble". Luego en su mano en el brazo de una modelo europea de 1.80, rubia, hegemónica, de ojos claros, perfecta por dónde la veas, me di cuenta pronto que encajan bastante bien juntos. 

Ambos se ven inalcanzables en su lujoso automóvil de último modelo, creo que hasta ese instante debido a lo desconectado que Ron está de todos no me había dado cuenta que incluso siendo una persona cercana a mi está muy lejos de mi liga.

Al pasar la crema por mis labios recuerdo la última vez que hablamos, el alcohol ya casi no me hace efecto así que tengo cada fotograma de nosotros a centímetros de esa madrugada. Tragar saliva es como estar tomando un aguardiente intensa, me sabe mal, me sabe terrible pensar en él de esa forma.

Detengo mi rutina para aislarme en una esquina del baño maldiciendo entre murmullos.

«¿En qué estabas pensando Amanda? ¿No recuerdas lo que pasó la última vez que sentiste tuyo a alguien con quién no eras nada?»

Una cosa es que te guste un hombre, otra cosa es que te guste el hombre en el top 5 de celebridades más deseadas del mundo. Resoplo al arrastrar mis pantuflas hasta el comedor, esto es una idea terrible, ahora mismo debe haber al menos cien niñas pensando en él con fotocards en sus habitaciones, he escuchado cómo Vesper le habla en los ensayos, no tengo oportunidad mínima.

No es momento que me guste. No ahora. No luego de lo que pasó. No en el trabajo. No de un famoso. No otra vez. No de él, maldita sea.

Mi existencia se basa en pelear contra mi corazón que toma malas decisiones y mi mente que me impulsa a seguir tras ellas.

Al encender mi teléfono me encuentro un mensaje de buenos días preguntando si sigo en mi departamento, es inevitable que le sonría a la pantalla.

«Oh, no, me estoy enamorando otra vez»

Le respondo un "Sí" cortante, me sorprende que mi padre no se haya levantado así que voy a buscarlo al cuarto de invitados cuando dos golpes en la puerta me alertan. Acomodo la camiseta larga que uso como pijama antes de abrir.

Retrocedo de la sorpresa al ver a Ron apoyado en el marco de la puerta, tiene el cabello revuelto cuál si hubiera competido en una carrera contra el viento de la ciudad en las mañanas, está sudando y esboza una sonrisa ladina al repasarme con la mirada.

Hago contacto visual, sus ojos se oscurecen al encontrarse con los míos, da un paso dentro del departamento y mi corazón olvida mi nombre, quién soy o qué quería antes de verlo, ahora tiene el objetivo peligroso de latir con tal desesperación que amenace con salir de mi pecho para quedar en sus manos.

La conversación de la noche me viene a la mente muy tarde, no tengo excusa, eran apenas las siete, no fue un impulso de media noche. Para él era la madrugada, así que no comprendo cómo ha aparecido aquí, dubitativa me cuestiono si es una alucinación.

No apto para estrellas │YA EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora